“Misión Imposible, Repercusión” de Christopher McQuarrie

Tiempo de directores valientes (*****).

          La cierto es que todo este tema de las secuelas, precuelas y reboots le está haciendo muy mal al cine. O sea, muy bien a la recaudación que es necesaria, pero cada vez hay menos superproducciones novedosas y frescas. Deadpool 2 pierde lo ingenioso y provocador de la primera, Brad Bird en su Increíbles 2 sorpresivamente también falla y Jurassic World 2 básicamente es mala. Y no me refiero a que es mala película solamente sino que me refiero a que los que la hicieron son malas personas.

         Pero casi que la única excepción es la serie de películas de Misión Imposible. Aquella en la que Tom Cruise interpreta al agente secreto Ethan Hunt haciendo piruetas arriesgadas (él mismo hace las escenas de riesgo) que trabaja para la agencia Fuerza Misión Imposible (lo que nos produce un escalofrío cada vez que en los subtítulos aparece su sigla: FMI).

          Hay algo particular en esta serie, parecido a lo que en un momento ocurrió en Alien. Allí se eligieron a grandes directores para cada película empezando por Ridley Scott y siguiendo con James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeunet. La primera Misión Imposible la hizo el gran director Brian de Palma. Más allá de haber sido una buena película, para la segunda parte se cambió de perspectiva y se eligió al director chino John Woo, maestro del cine de acción. Su película es poesía visual desbordante. Por más que recaudó mucho nuevamente se cambió de director para la tercera entrega. Fue entonces el turno del debutante, en el cine, J.J. Abrams, ya que venía de hacer la excelente serie Lost. La cuarta parte fue para el reluciente, en ese momento, Brad Bird. Estas últimas también fueron grandes películas, con un sabio manejo de la acción y del humor visual. Luego le tocó la quinta a Christopher McQuarrie, que venía de trabajar con Tom Cruise en la extraordinaria Jack Reacher. Como fue realmente otra buena película, se vuelve a repetir, en esta sexta parte, a Christopher McQuarrie, que se acaba de recibir como el mejor director de acción del momento. Verdaderamente ninguna de las películas falla y mantienen un nivel asombroso.

         Vale la pena spoilear una escena donde Ethan Hunt se tira en paracaídas con un nuevo personaje, el agente Walker (Henry Cavill). Todo se resuelve en un furioso plano secuencia hecho con suma pericia y pasión cinematográfica. Walker decide tirarse en un mal momento ya que hay una tormenta. Para atrasar a Hunt, le descompone su sistema de respiración y se tira primereándolo. Hunt lo sigue detrás y en caída libre el estallido de un rayo deja todo en silencio. Hunt sobrevive pero ve a Walker desmayado cayendo a toda velocidad y todavía la cámara no cortó. Hunt alcanza a Walker y ve que perdió su sistema de respiración. Le pone el suyo mientras éste permanece inconsciente y le activa el paracaídas. Ahora queda muy poco tiempo para activar su propio paracaídas lo que hace que todo se convierta en un plano secuencia imposible.

        J. J. Abrams, ahora como productor, eligió al director ideal. Y Christopher McQuarrie aceptó la misión, salió victorioso con maestría, y ya pronto estará preparado para la próxima. Porque todo está en elegir a los mejores para que se encarguen de las películas importantes. Es por eso que J.J. Abras debe volver para dirigir el Episodio 9 de Star Wars y limpiar el desastre que dejó nefasto Ryan Johnson. Si deciden elegir a Ryan Johnson para dirigir la séptima parte de Misión Imposible este mensaje se autodestruirá en 5 segundos.  

 

 

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