El auge del fútbol femenino: cada vez más chicas transpiran la camiseta

En un lapso de apenas cuatro años, el fútbol femenino experimentó un crecimiento acelerado en La Plata, en donde cada vez más chicas quieren jugar a la pelota. Sostenido por cinco ligas oficiales, se estima que más de 7.000 niñas y mujeres de entre 8 y 50 años se animan a practicarlo de manera recreativa o competitiva, disputando más de 300 partidos por fin de semana.

Nadie puede negar que el fútbol es un deporte que mueve pasiones, formando parte de la cultura popular nacional. Sin embargo, durante mucho tiempo, sólo fue un espacio permitido para hombres, en donde las mujeres no tenían voz, voto o lugar.

Pero con el correr de los años, esta idea fue cambiando, hasta convertirse en la realidad de hoy, en donde miles de mujeres ven, respiran y transpiran fútbol.

Desde juntadas con amigas para pelotear en plazas, alquiler de canchas 5, 7 u 11, hasta la masiva asistencia a los estadios para alentar a su equipo, su presencia cada vez más popular derriba mitos que existen dentro y fuera del deporte.

En este sentido, si bien las mujeres platenses ya incursionaban en el deporte desde décadas atrás de manera recreativa, los primeros pasos para una primera liga oficial se dieron en el 2014 de la mano de la Liga Amateur Platense (LAP).

Ese año, Argentino Juvenil participó en torneos del interior entre equipos de ligas, en representación de la LAP, llegando hasta las semifinales. Con este antecedente el fútbol femenino vio la luz en el comienzo de un nuevo camino.

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“Hace 10 años que estoy en el Argentino Juvenil. Al principio empecé acompañando a mi hija, porque era el único club que había en City Bell. En ese momento ella era chica, tenía 7 y ni siquiera le daba la edad para arrancar a entrenar de manera periódica, porque había categoría a partir de los 10. Una vez que los cumplió se lanzó y no lo largó más”, recordó Patricia Merola, vicepresidenta de la comisión y coordinadora de fútbol femenino de Argentino Juvenil.

Con el “furor” del femenino otros lugares comenzaron a brindar la actividad, por lo que el club se quedó solo con las categorías mayores de cuarta, reserva y primera para competir en la LAP, con jugadoras a partir de los 12 años. “Fue justo hace 3 o 4 años que la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) empezó a poner categorías de menores, entonces las otras ligas y clubes empezaron a armar sus equipos, y ahora tenemos 5 clubes a la redonda”, resaltó Patricia Merola, quien además remarcó: “si bien es común mandar al nene a fútbol y a la nena a patín o destreza, ahora la mujer se empoderó y muchas mamás por ahí empezaron a escuchar a sus hijas que querían hacer fútbol, más allá que, en algunos casos, los papás no querían”.

En la actualidad, con 2.034 chicas jugando todos los fines de semana, casi la totalidad de los clubes asociados a la Liga Amateur Platense cuentan con al menos dos divisiones de fútbol femenino. Asimismo, desde 2020, se llegó a 6 divisiones, de las cuales dos son obligatorias: primera y reserva (cancha de 11) y cuatro opcionales: Sub 17, Sub 14, Sub 12 y Sub 10 (cancha de 7).

La Liga Universitaria del Interior reúne a estudiantes de la UNLP / EL DIA

“El fútbol me gusta desde que soy muy chica y lo juego hace 7 años. Mi familia también es muy futbolera entonces fue algo muy presente, pero no siempre había espacios para que las mujeres pudiéramos jugar libremente”, contó Valentina Bustos Sabbatini, jugadora y entrenadora del Club Asociación Coronel Brandsen, 161 y 52 (predio).

“Ahora, enseño a nenas entre 11 y 14 años, porque amo poder acompañarlas y darle la mayor cantidad de herramientas posibles, que quizás en su momento yo no pude tener”, sumó Valentina.

En este contexto, otras ligas amateurs que también completan y llenan las canchas todos los fines de semana son: Lifefu (Liga de Femenina de Fútbol) de Aplafi (Asociación Platense de Fútbol Infantil) con 2.100 chicas en sus listas, Lisfi (Liga Sur de Fútbol Infantil) junto con 300 deportistas y Lifipa (Liga Infantil de Fútbol Independiente Platense Amateur) que atrae a 2.300 jugadoras de 23 clubes.

A pesar de que el auge del fútbol femenino no sea algo actual, su proceso y desarrollo son producto del empuje y ganas de cientos de mujeres que se animaron a patear las primeras pelotas, junto con los clubes de barrio y la organización de las ligas que abrieron las canchas.

Hasta en los comercios de indumentaria deportiva ya lo registran. “Estamos atentos a tener en stock camisetas, pantalones y botines con los talles de mujeres”, apuntó un empresario platense del ramo.

“Hace cuatro años empecé a jugar partidos de fútbol 5 con mis amigas por diversión. Pero al poco tiempo me di cuenta que me gustaba cada vez más y me terminé sumando a la Liga Universitaria del Interior (LUI), representando a Viedma. Cuando comencé, creí que solo lo haría por hobby, pero al pasar los partidos, me di cuenta lo involucrada y comprometida que resulté estar y hasta el día de hoy, todos mis domingos son mejores desde que juego al fútbol”, expresó Camila Irribarría, jugadora platense de 25 años.

La LUI forma parte de un campeonato amateur de fútbol 7 (femenino), que conecta a estudiantes de la UNLP con sus ciudades de orígenes, promoviendo la participación y compañerismo a través del deporte.

“Cuando era chiquita, no era habitual, ni bien visto que las niñas jueguen al fútbol. Pero con el paso del tiempo hubo un cambio en la percepción social, que permitió que comiencen a notarse cambios con respecto a esta práctica. Siendo un deporte tan popular y masivo en todo el mundo, ¿por qué las mujeres no podrían hacerlo?”, analizó Camila.