El cambio de Naomi Preizler: de las tapas de Vogue, al universo del trap

Debutó a los quince en el mundo de las pasarelas y triunfó rápido en Europa. Desfiló para Chanel, Givenchy, Alexander Wang, Jean-Paul Gaultier, Marc Jacobs. Fue tapa de Vogue, Interview, Harper’s Bazaar, Love. Y tuvo un comentado romance con Joaquín Furriel. Ahora, cuando le faltan dos años para cumplir los treinta, todo aquello quedó archivado en sus recuerdos. Algunos gratos, otros no tanto. El presente de Naomi Preizler se debate entre las artes plásticas y el trap latino, el escaparate que encontró cuando todo le parecía un desencuentro.

Con dos discos en su haber -en los que reafirma el poder femenino en la nueva escena urbana-, y más de un tema y videoclips polémicos (“Eva y Eva”, por ejemplo, fue inspirado en Domici, la ex novia de su ex novio, y causó un gran revuelo en su momento), Naomi quedó, como todos, a merced del coronavirus: en abril iba a presentar oficialmente “Fina & Lady”, su último material, en el Konex (fecha que se pasó para el 4 de junio), y aprovecha estos días de cuarentena para promocionar “Ay Fooo”, bonus track de este último material que llegó con un potente videoclip realizado por la productora audiovisual Nokta.

-¿Qué es “Ay Fooo”? ¿A quién le hablás en esta canción?

-Surgió el año pasado. En instagram recibí mensajes de una chica de Puerto Rico, totalmente machistas, transfobicos, cuerpo-odiantes, resaltando todo el tiempo la frase “Ay Fooo”. No sabía que significaba y empecé a replicarla en mis historias y la gente se copó mucho a usar el término hasta que la chica me dijo que significaba “qué asco”. Me gustó aún más. Gran parte de la letra del tema no la compuse yo... fue sacada de frases que me dijo ella. ¡Me tiró un tema en bandeja y era imposible no componer algo! En 10 minutos creé un reggaetón sobre un beat de YouTube y lo subí a mi Instagram como respuesta. Fue muy exitoso, a la gente le encantó y me pidieron mucho el tema en Spotify. No lo pensaba hacer pero mis fans lo necesitaban tanto que le escribí a mi productor y le propuse hacer el tema real. Algo aprendí en el último tiempo en mi vida y es a tomarme las cosas con humor y amor.

“La música me ayudó a sanar, a ser más auténtica y respetarme en mis sentimientos y emociones. La música es mi escudo, es mi arma y también es mi lección de vida”

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-¿Con qué expectativas esperás las presentación del disco?

-Saqué “Fina & Lady” a fines del año pasado y lo vine tocando en festivales y demás shows en vivo. Pero sentía que el álbum iba más allá de un simple recital, es conceptual y queríamos darle una presentación oficial impactante. También venía pensando en dar un giro este año en cómo hacer una presentación en vivo, perfeccionar un montón de áreas y como conozco mucha gente del teatro, arte visual, etc, se me ocurrió unirles en esta experiencia. Yo me considero una artista multidisciplinaria, además de música, dibujo y pinto mucho, me formé en teatro musical y mi sueño de chica era ser actriz de musicales. Creo que esta experiencia es un sueño hecho realidad y todo el equipo está muy entusiasmado creando juntos algo novedoso, un nuevo universo y lenguaje. Espero que sea un antes y un después en mi carrera como performer y abra mentes y puertas.

-Uno de los temas del disco anterior, “Fama de Puta”, tuvo mucha repercusión. ¿Te sorprendió?

-Sí, la verdad no me lo esperaba. De hecho nadie estaba seguro de que tenía que sacar ese tema y más con ese título sin censurar la palabra. Pensaron que nadie lo iba a escuchar. Yo seguí mi instinto porque me parecía mediocre querer reafirmar la palabra Puta y sacarle la carga negativa censurándola... Me parece que hay que ir a fondo con las convicciones que salen del corazón.

-¿Cómo podrías definir tu música? ¿Qué buscás generar?

-Mezclo géneros pero dentro de todo considero que mi música está dentro de lo urbano, el trap más que nada. Me gusta hacer música para bailar, para ser libres, para perrear y sentirse identificados. También tengo temas más sad y emo como “Fuckin Fucked”, o de amor como “Underlov”. Busco contar historias reales, con finales felices, que les haga bien al otro cuando las escucha y le de herramientas para ser más fuerte y amarse mucho. A mí me libera poner las cosas que me pasan en palabras y darles ritmo y melodía, buscarle el lado positivo a las situaciones más difíciles que me pone la vida.

-¿A qué te ayudó la música? ¿De qué te salvó?

-Me ayudó a sanar, obviamente, como a la mayoría, a ser más auténtica y respetarme en mis sentimientos y emociones. La música es mi escudo, es mi arma y también es mi lección de vida. Conocí gente increíble por la música, desde amigos hasta parejas.

-¿Podrías pensar la vida sin música?

-No. Creo que la música junto a la pintura son las artes más antiguas que existen. Yo amo hacer las dos cosas.

-Explorás un terreno antes relacionado más a los hombres que a las mujeres: el trap. ¿Rebeldía o gusto?

-Es gusto. El trap me dio la posibilidad de la palabra, de la poesía, de meter mucha letra en donde otros géneros capaz no entra tanto. Rapear, el flow, cómo ubicar las palabras y decirlas, eso me atrajo mucho. Actuar, interpretar un personaje, darle distintos acentos y matices, adrenalina, sentir cómo el bombo mezclado con el bajo vibra en todo el cuerpo. En el trap se empezaron a mezclar distintos idiomas y acentos, meter palabras en inglés donde en otros géneros capaz estaba mal visto. Y también la posibilidad de colaborar con artistas de todo el mundo a través de la distancia también. Grabar en tu casa, sin tener un estudio millonario, con un buen beat, el live, una buena placa y un mic podés hacer de todo. Ya no hace falta masticar un disco por dos años antes de lanzarlo, ni tampoco estar 10 años en la música para que te den bola de la industria. Cambió las reglas para siempre.

-¿Cuándo fue la primera vez que te rebelaste de algo y por qué?

-De mis papás. De chica me escapaba de mi casa. Me acuerdo que cuando tenía 6 ó 7 años me empezó a agarrar curiosidad por traspasar los límites, y así fue cómo metí la mano en la procesadora funcionando para ver que pasaba... Me corté el dedo, tengo la cicatriz aún y eso me recuerda quien soy: la que no acepta lo imposible.

-¿Qué enseñanza te dejó el universo de la moda?

-A ser profesional desde muy temprana edad, los 15. Creo que adopté mucha disciplina y constancia hacia el trabajo.

-Tenías una carrera consolidada dentro del mundo de la pasarela, en ascenso constante, sin embargo decidiste salir de tu zona de confort y te tiraste a la pileta sin flotador. ¿Lo volverías a hacer?

-Sí. Por el arte daría todo.

-¿Cómo quedó tu vínculo con Joaquín Furriel?

-Bien, no soy de mantener una amistad con mis ex novios, pero todo bien si nos cruzamos hay cariño y los mejores deseos.

-¿Cómo estás viviendo todo este tema del coronavirus? ¿Qué hacés en casa durante la cuarentena?

-Es rarísimo todo. Paso por distintas emociones durante el día, pero trato de mantenerme con calma, respirar, hacer yoga por YouTube, estar en contacto con mis amigos y familia y tomarme todo el tiempo para componer y dibujar. Trato de ponerle humor y creo que mucha gente hace lo mismo.