Youtubers con final trágico, la cara dolorosa de un fenómeno que es furor en Internet
Edición Impresa | 28 de Diciembre de 2017 | 03:47

A los 26 años, Wu Yongning tenía más de un millón de seguidores en Internet. Se había hecho famoso por grabar videos en los que hacía acrobacia sobre imponentes rascacielos sin tomar ninguna medida de seguridad. Lo hizo más de 300 veces. La última sobre un rascacielos de 62 pisos en la ciudad de Changsha, capital de la provincia china de Huan. Esperaba ganar 10.000 dólares por la difusión del video. Pero esta vez salió mal. El famoso youtuber cayó desde la cima del edificio y todo quedó registrado en la última de sus producciones. Allí se ven sus angustiosos esfuerzos por sostenerse antes de caer al vacío. Al cuerpo de Wu lo localizó un limpiador de ventanas, minutos después, en una terraza vecina.
La muerte de Wu conmovió a Internet, pero no fue la única protagonizada por un youtuber en los últimos días. Una segunda muerte tendría el mismo impacto. Se trata de la del “Pirata de Culiacán”, un adolescente mexicano de 17 años que había acumulado más de un millón de seguidores en Internet, cuando se popularizaron videos en los que se mostraba ostentando autos caros, pilas de billetes y un alto consumo de alcohol.
Juan Luis Lagunas Rosales, tal era su nombre real, lavaba autos en las calles hasta que empezó a aparecer en videos donde consumía grandes cantidades de alcohol hasta quedar inconsciente o se acercaba demasiado a un tigre de bengala. En uno de sus últimos videos, Laguna Rosales, que llegó a amasar una fortuna haciendo presentaciones en vivo y apareciendo en videos de cantantes famosos, insultaba a un capo del narcotráfico mexicano. Pocos días después moría asesinado de 15 balazos en un bar de Jalisco, sin que hasta ahora se haya demostrado una hilación entre los dos hechos.
El asesinato del Pirata de Culiacán tuvo mucho eco mediático y hasta motivó que un grupo le compusiera un “corrido” a su memoria. Pero, en un doloroso contraste, pasaron días enteros hasta que una tía fue a reclamar su cuerpo, que fue despedido en una ceremonia a la que fueron muy pocas personas.
A estas dos tragedias conocidas en la última semana se suman otras anteriores que también involucraron a referentes de esta novedosa forma de comunicación y entretenimiento nacida en Internet.
Se trata, claro está, de casos aislados y extremos: la mayoría de los referentes de los youtubers en el mundo superan en popularidad a las estrellas del pop y a las de la televisión tradicional sin coquetear con el riesgo y basándose en el humor: lo hacen apelando a una simpatía y frescura que les permitió conquistar el corazón de los milenialls y forjar, además de una popularidad imbatible, carreras rentables en distintos países ante un público mayoritariamente, de entre 13 y 17 años.
Con todo, existen otros antecedentes de iniciativas extremas que terminaron mal y “el panteón de los youtubers” ya enumera varios nombres, a pesar de lo reciente de la tendencia.
Entre ellos se encuentra el de Christina Grimme, que saltó a la fama a través de Youtube como cantante y murió asesinada por un fan -que después se suicidó- tras ofrecer uno de sus conciertos en un caso que enlutó a Estados Unidos, ya que la joven había llevado su popularidad también a un programa de nuevos talentos.
Su caso se suma a otros que resultaron igualmente notorios, pero por lo extremo de la propuesta.
Uno de ellos fue el de Monalisa Pérez y Pedro Ruiz, que iniciaron su actividad en youtube para reflejar la vida de una pareja de padres adolescentes (ella tenía entonces 19 años y su novio 22).
En junio de este año grabaron un video en el que la chica disparaba sobre su novio mientras éste se protegía con un libro. Pero el libro no fue suficiente barrera y Ruiz murió como consecuencia del disparo.
En marzo de 2016 había muerto Sharissa Turk, una bailarina y cantante de 25 años que se hizo famosa en YouTube en 2012 por sus videos sociales que alertaban del peligro de consumir drogas.
Conocida en Internet como “Hada Azul”, Turk murió como consecuencia de una sobredosis.
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