Ese karma de perder partidos que asoman como accesibles

Después de ganar como visitante por la Libertadores, de quedarse una vez más con el clásico platense y de robarle un empate a Boca con más actitud que fútbol, Estudiantes retrocedió varios casilleros en su derrota contra Olimpo de Bahía Blanca. Peor aun: dejó escapar una fecha que parecía diagramada por el propio Nelson Vivas para pisar fuerte en ese objetivo de jugar la Copa en 2018 y, de paso, meterle algo de presión a Boca.

De haber ganado su partido de anoche habría cerrado la fecha en el tercer lugar, a sólo cinco puntos del Xeneize y por delante de ese pelotón que pelea por cerrar el torneo entre los primeros cinco equipos. La derrota, por lo contrario, lo dejó en el sexto puesto con varios rivales que le soplan en la nuca, como Independiente y, ahora Rosario Central.

Increíble el partido que perdió ayer Estudiantes. No porque no haya sido superado, sino porque empezó ganando, se lo dieron vuelta por errores propios y, en desventaja, tuvo tres chances de gol que no se desperdician ni en una práctica.

El partido fue un calco al que le ganó a finales de 2016 San Martín de San Juan, un rival limitado que a la fecha siguiente recibió una goleada de seis goles. Lo mismo con Banfield, equipo al que le generó diez situaciones clarísimas de gol. Ni hablar del partido que dejó escapar en el último minuto ante Vélez, por un error de Mariano Andújar. También se viene al recuerdo la caída ante Defensa y Justicia en La Plata, también después de comenzar ganando.

También dos equipos con poco presupuesto y nada de juego lo dejaron afuera de competencias como la Copa Sudamericana y Copa Argentina, ambas el año pasado. El primer verdugo fue Unión, en la cancha de Quilmes y por penales. Luego el que se puso el traje de verdugo fue Belgrano. Los dos equipos fueron eliminados en la fase siguiente y perdieron a sus entrenadores.

Duele y preocupa la derrota en Bahía Blanca, porque todos los puntos que perdió en este torneo fueron ante rivales que pelean abajo. Del lote de los primeros 10 equipos sólo perdió contra el Taladro. A los demás, les ganó o empató. Además, llevaba 9 partidos sin derrotas, lo que habla de una superación general del equipo, que pelea en el torneo y que fue un dolor de cabeza para los grandes. Pero pierde con los más débiles. Incluso les ganó con mucho sufrimiento a Patronato, Sarmiento, Arsenal y Temperley, a los cuatro en La Plata.

¿Por qué le cuestan tanto los rivales “accesibles”? Sin dudas un tema que Nelson Vivas deberá profundizar en el Country. De lo contrario seguirá en caída libre y ese objetivo al alcance de la mano se escurrirá como la arena. Depende de Estudiantes y de la voluntad que exista de clasificar a la próxima Copa Libertadores. Plantel tiene el fixture parece hacerle un guiño. Pero jugando así, no.