Pensar en la solidez para luego abastecer adelante

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Troglio entiende que el 4-3-3 no resultó de acuerdo a los esperado. Pese a haber creado bastante frente a Banfield, la ineficacia en el frente de ataque terminó por pesar y el equipo terminó cayendo, tanto frente al Taladro, como en la deslucida versión ante Talleres. Es por esto que el DT, en su afán de buscar el mejor rendimiento de sus dirigidos, metió mano en el esquema y se decidió por un 4-2-3-1. Buscando mayor contención en el medio, con el ingreso de un Luciano Perdomo que no juega de manera oficial desde el 27 de mayo del año pasado como ladero de Fabián Rinaudo, Troglio pretende mayor quite en el lugar de la cancha en el que más se disputa el balón, para luego conectar con una línea de tres volantes que intentará lograr lo que el equipo no ha podido en cuatro partidos: alimentar a un laborioso Santiago Silva.

Con un mediocampo ciertamente más veloz y con dos intérpretes netamente defensivos, la idea del DT será la misma: presionar en el sector de creación de los tucumanos, hacerse de la pelota lo antes posible y no permitir que pesen en el juego ni Emiliano Purita, ni Alejandro Altuna, ni un conocido de la casa, como lo es Matías García, los tres que juegan en la línea media del equipo dirigido por Rubén Forestello que comenzó la actual Superliga con un empate ante Unión de Santa Fe y una derrota en Rosario, ante Central.

Con este panorama y el partido frente a San Martín de Tucumán a la vuelta de la esquina, sólo el tiempo, los rendimientos individuales y los números, servirán de jueces para ver si la idea de un DT que siempre busca variantes, dio resultado para un Gimnasia que necesita sumar y cambiar la cara.

 

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