Ciudad fuera de control, con vándalos, bandas internacionales y “porro” con bosta

En el departamento Judicial La Plata el robo a mano armada dio un salto de más del 80 % de un año a otro, lo que ubica a la capital de la Provincia en algunos de los peores podios del delito y la actuación penal. Aunque esa información se desprende de las últimas estadísticas oficiales del Ministerio Público bonaerense (correspondientes al año 2016), en las últimas semanas se han sucedido postales diarias de miedo y descontrol en su entorno urbano, que activaron nuevas preocupaciones y promovieron actuaciones sin antecedentes a la vista.

Jueves: “El señor de los blindados” fue perforado por una investigación que detectó el ingreso de 20 kilos de cocaína, un cargamento que tenía a La Plata entre los destinos de venta al menudeo junto con capital federal y el oeste del Conurbano. Viernes: Un venezolano y un dominicano fueron interceptados por policías de la Federal cuando se disponían a retirar una encomienda de la sede del correo, en 4 y 51, con un cargamento de unas 20 mil pastillas de éxtasis que llegaban desde Bélgica. Sábado: en la bajada de la autopista frenaron el paso a un cargamento de 220 kilogramos de marihuana de Paraguay con destino final en El Palihue, sede de la factoría donde se realizaría el fraccionamiento y estiramiento con bosta de caballo. Este procedimiento, realizado a mano o con una licuadora, es clásico del narcomenudeo. Así se multiplican las ganancias que en medio del descontrol hacen crecer las bandas en los barrios.

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Al Palihue hay que llegar con cuidado. Tres días después, un allanamiento obtuvo “cero” resultado. “Cuando estábamos a unas diez cuadras, los soldaditos les estaban avisando”, calculó uno de los investigadores. Según datos que se manejan en la Policía y la Justicia, hay chicos con o sin armas, asignados al blindaje de los puntos de venta de marihuana o cocaína. Así era, antes, en las películas o los relatos sobre puntos calientes del Conurbano o Rosario.

En El Mercadito, el batallón tiene chicos de 12 a 20 años. “Estos que nos saludan, hasta hace unos meses nos tiraban piedras cuando veníamos”, le dice a este diario un efectivo de la Federal, especialista en “manejo de la calle”, en una recorrida por esa zona prácticamente ocupada por más de 200 efectivos desde hace dos semanas. Algunos lucen de menos que 12, con caras de niño. “Los más chicos con piedras o gomeras y los más grandes, con armas, tenían como misión avisar quién se acercaba”, dice una fuente del barrio. El operativo de saturación empezó el martes 3 de abril luego de semanas de batallas nocturnas a tiros entre bandas de ese barrio y el área de Ringuelet lindante con las vías.

Los vecinos juntaron en sus patios y calles 420 vainas servidas y mostraron a la Justicia los agujeros en paredes y aberturas de sus casas. También contaron que la noche los encontraba refugiados bajo sus cama, cubriendo a los chicos con el cuerpo. En dos semanas, fueron detenidas 20 personas, la mitad con acusaciones por infringir la ley 23.737 que pena la tenencia y comercialización de estupefacientes.

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Los problemas en El Mercadito cobraron tal magnitud que la Policía llegó con 500 efectivos, una tanqueta y un helicóptero.

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A unas 40 cuadras, en la Zona Roja, hay otro cuadro de la explotación de menores. Los vecinos denuncian a una organización de narcomenudeo que utiliza chicos en situación de riesgo para la venta de droga e incluso la prostitución. La Asamblea Vecinal de El Mondongo lo expuso ante policías, funcionarios judiciales y de las áreas de niñez del Municipio y la Provincia, contó a este diario uno de sus referentes. Según datos del Municipio, en lo que va del año, en la Zona se produjeron 38 detenciones. A la vez, en los operativos fueron identificados 24 menores.
 

Esta radiografía de delitos afecta a menores que viven a cuadras de estos puntos, en El Mondongo, o vienen a diario desde Villa Elvira. A algunos también se los ubica como protagonistas de hechos de vandalismo y robo a comercios en el Centro, un flagelo con presencia diaria que también integra a mayores de edad. En todo el área hay un reclamo sostenido de los comerciantes por un esquema de patrullaje y control de delitos capaz de frenar la ola de ataques.

