Llega la hora de la verdad: el dermotest y el peritaje balístico

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Mañana se realizará en Policía Científica la prueba denominada de dermotest, que ratificará o descartará si el imputado Bertolotti accionó el arma que mató a su padre e hirió a su madre.

Esta técnica consiste en levantar los residuos de los disparos de un arma de fuego mediante una cinta adhesiva que se pega y despega en las caras de ambas manos, los dedos y el antebrazo, y posteriormente se coloca en un soporte de vidrio, o de plástico.

Luego, a esa muestra se le aplican una serie de reactivos para determinar la presencia de tres metales: plomo antimonio y bario. Se desprenden de la deflagración, dentro del arma, que empuja desde el casquillo al proyectil (el plomo) por el cañón, en dirección hacia el objetivo que se apuntó.

Esa deflagración es mayor cuando el arma es de grueso calibre, como la que se secuestró en la casa y se sospecha que fue la homicida, una 9 milímetros.

El jueves, ante las partes, los peritos arrojarán el reactivo sobre la muestra del sospechoso obtenida en la escena del crimen, a las pocas horas. Y de inmediato se sabrá si tenía o no restos en sus manos.

También se realizará mañana en el mismo lugar la pericia balística para saber si los proyectiles extraídos de los cuerpos de las víctimas pasaron o no por el cañón de la Taurus, o por el de revólver 22 secuestrados en la causa, ambos de propiedad del imputado.

Cabe aclarar que el cañón de las armas de fuego realiza un dibujo en los proyectiles que son únicos, como las huellas dactilares.

 

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