El seleccionado parte a Rusia cargado de ilusión mundialista

Atrás quedó la parte fuerte de la preparación, no sólo en lo físico y futbolístico, sino también en lo emocional.

Ya sin margen de error y con la cabeza puesta específicamente en el debut ante Islandia del próximo sábado, la selección Argentina deja España para emprender el viaje que los depositará definitivamente en tierras rusas.

Una vez que el lujoso avión contratado por AFA aterrice en Moscú, toda la delegación se dirigirá directamente al búnker que la Argentina tiene en Bronnitsy, a 55 kilómetros de la capital. Allí permanecerán hasta el sábado 16, momento en que darán inicio a la cita ecuménica, cuando deban trasladarse al estadio del Spartak, para enfrentarse a los nórdicos por la primera fecha del Grupo D.

BRONNITSY, LA CASA ARGENTINA

El complejo está ubicado a 35 minutos del aeropuerto de Zhukovsky, y a apenas 10 minutos del centro de la ciudad. La AFA intervino para refaccionarlo y ponerlo en condiciones necesarias para recibir a sus estrellas mundialistas.

Una vez que la Selección consiguió su boleto para Rusia, las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino se movieron con suma presura y consiguieron que los 23 elegidos por Sampaoli se hospeden en un predio de la ciudad de Bronnitsy, la cual se encuentra a 55 kilómetros de Moscú, lugar de la gran final.

El complejo, llamado Bronnitsy Training Centre, es un lugar de alto rendimiento deportivo que hasta hace algunos meses no era “digno” de recibir a un seleccionado de la talla de la Argentina, según allegados a la AFA. Por esta razón, el ente regulador del fútbol nacional decidió la inversión de varios millones de dólares, con alguna colaboración de la FIFA, para refaccionarlo.

Si bien los vaivenes y las desprolijidades complicaron la elección del búnker, el resultado final sorprendió a los periodistas presentes en el país europeo. Con un ploteo total con la cara de los jugadores y los colores nacionales, el centro de Bronnitsy exhibe un gran cambio en comparación a lo que era.

Con el aporte de AFA, el centro se convirtió en un lugar cinco estrellas para albergar, entre otros, al mejor jugador del mundo.

En el primer piso hay una zona de confort, con juegos que van desde una mesa de ping pong, cancha de fútbol tenis, una de básquet, hasta una pista de dardos, un kit de boxeo y una pista de tiro con arco y flecha.

En el segundo nivel hay un total de 18 habitaciones. Como dato llamativo, el cuerpo técnico, con Sampaoli a la cabeza estará ubicado en el tercer piso, junto al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y al resto de los directivos.

Tanto la zona de confort, como las cuatro canchas que tiene el lugar para los entrenamientos, las habitaciones de los jugadores y el imponente gimnasio hecho con aparatos nuevos y de última tecnología para los jugadores, están decorados hasta el más mínimo detalle: fotos de los protagonistas, frases alentadoras, fragmentos del himno y una temática del estilo gladiador.

Frente a las amenazas que recibió el gobierno ruso de distintas organizaciones terroristas en la previa al Mundial, el nivel de seguridad del complejo es extremadamente alto. Hay una suerte de triple control, con scanner, y una revisión exhaustiva de cada pertenencia a la hora de intentar tan solo acercarse al lugar donde estarán los futbolistas argentinos.

Siendo número impar lo convocados, el único que dormirá solo será Banega, el resto de los dormirá en parejas conformadas de la siguiente manera: Acuña y Salvio; Tagliafico y Meza; Caballero y Armani; Guzmán y Fazio; Dybala e Higuaín; Messi y Agüero; Mascherano y Biglia, Otamendi y Rojo; Mercado y el reemplazante de Lanzini; Di María y Lo Celso, compañeros en PSG.