“El Ángel” de Luis Ortega

El asesino de la gente (***½).

          Nunca entendí el fanatismo por los asesinos. Existe una admiración y una atracción por los asesinos en las películas y más específicamente en las series. En principio podría parecer extraño ver capítulos y capítulos de personas planeando cómo aniquilar o descuartizar a su próxima víctima. ¿Qué puede ser lo encantador de un loco de remate, o el peor criminal del mundo? ¿Qué nos puede sumar un pensamiento para no imitar? Es como la idea de rescatar a Hitler porque  más allá de que fue un monstruo, escribía lindo. En este caso, la vida de Robledo Puch, uno de los asesinos en serie más famosos de Argentina y sus simpáticas andanzas.

          Esta película nace de esa atracción por los asesinos que aquí en Argentina viene creciendo a partir de la película El Clan dirigida Pablo Trapero y la serie de televisión Historia de un Clan dirigida por el propio Luis Ortega, que contaban la historia real de los secuestros y asesinatos de la familia Puccio. El Ángel está muy bien, vale aclararlo. El actor principal es un gran hallazgo y existen creativas situaciones de incertidumbre e intriga. El diseño de arte es atractivo y el manejo de la banda musical es más acertado al de Trapero en El Clan.

          Pero la trama de amor parece no prosperar ni emocionar. Existen dudas en la estructura de la película. Por momentos está planteada como un policial superficial pero ambiguamente también parece ir en busca de la profundidad del personaje. Búsqueda que en un momento se torna ruidosamente obsoleta. Por ejemplo, al inicio, existe una voz en off, agregada forzosamente y que nunca volverá aparecer como recurso, donde se nos explicita cuáles son los deseos del director en cuanto al mensaje de la película: un adolescente haciendo cosas en busca de una idea de libertad. Esas cosas que hace el chico son asesinatos, un detalle. Así que los diferentes objetivos de la película aparecen intermitentemente  y se desgastan. Por ejemplo al final nos enteramos súbitamente que tiene fuertes sentimientos por su madre pero instantáneamente vemos al personaje bailando solo, como menospreciando al mundo entero mientras lo viene a buscar la policía.

          En una extraña relación, Hollywood se horroriza cada vez que hay un asesinato en masa pero, a la vez, se regodea con las historias de esos asesinos seriales. Ya que El Clan y El Ángel son éxitos de taquilla, aquí en Argentina no nos vamos a querer quedar atrás y esperaremos seguramente próximas películas del petiso orejudo y de Barreda para que las nuevas generaciones tengan sus nuevos ídolos y películas favoritas, como los tienen en Estados Unidos, el país con más asesinos en serie de la historia.

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