Mindfulness: una técnica contra la ansiedad y el estrés
Edición Impresa | 21 de Abril de 2019 | 07:35

Desde hace un tiempo, la palabra Mindfulness ocupa un lugar cada vez más preponderante en los ámbitos de terapias alternativas y todas aquellas disciplinas que luchan contra el estrés.
Algunos lo relacionan con espiritismo o prácticas religiosas, pero la realidad es que nada tiene que ver con eso.
La licenciada en psicología Silvina Barela tiene un doctorado en Mindfulness y es una de las pocas profesionales de la Ciudad que trabaja con esta técnica terapéutica, que no es más que una “forma de trabajar contra el estrés y la ansiedad. Pertenece a lo que es la psicología conductual, que fue avanzando mucho en los últimos años hasta incorporar esta `pata´ que se basa en la meditación”, explico la profesional que tiene un doctorado en esta técnica.
El Mindfulness consigue separar a la persona de sus pensamientos para poder reconocerlos y poner en duda los patrones mentales, otorgando un gran peso al aquí y el ahora mediante una atención total al momento presente.
“Muchas veces llegan pacientes agotados, pero no porque hayan hecho mil cosas en el día, sino porque no paran de pensar en lo que debieron haber hecho, en lo que falta hacer y todas las cosas pendientes que les quedan. Lo que se busca con esta técnica de meditación es prestar atención al momento presente”, sostuvo Silvina y dio los fundamentos científicos del Mindfulness. “Cuando estamos ansiosos le enviamos señales de alerta al cerebro con la consigna de que tenemos que escapar o luchar y se bloquea la irrigación sanguínea del área de la corteza frontal donde se despliega nuestra parte consciente y creativa con la que podemos resolver los problemas realmente”.
Las propuestas de investigación y práctica de esta actividad tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y no están vinculadas a una religión o una filosofía de vida determinada. Por lo tanto, la práctica del Mindfulness está desvinculada de creencias religiosas y filosofías de vida concretas; es, simplemente, una práctica que puede convertirse en herramienta terapéutica.
Según Barela, el Mindfulness debe incorporarse como un hábito, y es por eso que el taller básico es de 8 semanas, porque “es el tiempo en que se incorpora la actividad de meditar. Se comienzan con meditaciones de menos de 10 minutos y lo ideal es que con el tiempo se lleguen a realizar relajaciones de 45 minutos. Yo recomiendo poner una alarma en el celular que indique que es momento de meditar. Es una práctica. Así como se entrenan los músculos del cuerpo, la atención también pueden hacerlo”.
Pero además del momento específico de relajación, la especialista dijo que se puede estar en el presente en las tareas cotidianas, lo que sería una meditación informal: “Si estoy lavando los platos, lo ideal es que me focalice en eso, en que me pasa cuando pongo detergente, cuando enjuago. Estar ahí y no pensando en otra cosa”.
La tendencia de esta actividad, que cada vez crece más en el mundo, también se potencia en la Ciudad, aunque muy de a poco y con algunos prejuicios. “Muchos colegas profesionales creen que se trata de algo trucho, y no saben que hay un fundamento científico detrás de esto. El funcionamiento del cerebro se modifica con la práctica de la meditación. Pero contrariamente a ese descreimiento, crece el número de pacientes que se acercan buscando una salida a los cuadros de ansiedad. Esto no les soluciona la vida, sino que se tratan las cuestiones que tienen que ver con esas problemáticas. Si yo veo que un paciente necesita enfocar su terapia desde otro lado, lo derivo a un analista o psiquiatra”, subrayó Silvina.
Desde la filosofía del Mindfulness se ve el foco atencional como algo cuya gestión permite de liberarnos de situaciones que nos bloquean y nos hacen perder el control.
CÓMO CUÁNDO Y POR QUÉ. Aprender a hacer Mindfulness puede requerir cierto tiempo de práctica hasta que se sea capaz de meditar en casi cualquier circunstancia.
Hay que tratar de buscar un sitio libre de ruidos, con una temperatura entre 18 y 25º y en donde se esté confortable. No hay que olvidarse de desactivar teléfonos, alarmas, aparatos electrónicos y todo tipo de ruidos y ondas que puedan molestar o interferir en la meditación. En caso de poner música de fondo, es importante que ésta sea relajante y con ciclos repetitivos para impedir que acapare nuestra percepción.
Algunas personas prefieren realizar la meditación en entornos abiertos, en su jardín o en un parque público. No es una mala decisión, pero es importante escoger un sitio que no sea muy concurrido y esté libre de ruidos y elementos distractores. El uso de ropa cómoda siempre será un elemento positivo de cara a la meditación, y se recomienda quitarse el calzado y todos los complementos que puedan oprimir el cuerpo.
La posición para el Mindfulness será, simplemente, sentarse cómodamente en el suelo con la espalda en un ángulo recto para facilitar la respiración.
Las vértebras deben permanecer en una posición recta, sujetando el peso del tórax, el cuello y la cabeza. Las piernas y los brazos deben permanecer relajados pero sin desestabilizar la línea de la columna.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE