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Cuida tu aldea: cuidarás el mundo

Como parte de una onda expansiva de consumo y prácticas “eco friendly”, los emprendimientos sustentables se multiplican en la Ciudad. El auge de las iniciativas locales con conciencia global

Cuida tu aldea: cuidarás el mundo

Gabriel Álvarez abrió hace poco más de un mes un resto bar vegano en City Bell, donde también hay recitales acústicos por streaming

29 de Noviembre de 2020 | 09:20
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El cambio colectivo, se sabe, parte de muchos cambios individuales. En nuestra ciudad hay cada vez más emprendimientos gestados a partir de la sustentabilidad, que crean, a su vez, nuevos consumidores comprometidos con el cuidado del medio ambiente. Desde la cosmética natural a la gastronomía vegana, pasando por la decoración, una novedosa y pujante ola “eco friendly” va llegando a las costas cotidianas.

Nuestros hábitos de consumo nos definen, y también crean un nuevo entorno. Vemos como desde diferentes ramas del activismo ecológico, se reclama a los gobernantes una agenda ambiental, con medidas macro, que preserve la naturaleza. Pero el cambio, dicen, empieza por casa.

La cuarentena nos hizo más hogareños, y en muchas familias se adoptaron distintas formas de cuidar un poco el planeta: desde la “botella del amor”, pasando por el compost y la separación de residuos en origen. La marea llegó a la alimentación, con la creciente demanda de más alimentos orgánicos y vegetales con buenas prácticas agroecológicas. Y de allí muchos pasaron al consumo natural en la cosmética, los textiles del hogar, y los artículos deco, entre otros rubros.

“Las nuevas generaciones están súper familiarizadas con la problemática ambiental”

 

En La Plata, cada vez más emprendedores trabajan dedicados a la fabricación y/o comercialización de productos eco friendly, cuya demanda se incrementó considerablemente en los últimos tiempos. Melisa Bergh es una. Confecciona textiles. Casa Woodstock es su marca. Sus padres le enseñaron desde chica a respetar la naturaleza. “Tengo internalizadas muchas conductas desde siempre. Aunque las hice más conscientes en los últimos años”, dice: “creo que hay un gran despertar de interés en los temas medioambientales, me da mucha alegría que cada vez seamos más los que separamos los reciclables, los que evitamos los plásticos, etcétera”.

Melisa confecciona textiles y objetos de uso hogareño cotidiano. Su emprendimiento, asegura “tiene un enfoque integralmente sustentable. Esto involucra la elección de los insumos, siempre materiales naturales y de producción nacional; un método de producción con cero desperdicio; el desarrollo de un packaging libre de plásticos, y una comunicación de marca enfocada en transmitir hábitos responsables de consumo”.

El origen de este proyecto está íntimamente relacionado con la forma de ver la vida de su creadora. Según confiesa, “hace algunos años me propuse llevar una vida más consciente; la emergencia climática lo requiere. Adopté muchos hábitos nuevos, dejé otros, cambié mi forma de consumir. Son muchas las elecciones eco friendly que podemos hacer a diario. Yo, particularmente, dejé de comer carne hace diez años. Ahora estoy consumiendo cada vez menos derivados ovolácteos. Reduje al mínimo el consumo de plásticos, separo los reciclables, compro a emprendedores y pequeños productores... ¡La lista es eterna! Es un cambio de estilo de vida, y de mentalidad. Es un activismo ambiental imperfecto, pero muy verdadero”.

“No fue una decisión consciente. Desde chico, nunca empaticé con comer animales”

Gabriel Álvarez,
vegetariano

 

“Afortunadamente, noto que cada vez hay más gente interesada en llevar una vida más armoniosa con la naturaleza, en compostar, en consumir alimento agroecológico, en elegir conscientemente qué comprar. Me llena de alegría que así sea. Aún falta mucho camino por recorrer, pero siento que estamos bien encaminados. Las nuevas generaciones están súper familiarizadas con la problemática ambiental y eso es muy esperanzador”, resume Meli, quien cuenta que el consumo de sus clientes varía un poco según la época del año: “algunos de los hits son los contenedores de yute, los paños de cocina, los delantales. En general, los más elegidos son los productos más funcionales”.

COSMÉTICA NATURAL

Milagros Pouchan Boyero y Juan Benjamín Romero comenzaron con su emprendimiento de cosmética natural en cuarentena. “El compromiso que tomamos es mostrar alternativas sustentables para la vida cotidiana. Lo elegimos para aprender nosotros junto a nuestros clientes y clientas, en comunidad, a cambiar pequeños hábitos que pueden generar grandes impactos. En este tiempo fuimos cambiando hábitos que nos acercan más a una vida sustentable. No sólo mediante el uso de nuestros productos, sino también separando residuos, compostando, evitando plásticos de un solo uso, usando bolsas biodegradables para nuestras mascotas, llevando bolsas de tela cuando hacemos compras, etcétera”, sentencia Milagros.

¿Hay un cambio en el perfil del consumidor? Desde Cloé -el nombre de su proyecto-, la pareja cuenta que “hemos hecho encuestas y a la gente le interesa mucho comprar pensando en el medio ambiente, pero aún hay quienes no conocen o no se animan al cambio, sobre todo por una cuestión de costumbre o miedo a que no le funcione, como pasa con el shampoo sólido, pero como siempre digo, es cuestión de animarse porque es un viaje de ida”.

