Viajes seguros: en trenes y aviones

Con la inminente reapertura de los aeropuertos -el ministro de Transporte, Mario Meoni, confirmó que prevé que los vuelos regulares se reanuden el 12 o, a lo sumo, el 15 de octubre-, que en el país están cerrados acompañando la extensión de la medida del aislamiento social preventivo y obligatorio, la consulta por pasajes nacionales e internacionales se ha encendido.

Pero como ya nada es igual, las medidas de seguridad e higiene tampoco y tanto las empresa de aerolíneas como el Gobierno han dispuesto nuevos protocolos para prevenir el contagio del coronavirus.

Además, los expertos en viajes tienen sus recomendaciones al respecto: los pasajeros de aviones y trenes no deberían usar mascarillas con ventilación para exhalar para protegerse del COVID-19, según explicó el profesor Tomas Jelinek del Centro para la Medicina de Viajes (CRM) en Berlín.

“A fin de cuentas el sentido de la mascarilla es proteger al entorno. A través de la ventilación se exhala el propio aliento sin filtro”, señaló.

Según Jelinek, el riesgo de contagio en viajes en avión existe más bien en el aeropuerto

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Por este motivo, por lo general las aerolíneas no aceptan este tipo de mascarillas. La alemana Lufthansa, por ejemplo, dispone: no se permiten a bordo viseras, mascarillas FFP2 con ventilación así como bufandas y pañuelos, dado que permiten que el aliento se escape por los costados y no representan la protección necesaria.

Jelinek recomienda para trenes y aviones un tapabocas que no sea demasiado ajustado y que permita respirar. “Puede ser una mascarilla de tela o de papel”, señaló. Este tipo de barbijos sirven para proteger sobre todo a los demás.

“Si tengo miedo de infectarme yo, necesito una máscara que no deje pasar las partículas, es decir una mascarilla FFP2 o FFP3”, explicó el especialista. Sin embargo, aclaró que con estos tapabocas es más difícil respirar, lo que puede causar problemas en los aviones, por ejemplo.

Esto se debe a que la presión del aire en un avión es más escasa, por lo que el pasajero inhala menos oxígeno que a la altura del mar. “Para una persona sana esto no es un problema”, subrayó Jelinek, aunque advirtió que para las personas con problemas respiratorios sería mejor usar mascarillas de tela o de papel.

DISTANCIA

De acuerdo con Jelinek, el riesgo de contagio en viajes en avión existe más bien en el aeropuerto cuando, por ejemplo, las personas se amontonan en las filas para ingresar al avión. Por eso, el médico aconseja que las personas mantengan distancia tanto al abordar como al bajar de la nave.

“Una vez que se está sentado en el avión el riesgo de infección es bajo porque el aire de la cabina va de arriba hacia abajo”, indicó Jelinek. “Uno apenas respira lo que se respira a su alrededor”, ejemplificó.

En el tren es distinto: “Aquí el aire circula por toda la sección. Por eso es aún más importante que todos lleven mascarillas y mantengan la mayor distancia posible”, añadió.

¿Qué otra cosa es importante? “Hay que cambiar el tapabocas todos los días, y si se puede, dos veces al día”, recomendó el experto. “Por eso, para los viajes, se necesitan varios... como con la ropa interior”.

SIN GUANTES

Por otra parte, Jelinek recomienda no llevar guantes de quirúrjicos para el viaje. “Es una ridiculez”, sentenció. El médico dijo que todos los estudios señalan que el coronavirus no se transmite necesariamente por infecciones de contacto.

Además, afirmó que quien mantiene sus manos durante largo tiempo dentro de guantes se arriesga a sufrir un eczema. “De esa forma uno genera más daño que protección”, añadió.

DESINFECCIÓN

En el Aeropuerto Internacional de Ezeiza se presentó un nuevo dispositivo de aplicación que se utilizará en los aviones de Aerolíneas Argentinas y que ofrece una mayor efectividad del producto desinfectante que se utiliza en la industria aérea para combatir el coronavirus.

El nuevo dispositivo, certificado por la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS Malbrán), se usará antes de cada viaje. Tiene un pico que despide gotas del producto desinfectante bactericida y virucida de un tamaño menor al que se venía utilizando.

“Una vez que se está sentado en el avión el riesgo de infección es bajo porque el aire de la cabina va de arriba hacia abajo”

Tomas Jelinek,
Centro para la Medicina de Viajes (CRM) en Berlín.

Según los expertos, “esto permite que la micropartícula del producto rociado, al caer sobre las superficies, se inserte en cualquier microporo, incluyendo los tapizados de los asientos y haciendo mucho más efectiva la desinfección” y “al contar con un dispositivo interno que genera estática positiva, permite que la gota del producto se adhiera a todas las superficies”.

Funciona con batería y permite generar un 65 por ciento de ahorro del producto desinfectante, cuyo principio activo es el amonio cuaternario. Luego de la aplicación, se deja actuar durante 10 minutos para que la desinfección sea completa garantizando no solamente la eliminación del Covid-19, sino de todos los virus y bacterias que habitualmente circulan en los ambientes.

Pero no sólo para los aviones habrá un nuevo portocolo. Desde el Ministerio de Transporte se informó que también se validó con el Instituto Malbrán una sustancia de limpieza para utilizar en los trenes y garantizar el cuidado de quienes aplican estos servicios.

Se trata del Poli Hexa Metilén Guanidina (PHMG), que específicamente apunta a disminuir el impacto del Covid-19.

El trabajo para la ratificación del nuevo producto fue realizado por Transporte, Salud, personal de Trenes Argentinos Operaciones y profesionales del Malbrán a partir del estudio de cuatro fórmulas, entre las cuales fue seleccionado el PHMG por los mejores resultados que arrojó y por tratarse de un producto de fabricación nacional.