La Ciudad ya se prepara para habilitar el comercio “online”
Edición Impresa | 21 de Abril de 2020 | 02:19

Por LAURA ROMOLI
La Ciudad transita otro mediodía más de cuarentena. Es el número 32. Algunos ya se pierden en el tiempo y se desorientan, otros llevan la cuenta al ritmo de una asfixiante preocupación. En el microcentro sólo existen dos núcleos convocantes: los bancos y los supermercados. En torno a ellos sí hay colas de platenses que, llevando sus barbijos, esperan bajo el sol del otoño y la mirada atenta de la vigilancia policial.
El resto del centro está tan silencioso que ni siquiera se asemeja al de un domingo. Sólo en la avenida 7 hay un poco más de circulación, producto de que allí están las paradas de colectivos de quienes se acercan a entidades administrativas a realizar alguno de los pocos trámites habilitados. Daniel estima que el porcentaje de transeúntes ha caído en un 70 por ciento. Se atreve a decirlo porque los conoce bien. Desde el puesto de diarios que atiende en 7 y 48 él asegura que la falta de actividad de la universidad, oficinas y las persianas bajas de los comercios han convertido al centro en un “desierto”.
Mientras tanto, y a tono con las nuevas excepciones a la cuarentena obligatoria frente a la expansión del contagio de coronavirus dispuestas por el gobierno nacional, se espera que el intendente, Julio Garro, lleve hoy al Gobernador su propuesta para que en la Ciudad también se incorporen los rubros comerciales a la modalidad de venta “online”, con un protocolo sanitario para los servicios de delivery.
Serán estos últimos los protagonistas de esta nueva etapa, que aún plantea muchos interrogantes sobre el éxito de su funcionamiento pero que apunta a reactivar en alguna medida el parate económico general, desde dos puntos de vista: el de la necesidad económica y laboral de los comercios e industrias y la que comienzan a tener las personas sumergidas en el aislamiento prolongado.
Axel Kicillof analizará cada propuesta de los intendentes bonaerenses en la reunión que mantendrán hoy. En el caso de La Plata, hay dos observaciones. La primera es que la Ciudad forma parte del área metropolitana y presenta casos positivos de COVID-19, por lo que un ablande excesivo de las medidas sanitarias está descartado; la segunda es que la curva de contagios –hasta ayer de 36 casos positivos y 148 sospechosos- indican, hasta el momento, cierto control de la pandemia.
Por esto, los comercios podrán vender vía Internet y entregar por servicio de mensajería pero no levantar sus persianas para recibir a los clientes. Algo distinto ocurre con las ópticas, que ya quedaron exceptuadas y ayer abrían sus puertas por primera vez en 32 días. “Estamos atendiendo con turnos. La gente nos llama y les damos un turno para que vengan, fundamentalmente por anteojos de receta”, contó Raymond, un empleado de óptica del centro.
INTERROGANTES
¿Cómo funcionará esta modalidad de comercio con entrega a domicilio? Algunos clientes, sobre todo los más jóvenes, ya están habituados. Para otros clientes significará sumergirse en un mundo nuevo. Al igual que muchos comerciantes, que no sólo se dividen entre quienes han incursionado en el método “online” y quienes no, sino también entre quienes, por el tipo de producto que venden, pertenecen a un rubro más propicio para la venta a distancia y quienes no. El gerente de la Cámara de Comercio e Industria de La Plata, Diego Piancazzo, pone de ejemplo el caso de las zapaterías y de quienes aún no tienen la costumbre de comprar este tipo de producto a distancia.
Sostiene en que esta flexibilización comercial va a paliar muy poco el impacto que la cuarentena está teniendo en la economía. Y se pregunta sobre los recursos que los comercios pequeños tendrán para realizar delivery directo. Todas preguntas que comenzarán a responderse en las próximas semanas.
Por lo pronto, un dato es certero: según la entidad, a nivel nacional, en marzo de este año la facturación comercial fue del 50 por ciento respecto del año anterior, esto es en la primera mitad del mes, antes del inicio de la emergencia sanitaria.
LOS BANCOS Y LAS COLAS
En tanto, las puertas de las sucursales bancarias sí registraban largas colas, en atención al reglamento que obliga a no atestar de asistentes el interior de los establecimientos. “Llevo dos horas esperando para hacer un depósito y funciona un solo cajero de entre cinco”, se quejó Carlos, un vecino que se había acercado hasta una de las entidades y permanecía en la vereda, junto a otro grupo que, provistos de sus barbijos, afrontaban ésa de entre tantas odiseas cotidianas.
La cola se dividía en dos, en la otra esperaba Enrique, quien había solicitado turno en la noche del domingo y lo había obtenido para el mediodía. “Fue lenta la conexión a Internet, pero una vez que ingresé en la página del banco, pude tener mi lugar sin problemas”, contó. Hablaba de la implementación de atención por ventanilla “por turno”, aunque advirtió que, también, al igual que Carlos, llevaba una extensa demora.
“El protocolo nos permite habilitar una caja de por medio”, explicaron en los centros de pago rápido al referirse a las demoras de atención. Todo está ralentizado en el marco de la cuarentena.
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