Buscan fabricar oxígeno en Marte a partir del dióxido de carbono
Edición Impresa | 25 de Agosto de 2017 | 03:36

La agencia espacial estadounidense, NASA, comenzó a desarrollar un equipo para producir oxigeno a partir del abundante dióxido de carbono presente en la superficie de Marte, algo fundamental con miras a un futuro viaje tripulado al planeta rojo.
Así, la agencia espacial trabaja en el Moxie (Mars Oxigen In situ Experiment, según su sigla en inglés), un dispositivo para producir oxígeno en la misma atmósfera marciana a partir del dióxido de carbono, un gas que llega al 96% en ese planeta.
Una versión pequeña del dispositivo sería incluida en las próximas misiones no tripuladas para así ser testada en ese planeta, un destino al que los más optimistas creen que se podría llegar a partir del 2030.
Con una potencia de 300 vatios y una tasa de producción de diez gramos por hora, el Moxie recoge CO2, lo comprime y lo somete a un proceso electroquímico a más de 800 grados para producir oxígeno por electrolisis.
Al respecto, el administrador principal en la NASA, Robert Lightfoot, explicó que si el Mars 2020 da buenos resultados, ya tiene diseñados equipos Moxie hasta 100 veces más grandes para comenzar a preparar la llegada al planeta rojo.
El oxigeno podría comenzar a ser producido con antelación a la llegada de los colonizadores espaciales y no solo les permitiría vivir, sino que podría significar una mejora logística a la hora de preparar la vuelta a la Tierra.
El interés de la NASA por llevar a un humano a ese planeta supone nuevos desafíos técnicos derivados de la duración de un viaje que llevaría años y la consiguiente necesidad de suministros vitales para la tripulación.
Uno de los bienes escasos en la superficie del planeta rojo será el oxígeno, que sólo alcanza el 0.13 por ciento frente al 21% de la atmósfera terrestre.
“Cuando enviemos seres humanos a Marte, querremos que regresen sanos y salvos, y para eso necesitan un cohete para salir de allí. Un propulsor de oxígeno líquido es algo que hay que alimentar allí mismo y, de esta forma, no tendríamos que llevarlo con nosotros. Es mucho más fácil llevar un tanque de oxígeno vacío y llenarlo en Marte”, explicó Michael Hecht, científico a cargo del Moxie.
hacia alla vamos
Como se dijo, hace ya tiempo que la NASA piensa al planeta rojo como su próximo destino. “Estamos en un nuevo horizonte a punto de dar el siguiente paso gigante en lo profundo del sistema solar a medida que desarrollamos y probamos nuevas herramientas de vuelo en el camino a Marte”, se apuntó desde la agencia federal.
La exploración a Marte es algo que desde la década de los años 60 intentaron Estados Unidos y otros países de la Unión Europea, así como Rusia, India, China y Japón
Al finalizar la era del Apolo, es bueno recordar, los científicos se enfocaron en la tecnología necesaria para crear una nueva era de exploración. Una era que incluyó la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI), los transbordadores espaciales, el telescopio Hubble, el envío del robot Mars a Marte y la salida del Voyager 1 al espacio interestelar.
La exploración a Marte es algo que desde la década de los años 60 intentaron Estados Unidos y otros países de la Unión Europea, así como Rusia, India, China y Japón. Pero por ahora sólo Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea consiguieron colocar robots en el planeta rojo.
No hace mucho, cuando el administrador de la NASA Charles Bolden estuvo en el país, brindó una recordada charla pública en la sala de proyecciones del Planetario porteño en la que preguntó: ¿Por qué la NASA quiere viajar a Marte?”. El silencio de los poco más de 300 asistentes le dio paso a la respuesta del norteamericano: “Hay dos planetas que son similares a la Tierra, Martes y Venus, y vemos que Marte es muy parecido porque hay síntomas de que hubo agua y actividad en el agua, y en el área de la astrofísica nos hacemos la pregunta ¿cómo se formó el sistema solar, la galaxia?”.
Esa pregunta llevó a la NASA a estudiar a los asteroides Ceres y Vesta, y el planeta Plutón, que está en el borde de la galaxia. “La segunda pregunta es ¿estamos solos? -planteó Bolden ante un auditorio fascinado-. No sabemos todavía, pero podemos pensar en el futuro que Marte puede sostener alguna forma de vida, lo estuvimos estudiando con satélites durante años, y sabemos que su radiación es mala, pero no va a matar a la gente que viaje durante ocho meses desde la Tierra”.
Poco después de aquella visita, ahora la NASA ya empezó a trabajar para que en el planeta rojo el oxígeno no sea un sueño imposible.
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