El fanatismo por Harry Potter pone en peligro de extinción a una excéntrica ave

Se trata del búho que acompaña al joven mago en la historia. Un estudio relaciona la desaparición de esta especie con la popularidad de la saga

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No hace mucho ocurrió con “Buscando a Dory”, la producción de Pixar que, más allá de su éxito en los cines de todo el mundo, despertó la preocupación de distintos ambientalistas que veían cómo el pez cirujano regal, la especie que protagoniza el film, comenzaba a entrar en peligro por la creciente demanda de quienes querían tenerlo y así sacarlo de su hábitat natural. Ahora, lejos de las tranquilas aguas de Dory, algo similar parece ocurrir con los fanáticos de Harry Potter: la popularidad que se creó alrededor de las ocho películas y libros contribuyó a que sus millones de seguidores quieran tener objetos e incluso la mascota de Harry, Hedwig, el ave que lo acompaña a lo largo de la historia y que ahora, según se denuncia, entró en peligro de extinción por culpa de los fanáticos del mago. ¿Para tanto?

El ave en cuestión es el búho nival o búho salvaje, una especie característica del norte de Estados Unidos y del continente asiático y cuya vida ahora se vería amenazada. Concretamente, un estudio realizado por dos investigadores de Oxford Brookes, en el Reino Unido, culpó a la saga por la desaparición de esta excéntrica ave. Así, al menos, lo aseguran Vincent Nijman y Anna Nikaris, los científicos que apuntan contra los seguidores del mago y quienes realizaron la advertencia a través de un trabajo publicado en la revista de acceso abierto Global Ecology and Conservation y titulado “El efecto de Harry Potter: El aumento en el comercio de los búhos como mascotas en Java, Bali e Indonesia”.

Según se explica en este trabajo, la venta de este animal creció de forma exagerada y llamativa en los mercados de Asia. Luego del lanzamiento de la primer película, en el 2001, se vendieron aproximadamente 100 búhos. Para el 2016, este número había aumentado a 13 mil ejemplares, los cuales fueron sacados de su hábitat y vendidos por precios que rondaban los 10 y 30 dólares.

“En la década de 1990, al examinar los mercados de aves, se solían ver uno o dos búhos para venta entre miles de aves silvestres -apunta Nijman-. Ahora, volviendo a esos mismos mercados, podemos ver docenas de búhos para la venta de una amplia gama de especies y los búhos están siempre presentes, todos tomados de la naturaleza”.

Los científicos pusieron especial atención en los mercados de Indonesia, un país donde Harry Potter tiene un nivel de fanatismo impensado y cuyos fanáticos se vienen volcando en masa a la compra de lo que consideran “la mascota del mago”.

Para Nikaris, como se dijo otra de las hacedoras del estudio, resulta “muy doloroso ver a los animales nocturnos, como los búhos, en los mercados y mirando sorprendidos y estresados bajo el sol brillante. A menudo sólo se alimentan de agua y arroz, haciendo la situación más lamentable. Alrededor de la mitad de los 2 mil búhos que encontramos en los mercados eran polluelos tórridos, sacados de sus nidos, y esperamos que la mayoría de ellos mueran en cuestión de semanas; esto no parece ser un comercio sostenible”.

El búho Hedwig, muchos los sabrán, acompaña en la narrativa de la saga de Rowling al mago en sus aventuras, y pasa mucho tiempo en una jaula -un hecho que al mismo protagonista le duele-. Al ser salvajes, estos búhos pierden toda capacidad de interacción con otros animales de su especie al ser enjaulados como en la película.

El estudio, además, reveló que la vida de estos animales se reduce considerablemente al estar domesticado, y el alcance de esta advertencia comenzó a cobrar tanta fuerza en los últimos días que hasta la propia J.K. Rowling, autora de la saga, decidió tomar partido en el asunto: “Los que creen que son buenas mascotas, están muy equivocados”, aseguró.

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