Es necesario contar con una cantidad segura de donantes de sangre durante todo el año

La habilitación de diferentes centros de recepción para donantes de sangre en nuestra ciudad, como eje de una jornada organizada por el Instituto de Hemoterapia y la Municipalidad local, en homenaje al Día Mundial del Donante, se tradujo en la presentación de más de 260 voluntarios que asistieron a los distintos puntos asignados y que podrían, a partir de ahora, sumarse a la dotación estable de dadores.

Se trató, por cierto, de una exitosa experiencia que incluyó la iluminación en rojo del palacio municipal y de la rotonda de la bajada de la autopista en nuestra ciudad. En ese marco fue que se impulsaron tres colectas que permitieron la presencia de voluntarios en los distintos puntos asignados para recibir el aporte solidario.

Con posterioridad el Instituto convocó nuevamente a todas las personas en condiciones de donar sangre, de entre 16 y 75 años de edad, a ofrecerse como voluntarios, presentándose para ello de lunes a viernes en ese centro de salud, ubicado en cercanías del Hospital de Niños de nuestra ciudad.

Han sido numerosas las ocasiones en las que se ha enfatizado sobre la necesidad de que se vea garantizada una cantidad segura de donantes de sangre en todo el año. Se sabe que últimamente se han visto incrementadas las oscilaciones en la cantidad de donantes, en especial durante los períodos de vacaciones, originándose por ello mermas muy preocupantes en los aportes solidarios.

Así lo ha hecho saber en fecha no lejana la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología, cuyos directivos aludieron, entre otros temas, al mayor número de accidentes de tránsito que se registran derivándose de allí picos de demanda que no pueden verse cubiertos.

Se ha estimado que en nuestro país bastaría con que se recolecte un poco más de treinta donaciones de 450 mililitros de sangre por cada mil habitantes al año, para que no faltase sangre para usar en ningún hospital. En la actualidad la Argentina cuenta con unos 24 donantes voluntarios de sangre por mil habitantes. Se estimó además que hay en el país unos 12 millones de personas en condiciones de dar sangre, por lo que se necesitaría que sólo un 2 por ciento lo haga dos veces por año para cubrir la demanda.

En nuestra ciudad también se suelen registrar fuertes mermas en la cantidad de donantes, causadas generalmente por los períodos de vacaciones, aun cuando las necesidades siguen siendo las mismas a lo largo de todo el año. Por eso en anteriores ocasiones se puso de relieve aquí el ejemplo de comunidades ejemplares en esta materia. En Nueve de Julio y en Pehuajó, por citar casos cercanos, el 80 por ciento de las donaciones corresponde a dadores habituales, sin emergencias o familiares de por medio.

Es evidente que sólo un porcentaje determinado de donantes seguros garantiza una provisión adecuada de sangre. Por lo tanto, el único camino posible para corregir la situación es la realización de campañas permanentes e intensivas de concientización que, en primer lugar, notifiquen a la sociedad de esta problemática que, como se dijo, resulta en general desconocida. Y en segundo término, instalen con claridad y profundidad la importancia de contar con la sangre necesaria para atender a un herido o un enfermo que la requiera; una importancia que pasa por la vida y la muerte.