Una escuela centenaria que necesita un poco de ayuda

Sin baño habilitado para los varones, con apenas unos pocos inodoros para casi 700 chicos que estudian en el establecimiento y los techos que se llueven, funcionarios provinciales y comunales acordaron con autoridades de la escuela y padres encarar una serie de arreglos. Pero por ahora la solución avanza a “lomo de mula”

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Por ESTEBAN PÉREZ FERNÁNDEZ
eperezfernandez@eldia.com.ar

La escuela más antigua de City Bell pasa hoy por un momento crítico por obras inconclusas y deterioro acumulado con el paso de los años que llevaron a docentes y padres a reclamar arreglos urgentes, ya que los alumnos padecen las necesidades edilicias y de infraestructura en su quehacer diario, al punto de tener que compartir el baño de mujeres por no tener en funcionamiento el de varones, en un lugar con una matrícula que roza los 600 estudiantes de los tres turnos de la primaria.

La Escuela Nº 12 Doctor Victoriano E. Montes, ubicada en 11 esquina 4 (469 y 14 A para la nueva denominación) no solo moviliza a la comunidad educativa. Los vecinos sienten una pertenencia muy especial con el establecimiento que funciona en el mismo lugar desde 1930, pero que en 1920 fue el primer centro educativo del pueblo, que funcionaba en la casa de la familia Zambrano en calle 8 entre 15 y Pellegrini.

Hoy, casi 100 años después, la modernidad muchas veces les pasa por encima a estos edificios antiguos que necesitan, como toda edificación, mantenimiento y arreglos que muchas veces no llegan.

Al cierre de esta nota, obreros trabajaban en el arreglo del baño de mujeres, por lo que ningún alumno contaba con un baño utilizable, y las autoridades se debatían en suspender las clases hasta nuevo aviso.

Por eso, un grupo de padres de “La 12” y de la Escuela N° 4 (secundaria para adultos) que funciona en el mismo edificio en horario vespertino, se movilizó para que reparen el baño de varones porque los más de 600 chicos tienen que compartir un sólo baño, el de las chicas, y apenas cinco inodoros. Además, reclamaron el arreglo de los techos porque cada vez que llueve se inunda el edificio y pone en riesgo las clases.

Según cuentan en la comunidad educativa, en noviembre comenzaron a realizar los trabajos en el baño de varones. Llegó enero y se paralizó la obra, la retomaron en febrero, y hace unas semanas dejaron los trabajos y todo quedó pendiente e inutilizable.

Cansados del abandono al que son sometidos cientos de alumnos, los padres empezaron a juntar firmas para pedirle soluciones a las autoridades de la cartera educativa provincial.

PROMESAS

Ante este panorama, se reunieron en el edificio de la escuela representantes del Consejo Escolar, una inspectora, personal de la Dirección Provincial de Infraestructura, el ingeniero a cargo de la obra, directiva de las escuelas 12 y 4, integrantes de las cooperadoras de ambos establecimiento, padres y representantes gremiales. El resultado fue la firma de un acta en la que se comprometieron a culminar los trabajos y a establecer plazos para los mismos.

Los padres empezaron a juntar firmas para pedirle soluciones a las autoridades de la cartera educativa provincial

 

En ese acta, a la que tuvo acceso este diario, acordaron retomar los trabajos en el baño de varones finalizarlos esta semana; en cuanto a los techos, colocar una membrana provisionalmente hasta terminar trabajo un de zinguería que demandará de 30 a 45 días; en los patios externos inicialmente se destaparán cañerías de desagües pluviales y en el período de receso escolar se cambiarán caños de desagüe del edificio. Respecto a la calefacción del establecimiento se acuerda que personal del consejo escolar realizará el relevamiento correspondiente y durante el fin de semana que comienza mañana se cambiarán y arreglarán las estufas necesarias. Como el plazo de ejecución de la obra inicialmente fue pautado en 90 días, debido a las demoras se estableció un nuevo plazo de finalización de la obra.

Además, directivos y padres reclamaron artículos de limpieza, porque no recibían desde hace mucho tiempo, según relataron a este diario, aunque aclararon que tras la reunión les enviaron estos productos y se comprometieron a mandar todos los meses.

Emilia Feletto es docente de la escuela y madre de una alumna. Tras participar en las reuniones, le contó a este diario que “estamos satisfechos por el compromiso asumido y porque vinieron a la escuela. Ahora esperamos que cumplan. Como familias seguimos movilizados, le informamos al resto de padres y madres que este es un primer logro, una promesa de gente que está en la gestión y queremos creer que en poco tiempo van a estar resueltos estos problemas que tenemos que son los más urgentes que tienen que ver con la seguridad de los chicos”.

Con respecto al deterioro edilicio, la docente y vecina de City Bell explicó que “siempre hay reclamos de arreglos de infraestructura y cuando se rompen cosas tenemos que pedir muchas veces para que vengan. Falta mobiliario y pintura para las paredes. Nosotros damos una chance para que nos demuestren que las obras se van a hacer, que estos problemas gravísimos que tuvimos estos dos meses se van a empezar a solucionar de a poco, pero respetando los plazos que se dieron. Nosotros seguimos organizados en nuestra asamblea para seguir las cosas que van surgiendo y si tenemos que volver a insistir lo vamos a seguir haciendo. Tenemos una primera conformidad porque queremos creer en la palabra. Por ahora la lluvia no ayuda mucho para avanzar con los arreglos, pero vamos a seguir en alerta como hace una semana o como hace dos meses”.

“Siguen dictando clases haciendo malabares y con el riesgo de que pueda ocurrir cualquier cosa”, dijo Laura Aued, otra madre movilizada por los problemas del colegio.

 

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