La proliferación de marcas de cosmética natural en nuestra ciudad es asombrosa. Desde las pioneras hermanas de Madreselva -emprendimiento de Tolosa-, a hoy, se han multiplicado. La gran oferta-demanda muestra que cada vez son más las mujeres incluyen productos ecológicos en sus rutinas de belleza. Buscando utilizar fórmulas con productos en estado puro sin agregados químicos.

Camila está al frente de Kiaro, una marca de productos de cosmética saludable. “Siempre me interesé por el cuidado del medio ambiente y por todo lo referido a la sustentabilidad”, relata la emprendedora, que comenzó a estudiar e investigar sobre la cosmética natural cuando estalló la pandemia. Luego, vio que estaba la posibilidad de compartir sus productos con otras personas, y en mayo lanzó su marca. “Empecé como una aficionada y con el tiempo se fue transformando en mi propio emprendimiento. Amo lo que hago y reparto el tiempo junto con mis estudios en la facultad y mi trabajo”.

La repostería, pastelería y viandas veganas también aumentaron en cuarentena

 

En Kiaro natural todos los productos que vas a encontrar son cien por ciento de origen vegetal. Jabones corporales, exfoliantes, shampoo sólido, desodorantes, además de pads y esponjas reutilizables, cepillos de bambú. “Utilizo insumos obtenidos de diferentes plantas respetando a los animales y logrados mediante procesos libres de químicos nocivos tanto para nuestra salud como para el medio ambiente”, explica Camila. Además, no tienen colorantes ni fragancias artificiales, no son testeados en animales; no contiene sukfatos, parabenos ni siliconas.

Un breve scroll en Instagram, buscando productos de higiene personal y de belleza naturales, deja a la luz la gran oferta local: Oikos. Mercedes creó un espacio con productos de cuidados y belleza ecológicos y naturales-; priya (shampoo sólido, aceites esenciales de origen vegetal) y Agni Sustentable (cosmética, además de tutoriales y todo lo relacionado con la ecolife) son otros de los ejemplos.

“Hace algunos años me propuse llevar una vida más consciente; la emergencia climática lo requiere”

Melisa Bergh,
productos ecofriendly

 

EL VEGANISMO COMO BANDERA

Gabriel Álvarez abrió hace poco más de un mes un resto bar vegano en el centro de City Bell, un espacio en el que también hay recitales acústicos por streaming, y se promueve la vida verde. “Hace varios años que, junto a algunos de mis socios, somos vegetarianos, y otro va camino a serlo. Muchos creen que, por haber tomado la decisión de poner el primer bar vegano, justamente somos veganos, pero lo hicimos también pensando en una meta para nosotros y para la gente que no lo es, y que tiene intenciones de comenzar” explican: “Hace relativamente poco que comenzamos a suprimir derivados de leche animal, es lo que nos falta. En cuanto al ‘por qué’, cada uno decide orientar su alimentación y tendrá sus razones, pero en mi caso respondería que ni siquiera fue una decisión consciente, sino que, desde chico, nunca empaticé con la idea de comer animales, no sé por qué, pero me parecía cruel”.

“El compromiso que tomamos es mostrar alternativas sustentables para la vida cotidiana”

MIlagros Pouchan Boyero,
cosmética sustentable

 

“El veganismo promueve ser más conscientes de lo que comemos, y si uno sigue el rastro de la industria comestible, sea carne a veces o no, terminás entendiendo que también es lo mejor para el planeta a nivel sustentabilidad”, agrega Álvarez: “en lo personal, separamos residuos, no desperdiciamos el agua, y apelamos a cosas básicas que por suerte eran costumbres de antaño. En mi caso, uso muchas pilas en casa -controles remotos, aparatos de sonido- y es importante guardarlas para desecharlas en los lugares indicados. En el local estamos implementando el uso de vasos y bolsas personales no descartables, pero queremos llevar el propósito de la sustentabilidad más allá. Sentimos que, por ser un bar vegano, y encima el primero en la ciudad, tenemos esa responsabilidad. Iván Pavelic es un genio en el tema sustentabilidad y nos está dando bastantes tips también”, dice Gabriel.

Los proyectos de repostería, pastelería y viandas veganos también han ido en aumento durante la cuarentena, como así también la tendencia a utilizar packagings ecológicos -menos nylon y más papel-.

La ola eco llegó a la vajilla, con un consumo creciente de lo “hecho a mano”. Caracú cerámica, de Laura Carranza en City Bell y La Challa, de Natalia Marín en Villa Elisa son ejemplos de emprendimientos de este rubro que son cada vez más demandados en hogares, bares y restaurantes. El consumo local, el kilómetro 0, la cercanía con el que produce, es una onda expansiva.

Si de tips sobre sustentabilidad hablamos, Manuela, desde sus redes sociales “Verde y consciente” ayuda a incorporar hábitos saludables y sustentables. Docente y columnista de varios medios locales, propone una alimentación sana y muestra una gran diversidad de productos y rutinas amigables con el medioambiente. Porque, todos coinciden, de eso se trata: ser más amigos de la naturaleza. Escucharla, sentirla, cuidarla todos los días y desde nuestros pequeños hábitos cotidianos, para de a poco ir logrando un cambio positivo a nivel global.

 

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