El horror detrás de “La novicia rebelde”

Por los excesos de su método educativo, se negaron a poner el nombre de la institutriz a una calle

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Tras la imagen de felices niños cantando por idílicos paisajes de Salzburgo que muestra la película “La novicia rebelde”, existió una realidad de maltrato a los hijos, hasta el punto de que la ciudad ha rechazado dedicar una calle a Maria von Trapp, la institutriz real a la que encarnó Julie Andrews en el filme.

Así, más de medio siglo después del estreno del mítico largometraje de 1965, que ganó cinco premios Oscar, ha fracasado esa iniciativa de homenajear a este personaje.

“Junto a descripciones de medidas disciplinarias mediante repetidas palizas recomendadas por ella, Von Trapp defiende con satisfacción, entre otras cosas, cómo destruyó mediante insultos la confianza en su feminidad de una de sus hijas”, explica un informe oficial sobre la conveniencia o no de nombrar esa calle.

Un documento que concluye que “no se recomienda poner el nombre de Maria von Trapp a una calle de Salzburgo”, como resume Sabine Veits-Falk, responsable de ese informe.

EL INFORME

Esta profesora de la Universidad de Salzburgo explica que para su dictamen se ha remitido tanto a las autobiografías de Von Trapp como al análisis que de ellas hizo la filóloga Renate Langer en 2001.

En ese trabajo, “Harmonie und Horror”, Langer enumera varios episodios en los que la propia Von Trapp cuenta su método educativo.

“Entonces, la llevé a la casa, la puse sobre las rodillas y le di una buena paliza”, explica sobre cómo castigó en una ocasión a su hijastra Martina, en su autobiografía de 1959 “A Family on Wheels: Further Adventures of the Trapp Family Singers”.

Para frenar lo que pensó era una actitud narcisista, Maria llegó a decirle a su hija Eleonore que tenía la “cara como un caballo”. La joven estuvo años sin mirarse a un espejo.

Veits-Falk reconoce la importancia de la familia Von Trapp para Salzburgo, no sólo por la enorme industria turística generada alrededor de la película, sino también por el fondo de ayuda a los necesitados que Maria lanzó tras la Segunda Guerra Mundial.

Y aunque la historiadora admite que puede que esos métodos educativos fueran la norma en el pasado, desde la perspectiva actual es “problemático” poner a una calle el nombre de quien ha “formulado blanco sobre negro esos consejos educativos”. “Me he remitido a que hoy día está prohibido en Austria cualquier tipo de uso de la violencia como método educativo y a que desde 2011 la Convención de los Derechos del Niño de la ONU establece que debe protegerse a los niños de cualquier tipo de violencia, maltrato, abandono”, explica.

 

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