Nuevos retos judiciales a las medidas del magnate
| 1 de Febrero de 2017 | 03:04

Los desafíos judiciales a la primera medida del presidente Donald Trump para restringir los flujos migratorios a EE UU aumentaron ayer, luego de que el estado de Massachusetts y la ciudad de San Francisco presentaron demandas contra dos de sus primeros decretos. Massachusetts se unió a la batalla legal contra las medidas de Trump que impiden el ingreso a EE UU de ciudadanos de siete países con población mayoritariamente musulmana, una decisión que la Casa Blanca consideró necesaria para mejorar la seguridad del país. La demanda argumenta que el decreto viola las garantías de la Constitución a la libertad religiosa.
Por su parte, al anunciar la presentación de su recurso, el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, aseguró que el decreto es “inconstitucional, ilegal y fundamentalmente antiestadounidense”.
En tanto, la ciudad californiana de San Francisco presentó una demanda contra el decreto que instruye al gobierno de EE UU a retener los fondos destinados a ciudades que adoptaron políticas de “santuario” (que los cobijan) con inmigrantes sin documentos.
La demanda, presentada por el abogado de la ciudad de San Francisco, Dennis Herrera, es el primer desafío contra el decreto que llega a los tribunales por una de las ciudades afectadas. El texto de la denuncia indica que la orden viola la Décima Enmienda de la Constitución, que afirma que los poderes no garantizados al gobierno federal deben recaer en los estados. “En una flagrante indiferencia ante la ley, el presidente de EE UU busca coaccionar a las autoridades locales para que abandonen las denominadas leyes y políticas de ‘ciudad santuario’”, indicó la demanda, presentada en la corte federal de San Francisco.
Estas demandas se suman a la iniciada por la fiscalía del estado de Washington contra el decreto que prohibe la entrada al país a ciudadanos de ciertos países musulmanes. Este recurso judicial presentado por Washington el lunes en la corte federal de Seattle, fue apoyado por los gigantes tecnológicos Amazon, Microsoft y Expedia (compañía global de viajes), todos afincados en ese estado.
“Somos un país de inmigrantes cuyos diversos antecedentes, ideas y puntos de vista nos han ayudado a construir e inventar como nación por más de 240 años”, afirmó Jeff Bezos, presidente de Amazon, en un mail interno a los empleados de la empresa. “Ninguna nación es mejor a la hora de aprovechar las energías y talentos de los inmigrantes. Es una ventaja competitiva significativa para nuestro país, una ventaja que no debemos debilitar”. Bezos prometió apoyar a todos los empleados de Amazon en EE UU y en el mundo que sean afectados por esta orden. Abogados de la empresa prepararon “una declaración de apoyo” a la demanda, escribió Bezos en el mail.
La demanda denuncia que las restricciones a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana está perjudicando la economía del estado de Washington y sus compañías. Amazon tiene más de 40.000 empleados en el estado de Washington y más de 180.000 en EE UU y provienen “de todos los rincones del mundo”.
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