Claudio María Domínguez propone enseñar los caminos para ser tu propio héroe

El periodista y autor vuelve a La Nonna para cerrar el año mostrando herramientas para “liberarnos de nuestras limitaciones”

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Viviendo en el interior, en medio de la naturaleza, porque la gran ciudad ya no lo seduce para nada, Claudio María Domínguez llega por última vez en el año a La Plata para ofrecer una charla motivacional, en la que compartirá herramientas “para liberarnos de nuestras limitaciones”.

El encuentro, que tendrá lugar mañana a las 17 en La Nonna (47 esquina 3), se dará en el marco del cierre de año, época de balance para muchos. “Más que fin de ciclo, es fin de ignorancia, fin de todo aquello que ya no quiero que limite mi vida”, dice el periodista, escritor y conductor de radio y televisión sobre lo que se debe buscar en este tiempo de cambio. Buscar “qué es lo que quiero potenciar, qué es lo que quiero quitar de mi sistema, que es lo que quiero vivir, valorar, expandir. No puedo ya perderme a mi mismo, no puedo darle más la llave a otro para que maneje mi vida: quiero ser protagonista de mis decisiones”.

“Creo que la gente que me sigue está totalmente abierta para esto; y los que me están descubriendo porque el programa se ha hecho masivo, también están aptos para un salto cuántico, para ser diferentes a lo que se nos dijo que éramos”, agrega al respecto Domínguez, que conduce el éxito “Hacete cargo” en el canal de noticias C5N.

Ahora, si bien “la gente que viene a verme es obviamente genuina buscadora de algo diferente”, dice el autor best seller, “nadie escapa a las luchas y los vaivenes del ego, del sistema de crianza y de creencias. Y a los vaivenes de una Argentina tan vapuleada”. Un país, agrega, que ha dividido, agrietado a los individuos, y “el individuo, el que no se puede dividir, es el que vive de forma plena”.

Para ello es clave “manejar el ego desde el ser, la verdad interna: darnos cuenta que el ego no maneja mi vida. Es un buen instrumento de trabajo pero es un muy mal amo y señor cuando me quiere indicar quién soy y cómo vivir según la vida ajena que me han implantado desde que nací, que no tiene nada que ver con mi consciencia”, explica.

Domínguez afirma que ve a los argentinos “tristones” en este presente de crisis, “pero cuando empezamos a hablar se genera mucha alegría, mucho éxtasis, mucha resolución de conflictos en la charla”.

Y “cuando los momentos son tan conflictivos es el mejor instante para que uno diga ‘ya no soy más la mirada del mundo sobre mí, no soy más el actor de reparto de la película ajena, yo soy el que yo soy’. Sé tu propio héroe, no le des la llave al otro para que maneje el local: yo elijo quienes embellecen mi vida y me quito a aquellos que chupan la energía vital”, lanza. “En momentos bravos aflora toda la maravilla que no nos atrevíamos a explorar cuando teníamos la vaquita atada”.

“Qué es lo que quiere, qué es lo que se merece, desde donde y hacia donde, es lo que planteo en una charla: el cambio de estructura cerebral, crear la mejor versión de uno mismo, cómo conseguir la vida que uno quiere, y en qué momento rápido: esta noche, antes de dormir, puedo ver lo que quiero y empezar a trabajar para modificarlo, ese es el desafío”, cuenta Domínguez sobre la conferencia de mañana por la tarde, hablará también del paso “de la medicación a la meditación”, en una velada que promete pasar por todos los estados de ánimo, incluso, hasta habrá un poco de humor.

En su retorno a la Ciudad, Domínguez cuenta además que con la entrada se regalará un libro. “Llegar a La Plata siempre es un placer”, dice el habitué de La Nonna, (“una segunda casa: me han ofrecido teatros más grandes, pero La Nonna se llena siempre, hemos metido gente hasta en los pasillos, y el clima es muy íntimo y adorable”), y que pasó la infancia aquí.

Desde entonces guarda “recuerdos felices de la infancia en La Plata”, como cuando, convertido en la estrella de “Odol Pregunta”, que conducía Cacho Fontana, en donde resultó ganador en el desempeño de Mitología Griega y Greco Romana, fue visitado por el plantel de Estudiantes, “el de la época de Bilardo, La Bruja Verón, Madero, Echecopar, Conigliaro, y me llevaron de mascota cuando viajaron a la final Intercontinental contra el Feyenoord a Holanda”.

 

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