El día después de la tormenta en Estudiantes

La confesión de Juan Sebastián Verón del miércoles pasado, cuando dijo que estaba pensando en dar un paso al costado, fue el detonante para que una parte de la familia Pincha se empiece a movilizar.

Por lo pronto, a través de las redes sociales y en cadenas de whatssap, admiradores y fanáticos se convocaron para esta noche (19:30) en la puerta de la Sede “en favor de Verón, Bilardo y Estudiantes”.

Además, filiales, agrupaciones y dirigentes corrieron detrás de una importante solicitada (ver página 7) en apoyo a Juan Sebastián Verón, destacando logros de la gestión. Firmaron en su mayoría admiradores del interior del país, pero los ideólogos están de La Plata. Otros, con nombre y apellido (y varios con seudónimos) participaron en las redes sociales

El presidente también llevó tranquilidad a los hinchas. Al mediodía recorrió algunos medios para repetir que se sentía mal por lo que había ocurrido y que en breve la noticia del crédito del banco chino para terminar las obras en 57 y iba a ser una noticia para celebrar.

Otra voz necesaria que ayer dijo presente en la Super Jueves Pincha fue la de Nelson Vivas, quien habló maravillas de su paso por la institución, lamentó la forma en la cual se precipitó su final y dejó la puerta abierta para volver algún día. “Estudiantes está por encima de todo, tenemos que estar unidos”, dijo el ex entrenador que el lunes se había ido muy molesto del Country.

SOSPECHOSOS PANFLETOS

La mañana no había comenzado bien para la armonía buscada, ya que unos panfletos fueron arrojados en determinados sectores de la Ciudad, con la firma de Los Leales... a Estudiantes. “Verón, NO sos el dueño del club. ¡Los ídolos se respetan! El club es de los socios”, el mensaje. La barra, con esa denominación, dijo no tener nada que ver. ¿Entonces quién fue el autor material e intelectual? Más tarde se empezó a vincular a un grupo de socios cercanos a la CD, buscando instalar una guerra política que no existe hoy en Estudiantes. Es un sector que busca permanentemente enemigos donde no los hay, como lógica para avanzar.