Pepito Cibrián: “Quiero ir más liviano por la vida”

“¿Cuál es el sentido, a esta altura de mi vida, luego de dos cánceres y una fractura de cráneo, de tener tantos objetos y no pasarlos por manos calientes a otros?”. Esa fue la pregunta que hace unas semanas, mientras desempolvaba cajas y cajas llenas de anillos guardadas en su casa, se hizo Pepito Cibrián, quien, a los 72 años, busca andar “más liviano por la vida”.

El prestigioso autor y director, una marca registrada del género musical en el país, se lanzó a poner a la venta un variado lote de piezas de gran significado para él.

“Es algo característico en mí usar anillos, y realmente los quiero mucho. Pero durante estos últimos treinta años he estado coleccionando y coleccionando hasta llegar al punto de no saber ni qué es lo que hay. De pronto, el otro día empecé a sacar y sacar y había más de 400”, cuenta, en diálogo con EL DIA.

Así, tras la pregunta reveladora que ver tantos anillos en cajas le originó, Pepito se embarcó en esta gran aventura. Con ayuda (“porque yo no entiendo mucho”, se sincera), elaboró un catálogo que estará disponible desde hoy en una cuenta de Instagram especialmente abierta para esta ocasión: @coleccionpcibrian

Los que vende, son anillos “de diseño maravilloso, algunos con muy buenas piedras, pero no son de oro, aunque hay varios de plata”. Ninguno de los que estarán disponibles para comprar, vale aclarar, han pertenecido a su madre, Ana María Campoy, porque esos los atesora con su alma.

En su mayoría, los anillos han sido comprados afuera. Hay piezas que han viajado desde París, otras de Turquía, de Estados Unidos, y de los destinos más exóticos a tono con su personalidad, tan recargada como encantadora. Única.

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Según dijo, cada pieza le ha costado “carísimo”, sin embargo, dadas las circunstancias, no las venderá “a esos precios, ni mucho menos”.

Los valores, aclara, serán “razonables”, incluso dijo que los interesados podrán conseguir mejores oportunidades que las “que se consiguen en la calle Libertad”, donde florecen las joyerías pero a las que no todos pueden entrar a comprar.

Los anillos más económicos se podrán conseguir por 5 mil y los más caros superarán por poco los 20 mil pesos. Dijo además que habrá facilidades de financiamiento porque su objetivo principal es que los anillos circulen.

“Lo importante es que la gente tenga la posibilidad de tener un anillo mío, con mi energía”, asegura Pepito y niega que esta decisión se deba a una necesidad económica.

“En este momento no necesito dinero, pero es para empezar a soltar los objetos y que queden sus recuerdos. Es un juego”, revela y anticipa que “más adelante” venderá otras cosas también.

“Porque de todo tengo colecciones, de collares, anteojos, relojes. Pero por ahora con los anillos es suficiente”, aclara.

El catálogo de productos a la venta se conocerá hoy, el mismo día en el que Cibrián volverá al streaming, el formato al que se adaptó cuando la pandemia se llevó todo lo establecido y gracias al que logró seguir conectado con su profesión, ya sea dictando clases o haciendo shows.

Esta noche, en vivo desde el Teatro Picadero, Pepito se autocelebrará repasando su historia dentro del rubro musical, desde su consagración con “Drácula”, hace ya treinta años, hasta sus más recientes producciones.

“Voy a cantar canciones y contar anécdotas de cómo se hicieron muchos de mis musicales. No de todos porque, imaginate, escribí 56”, adelanta el director sobre esta propuesta que se verá a través de Plateanet, desde donde se pueden adquirir las entradas.

En esta oportunidad, Pepe estará acompañado de Ariel Dansker, el autor de dos de sus próximas obras musicales, “Infierno Blanco” y “Jacinta, una mujer inolvidable”, este último basado en el entrañable personaje con el que, durante el aislamiento, ha protagonizado vivos de Instagram desde su casa.

“cumplí una etapita divertida”

Pepe vive con su tía desde hace un tiempo. Y semanas atrás, una de sus cuidadoras, dio positivo en coronavirus lo que derivó en su salida de “Cantando por un Sueño”. Por prevención, tuvo que aislarse y así dejó su silla en el jurado.

A pesar de que se habló de una salida conflictiva, y hasta de enojos y llanto, Pepito lo niega y dice que “no tiene reclamos” para hacerle a la producción de Marcelo Tinelli que lo convocó.

A su paso por este show lo define como “un recuerdo agradable”, dice que “lo pasó bien” y que sirvió para conectar con otras generaciones -que lo conocieron y amaron por sus brillos y lo inmortalizaron en memes- . Después, cuando el virus se fue de su casa, y con todo listo para regresar al programa, vio que lo “habían reemplazado bien -con Oscar Mediavilla- y no tenía sentido para mí volver. Cumplí una etapita divertida”.

Así que ahí quedó, en su enorme casa, rodeada de vegetación, con sus perros, su tía - “está muy bien, es Highlander, tiene 90 años y no la para nadie”, cuenta- y sus personajes amados, con los que seguirá dando batalla desde el streaming hasta que el teatro se vuelva a reactivar.