La tevé, acorralada: marchas y contramarchas por el coronavirus

Apenas decretada la cuarentena en el marco de la pandemia que azota al planeta, la televisión de aire cambió: los integrantes de los programas tomaron distancia, los invitados comenzaron a salir y muchos comenzaron a realizar sus intervenciones vía satélite. Al principio, todo era sonrisas y buena voluntad, pero el tiempo de cuarentena se extendió. Pasa en la vida y pasa en la pantalla: con el correr de los días, muchos aprovecharon la exención que corre para los medios y volvieron a los estudios, con invitados incluidos y cada vez menos distancia social. Y llegaron los contagios a la tevé: a tres meses de la cuarentena, la tele parece no encontrar la fórmula para combinar el cuidado personal y la necesidad de salir al aire, y se dedica a rezar para que no ocurra el peor escenario.

El programa de Lizy Tagliani quedó suspendido luego de confirmarse un caso de un asistente

LE PUEDE INTERESAR

Víctimas de la cuarentena: Martínez y Cavallo, separados

LE PUEDE INTERESAR

María Soldi: “Es difícil pensar en el futuro cuando parece que no hay futuro”

El panorama es para la tele complicado: los protocolos están en su lugar, pero aún así el coronavirus amenaza con invadir los envíos, lo cual podría poner en jaque la programación. ¿Qué pasa si se enferma el conductor de un envío? ¿Todo el panel a casa? ¿Cesarán los envíos en vivo? ¿Se puede hacer un programa exclusivamente por videollamada? ¿Cuál es el límite para seguir tomando riesgos?

Y las balas, como dijo Gerardo Rozín el domingo, pican cerca: Jésica Cirio dio negativo luego de que su marido, Martín Insaurralde, confirmara que tiene el virus, y Rial se guardó en su casa luego de que un empleado de América quedara internado, mientras que ya se registraron casos en Telefé y Canal 9. Así, en pocos días, la tevé sintió su burbuja amenazada, consecuencia lógica de la escalada de casos en la capital federal.

No alcanzó que la tevé se adaptara a la “nueva normalidad” de forma bastante profunda: los polémicos de “Polémica en el bar” polemizaron a más distancia, “Morfi” y todos los programas de la tarde entrevistaban vía Skype, Andy tenía pantallas en vez de invitados y, claro, Mirtha, asustada, tomaba la decisión de quedarse en casa y enviaba a su tradicional mesa a Juanita.

El virus atacó también a la ficción: la única tira nacional, “Separadas”, suspendió primero sus rodajes por la cuarentena y, acto seguido, canceló el programa. El “Bailando” iba a debutar en abril y todavía tramita los pedidos para que le aprueben los protocolos de emergencia para salir al aire por lo que confirmaron que el regreso de “ShowMatch” será, por ahora, sin baile y con humor. Y detrás de escena, los programas que continuaban emitiéndose en vivo lo hacían con la menor cantidad de personal posible, y de alternar el equipo. Y también cambiaron los contenidos de algunos envíos, que pasaron a dedicarse al debate sobre la pandemia.

Sin embargo, con el correr de las jornadas la “nueva normalidad” se fue flexibilizando y pareciendo cada vez más a la vieja normalidad: volvieron los invitados en vivo a las mesas, volvieron los paneles al estudio, y las consignas de distancia social dejaron de ser respetadas a rajatabla.

En paralelo, el virus crecía en capital federal y terminó amenazando a las pantallas. La tevé es un universo aparte, y sus protagonistas suelen moverse en circuitos exclusivos y protegidos (no utilizan transporte público y viven lejos de los focos de contagio) pero a medida que nos dirigimos hacia la cresta de la famosa curva, era inevitable que golpeara las puertas de los canales.

La semana pasada Telefé registró su primer caso: un trabajador externo que realiza tareas de limpieza en los estudios del canal generó revuelo entre los demás empleados de la señal de las pelotitas. Viacom intentó llevar tranquilidad, explicando que se había puesto en cuarentena a todos los que habían tenido contacto con el empleado, tras corroborar los relatos con las cámaras de seguridad. Pero la intranquilidad sigue reinando.

Finalmente, un utilero de “Intrusos” quedó internado, y Rial, paciente de riesgo, hizo el primer programa de la semana desde su casa. Finalmente, el hisopado dio negativo: no había virus intruso en América.

En paralelo, confirmaron el primer caso de coronavirus en la TV: Chiche Ferro, periodista del Nueve, dio positivo. El periodista deportivo se realizó el hisopado el fin de semana, y desde el canal, tuvieron que enviar los empleados que han tenido contacto con él a aislarse por 72 horas.

El peor escenario se registró, finalmente, en “El precio es justo”, el programa de Lizy Tagliani: en el equipo aparecieron dos casos de coronavirus y todo el mundo tuvo que ser puesto en cuarentena, incluida la conductora, además de invitados famosos como Franco Torchia y José María Muscari. El programa, desde ya, tuvo que ser suspendido.

La seguidilla de casos en el mundo televisivo volvió a poner en alerta a los canales, quienes comienzan a darse cuenta que continuar realizando envíos desde el estudio puede terminar costándoles el programa.

Aún así hay varios que siguen con esta modalidad. Por citar algunos ejemplos: “Mamushka”, el programa de Guido Kaczka, y los almuerzos y cenas televisadas de Mirtha Legrand, ahora, con Juanita Viale al frente.

En medio de esta alta tensión, ayer el ENACOM emitió un comunicado actualizando recomendaciones.