Una panadería de Berisso fue asaltada dos veces en la misma semana y por el mismo ladrón

Indignación y sorpresa son las sensaciones que exteriorizaba en el dueño de La Oliva al hablar de los dos atracos que sufrió su local en la última semana.

Indignación por los robos y el sometimiento que sufrieron las dos empleadas en ambos episodios y sorpresa por la estrategia del delincuente de elegir dos veces el mismo blanco. 

Además de provocarle significativas pérdidas materiales, los dos hechos de inseguridad lo han obligado a rediseñar la impronta con la que venía trabajando en su panadería: la de mantener la puerta de su negocio abierta al público.

En diálogo con eldia.com, el propietario de este comercio ubicado en 60 entre 122 y 123 sostuvo que si bien los dos robos tuvieron lugar en distintas bandas horarias, repitió la misma estrategia de esperar a que el local se encontrara vacío para lanzar el ataque y, en cuestión de segundos, vaciar la caja a punta de pistola. 

El primer hecho tuvo lugar el pasado sábado al mediodía. Como cualquier cliente, abrió la puerta y después de asegurarse de que no había nadie más en el local sacó un arma y obligó a la empleada a tirarse al piso mientras se ubicaba del otro lado del mostrador. 

No confirme con la recaudación que había, amenazó con un arma y exigió a la empleada que entregara hasta el dinero que tenía para cargar la SUBE. Después se dio a la fuga. 

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Las imágenes que el dueño vio en las cámaras de seguridad lo pusieron en alerta y fue allí que comenzó a pensar que ya no era seguro mantener la puerta del negocio abierta al público como siempre había pasado. 

"Las dos chicas están bien, el tipo no les hizo nada. Pero hay una sensación de susto que se intensifica cada vez que alguien quiere entrar al local" comentó. 

Fue así que comenzó averiguar cómo podía "blindar" su comercio y de este modo evitar que otro ladrón hiciera de las suyas. Fue cuando estaba ultimando detalles para la compra de un cierre eléctrico que sufrió el segundo golpe. 

"Estoy instalando esta chicharra para que en el caso de que este tipo se vuelva a presentar no se le abra la puerta" comentó al referirse a los trabajos que estaba haciendo en su local. 

Esta vez la víctima fue otra empelada pero la modalidad aplicada fue un calco de la primera. Aprovechando que la venta había bajado ingreso al local a las 19.30 y sometió a la joven que estaba del otro lado del mostrador. 

El equipo de trabajo quedó sorprendido cuando revisaron las cámaras de seguridad y se dieron cuenta de que se trataba del mismo ladrón que había ejecutado el mismo plan: obligar a su víctima a tirarse al piso y sacar todo lo de la caja. 

A partir de ese momento aceleró las trámites de instalación del cierre eléctrico y de este modo evitar que el ladrón ataque por tercera vez. 

Este propietario también explicó que confía en que la policía pueda dar con el paradero del delincuente ya que en los videos que aportó se puede identificar a simple vista la cara del sujeto.

"Queremos que no nos vuelva a pasar y que no le pase a nadie más" dijo el propietario.