Lilita, el caballito de batalla del macrismo

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Por JUAN PABLO COSTA

Lilita Carrió está feliz. Al menos eso admiten desde su entorno. Dejó atrás las durísimas peleas con María Eugenia Vidal por su expreso deseo de dar batalla en territorio bonaerense, y ella misma se convenció de que su precandidatura a diputada por la Ciudad de Buenos Aires era la mejor opción en estas PASO. Y una muestra de ello es que se mantuvo firme al lado de la Gobernadora, con quien hizo campaña codo a codo. Por eso afirmó su postulación a medida que llegaba a sus oídos que, al menos en los números previos, se metía en el bolsillo a los porteños. No es menor el dato de que el propio Macri la tiene desde un principio como su principal socio político ya que fue una de las fundadoras de Cambiemos, el espacio que llegó a la presidencia hace casi dos años. Incluso dentro del oficialismo, algunos creen que es “un mal necesario”.

Hoy se juega más que un puesto. Hoy sale a la cancha con la espalda ancha porque entre los políticos argentinos de la actualidad es de los que mejor imagen tiene a nivel país, junto a Vidal. De ahí que se convirtió en el caballito de batalla del oficialismo, y particularmente del PRO porteño.

Defiende la gestión de Macri con uñas y dientes, aunque no le deja pasar una en el escenario que ella mejor se maneja como es el tema de la lucha contra la corrupción. Y una prueba cabal de esta afirmación es que criticó sin pelos en la lengua al primo del mandatario Jorge, al padre Franco y hasta disparó contra su amigo y titular de Boca, Daniel Angelici.

Hace dos décadas que Carrió viene batallando en la política y todo indica que ésta será su gran elección.

 

 

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