El colmo: llegó a robar en una silla de ruedas y salió corriendo

Siete de la mañana. Barrio El Dique de Ensenada. Un joven lleva a otro en una silla de ruedas. De repente, llega un remís y le hacen señas. El auto paró y quienes parecían ocasionales clientes, se convirtieron en ladrones.

Uno de cada lado de las ventanillas delanteras, mostraron que tenían un arma y apuraron la definición del atraco.

¿Las causas? Justo por el lugar pasaba un móvil policial y, ante las señas del chofer, los jóvenes salieron a la carrera.

El insólito episodio tuvo lugar en la calle 125 entre 39 y 40 y generó un gran revuelo vecinal.

De acuerdo al reporte oficial, los agentes, pertenecientes al Comando de Patrulla de esa ciudad, se entrevistaron con la víctima, que conducía un Fiat Siena blanco.

En ese instante, el remisero le avisó a los efectivos que había sido despojado de dinero y otras pertenencias, por lo que se inició un operativo para dar con los sospechosos, a quienes vieron ingresar a una finca de 125 y 40.

En esas circunstancias, los agentes irrumpieron en ese domicilio, pero tuvieron que seguir la carrera por los techos de las casas linderas, ya que los ladrones no pararon de correr ni un instante.

A esa altura de la mañana, el barrio era un polvorín. Y ya había más uniformados, ahora de la Local.

El operativo finalizó en 40 entre 125 y 126, cuando los sospechosos fueron descubiertos agazapados en el patio de una construcción.

Ahí fue cuando los identificaron y descubrieron que se trataba de dos integrantes de la banda de “Los Pepitos” (ver aparte): uno de 17 años y otro de 13.

En su poder, se incautó un revólver calibre 38 con dos proyectiles en su interior, una vaina servida, una culata desarmada , un teléfono celular y la suma de 700 pesos.

En ese momento, se acercó a la escena el remisero, quien reconoció el teléfono y el dinero como propio.

La causa, en la que tomó intervención la UFI de Responsabilidad Penal Juvenil en turno de La Plata, quedó caratulada como “robo calificado por el uso de arma de fuego”, aunque se sabe que sobre el chico de 13 años la Justicia no podrá hacer nada, ya que es inimputable. Salvo dictarle una medida de seguridad, si considera que puede representar un peligro para sí o para terceros.

Respecto del más grande, trascendió que tendría antecedentes con la misma modalidad en las comisarías tercera de Ensenada y segunda, cuarta y quinta de La Plata.