Organizar la casa antes de las fiestas

Más allá de que esté de moda Marie Kondo y todos sus consejos para guardar y deshacerse de cosas que ya no usamos en nuestra vida, lo cierto es que desde el consumo ha crecido, hay una regla de oro en el orden del hogar, esa es la de que “por cada cosa que entra, otra debe salir”.

Y este es un muy buen momento del año para hacerlo. Algunos cierran ciclos, hacen un balance de lo que fue el 2019 y si se ponen a trabajar de verdad, seguramente harán una limpieza de la casa bien profunda.

Y es que si uno piensa un momento, la realidad es que van a entrar muchas cosas en la casa durante los días de Navidad: personas, regalos, decoraciones, comida... Se puede hacer un repaso mental de los objetos que ya se tienen y eliminar lo innecesario antes de dar entrada a los nuevos.

Intentar organizar y limpiar una casa llena de objetos y personas es casi misión imposible. Lo mejor es comenzar lo antes y así se dejará todo listo antes de que entren los regalos, se llene la heladera o se comiencen con las celebraciones.

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Quien esté seguro de que no tiene objetos de aficiones abandonadas a las que ya no les das uso y que los hijos han dejado atrás determinados juguetes y libros levante la mano. Seguramente sean muy pocas personas quienes saquen de su casa todo eso que no utilizan porque si hay algo que nos gusta es el “por las dudas me lo quedo”. Donar o regalar lo que aún esté en buen estado es muy buen gesto de navidad.

Además, con este ejercicio se enseña a los chicos a descartar eso que ya no tiene circulación en el día a día.

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Ahora que están de vacaciones y tienen más tiempo para estar juntos, es un buen momento para que los más chicos aprendan a no tener tanto apego los objetos, a descartar sin miedo porque vendrán cosas nuevas y a ser generosos y donar los juguetes que ya no usan tanto.

Los últimos días del año, los japoneses celebran el Osoji o “la gran limpieza” para empezar el año ligeros y purificados, sin cargas del pasado y llenos de energía en un entorno positivo y acogedor. No sólo se hace en casa, sino también en el trabajo o la escuela.

Además, una vez que se sacan las cosas que ya no se utilizan, se ve el panorama más despejado y realmente se puede observar qué cosas si se necesitan de verdad. Esa es una herramienta para detectar y tener ideas para hacer regalos realmente útiles, que sean prácticos y originales.

Por espacios

Para visualizar mejor lo que sobra, lo mejor es agrupar objetos similares o los que pertenecen a una misma habitación o espacio.

Los niños son los verdaderos reyes de las fiestas y los que más obsequios y regalos van a recibir. Lo mejor es hacer que ellos ayuden a seleccionar en cajas los juguetes y libros con los que ya no juegan. Ese es el momento para aprovechar y donar o regalar la ropa que se les haya quedado pequeña.

Si se va a incluir algún elemento nuevo decorativo voluminoso, como un árbol o un pesebre, se tiene que hacer sitio primero (quizá quitando alguna silla, jarrón o mesita). Despejar las superficies de las mesitas y aparadores para que se puedan colocar platos o bebidas sobre ellas es un muy buen ejercicio. De más está decir que se debe pensar si se va a tener que crear espacio extra para los huéspedes durante las fiestas.

Guardar en el lavadero o un armario los electrodomésticos no imprescindibles que no se vayan a usar durante las fiestas (por ejemplo, el exprimidor o esa amasadora de pan) y liberar espacio de trabajo en la mesada es imprescindible en la cocina. Es el momento justo para hacer una limpieza a fondo. Repasar sobre todo ese cajón caótico en el que se almacenan banditas elásticas, cierres de bolsas, sacacorchos y eliminar lo superfluo porque es probable que crezca de nuevo durante las Navidades.

Revisar la mantelería y descartar las que tienen manchas que ya no salen sería lo ideal. No se debe dejar la vajillas y las copas que más gustan sólo para los días especiales. Hay que disfrutar de lo que se tiene y usarlas durante todas las fiestas o todo el mes.

En cuanto al dormitorio, se puede hacer un dos por uno: realizar el cambio definitivo de las prendas de invierno por las de verano y en ese trabajo, aprovechar para descartar la ropa que ya no se usa.

Si se tiene una habitación de invitados, lo mejor es lavar las sábanas y toallas extra que se vayan a usar durante estos días los huéspedes. También estaría bien hacer espacio en el armario o la entrada para que puedan guardar su equipaje. Guardar los objetos que estén sobre las mesas o sobresalgan de las estanterías para dejar espacio libre en el que los visitantes puedan colocar sus cosas es fundamental.

Por último, en el baño, siguiendo la idea de que habrá invitados, es bueno repasar si ellos necesitarán algún producto de higiene extra como jabón o cepillo de dientes. Despejar la mesada de perfumes, maquillaje y cremas para dejar hueco al neceser de los huéspedes. Tener en cuenta que se tendrá que cambiar más a menudo la toalla de manos.

Los últimos días del año, los japoneses celebran el Osoji o “la gran limpieza”