“Más allá de que el delito está, hay buena recepción de nuestras inquietudes en la Policía. Tenemos un grupo de WhatsApp donde se vuelcan los problemas y enseguida están los móviles. Hay un problema que va más allá, por el lado de la Justicia: cuando detienen a alguien, queda libre y vuelve a delinquir. En los últimos meses notamos más participación con móviles y efectivos de a pie”, dijo Alberto Catullo, referente de la Asociación de Amigos de Calle 12. El dirigente pidió monitoreo electrónico: “De noche, el patrullero pasa, pero una vez que se fue, el delincuente sabe que tiene tiempo para actuar. Por eso, queremos cámaras para prevenir el delito”.

Los comercios son castigados con robos a toda hora. De día está la inquietud por los asaltos a mano armada, los robos en la modalidad de “piraña” con grupos de adolescentes y hasta niños con energía para recorrer amplias áreas, durante varias horas, arrebatando mercadería, plata o carteras, y las clásicas “mecheras” de robo sigiloso.
 

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De madrugada, la alarma indica la pérdida de plata que queda en la caja, mercadería y los costos de la reparación de vidrios y puertas. El descontrol se extiende a la infraestructura urbana y no solo afecta a las casas y comercios con daños y grafitis. Según estimaciones de la Municipalidad, los daños en plazas, parques, calles y edificios públicos exigen una inversión anual equivalente a lo que salen 800 cámaras de monitoreo público como las que reclaman en calle 12, justamente para prevenir daños y delitos. La Municipalidad anunció que este año sumará 600 dispositivos al sistema público local, que así llegaría a mil “ojos” en toda la Ciudad.

El reclamo de mayor patrullaje se repite en la Ciudad. El diputado platense Guillermo Escudero, quien sostiene ruedas de conversación con vecinos sobre la temática de la seguridad, señaló que “en los últimos meses directamente se dio de baja el plan director de seguridad, que hace más de una década creó el patrullajes por cuadrículas. Desde entonces, no se sabe qué sistema se está usando como para garantizar que haya móviles recorriendo la Ciudad”. A la vez, el legislador viene sosteniendo que los patrulleros en funcionamiento en La Plata no alcanzan para cubrir las 88 zonas en las que se divide a sus barrios y zonas rurales. Desde el Municipio se aclaró que “de ninguna manera se dio de baja el sistema de cuadrículas”. Se indicó que en las últimas semanas, con la asignación de 35 nuevos patrulleros, sumados a los alrededor de 40 que ya tenía el Comando de Patrullas, se logra cubrir todas las zonas. Según la fuente oficial, a los vehículos de este órgano se suman 30 móviles de la Policía Local.

La última estadística disponible de la Procuración general de la Suprema Corte de Justicia Provincial indica que la cantidad de delitos denunciados en 2016 aumentó 3,8% en relación con el año anterior. El Departamento Judicial La Plata es el tercero entre los que más subió: se abrieron 4.765 causas más que en 2015, un 8,4 % arriba. Cuando se desarman esos números aparece un dato impactante: los robos a mano armada se incrementaron un 81,3 % en relación con 2015.

En términos generales, los números del Departamento Judicial La Plata están por debajo de los de Zárate Campana (la suba total de denuncias fue de 11.9 %, con 2.431 causas más); y Necochea (10,3 %, o 642 expedientes por encima de los de 2015). La Plata tiene el mayor índice de homicidios, pero sólo si se le suman a los dolosos (que fueron 57 en 2016), los culposos, un total de 205, según las últimas cifras de la Procuración (las del año 2017 se conocerán en pocos meses).

Un relevamiento de este diario indica que en 2018 ya hubo 22 crímenes. En menos de un tercio del año ya se alcanzó la mitad de los asesinatos registrados en todo 2017.

En la columna de homicidios se incluyen los culposos, un rubro estadístico engrosado por las víctimas fatales de accidentes de tránsito, otra marca lacerante que habla de los comportamientos en el entorno urbano. En 2017 la Región sumó 107 muertes y en el primer trimestre de este año ya van 25.

Un funcionario vinculado con las investigaciones judiciales en el sistema Provincial analizó que estos números “indican un fenómeno de conurbanización para la Ciudad, por los fenómenos delictivos que se observan”. La fuente destacó que “por un lado, este tipo de ambiente no tiene tanta resonancia en distritos del Conurbano porque carecen de la repercusión que tiene esta Ciudad como capital de la Provincia y a la vez, aquí las bandas actúan en forma concentrada en un mismo punto, mientras que en el Conurbano los números estadísticos se diluyen por la proximidad de los distritos, prácticamente divididos por una avenida”.

En la “zona roja”, los vecinos denuncian que menores son usados para vender droga y prostituirlos