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Tendencias: los fumadores ocasionales también pueden ser adictos al tabaco

Nuevos estudios sugieren que fumar sólo uno o más de 20 cigarrillos al día puede generar la misma adicción. Los peligros del tabaquismo y las recomendaciones de los especialistas

Tendencias: los fumadores ocasionales también pueden ser adictos al tabaco
10 de Enero de 2021 | 04:09
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Se sabe que el tabaco y la nicotina provocan una fuerte adicción, y también son conocidos los demoledores efectos sobre la salud que genera el acto de fumar, para el que lo hace y también para terceros, a partir de lo que se denomina “el humo de tabaco ajeno”. Sin embargo, la cantidad de fumadores, en el mundo entero, no disminuye a pesar de las múltiples campañas que año tras año se realizan. Y todo, según señalan los especialistas, se debe a esa adicción que el cigarrillo provoca. ¿Pero cuando es que comienza esa adicción?; ¿cuando se encienden 10, 20 o más cigarrillos por día o con solo uno es suficiente?

Hasta ahora, se suponía que la cantidad era determinante. Sin embargo, un estudio reciente señala que las personas que se consideran fumadoras ocasionales también pueden ser adictas.

Según los criterios de diagnóstico de investigadores de la Facultad de Medicina de Penn State y de la Universidad de Duke (Estados Unidos), quienes fuman entre uno y cuatro cigarrillos al día también cumplen con los criterios de la adicción a la nicotina.

“En el pasado, algunos consideraban que solo los pacientes que fumaban unos 10 cigarrillos por día o más eran adictos. Pero este estudio demuestra que muchos fumadores de cigarrillos ocasionales, incluso aquellos que no fuman todos los días, pueden ser adictos a los cigarrillos”, explicó Jonathan Foulds, profesor de Ciencias de la Salud Pública y de Psiquiatría y Salud Conductual de la Universidad de Penn State.

“Fumar poco se percibe correctamente como menos dañino que fumar mucho, pero aún así conlleva riesgos significativos para la salud. Los médicos a veces perciben a los fumadores ocasionales como no adictos y, por tanto, que no necesitan tratamiento, pero este estudio sugiere que muchos de ellos pueden tener una dificultad significativa para dejar de fumar sin ayuda”, añadió otro de los autores, Jason Oliver, profesor asistente de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Duke.

En su trabajo, publicado en la revista científica ‘American Journal of Preventive Medicine’, los investigadores examinaron un conjunto de datos existentes de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), que incluía a más de 6.700 fumadores que habían sido evaluados para averiguar si cumplían con los criterios para el trastorno por consumo de tabaco, y encontraron que el 85% de los fumadores de cigarrillos diarios eran adictos en cierta medida, ya sea una adicción leve, moderada o grave.

“Sorprendentemente, casi dos tercios de los que fumaban solo de uno a cuatro cigarrillos por día eran adictos, y alrededor de un cuarto de los que fumaban menos de una vez por semana también eran adictos”, argumentó Foulds.

Los investigadores encontraron que la severidad de la adicción al cigarrillo, como lo indica el número de criterios cumplidos, aumentaba con la frecuencia de fumar, con el 35% de los que fumaban de uno a cuatro cigarrillos por día y el 74% de los que fumaban 21 cigarrillos o más por día eran adictos de manera moderada o severa.

“Investigaciones anteriores encontraron que los fumadores no diarios son más propensos que los fumadores diarios a intentar dejar de fumar. Pero los médicos deben preguntar sobre todas las conductas de fumar, incluso las de los no fumadores diarios, ya que éstos podrían necesitar un tratamiento para dejar de fumar con éxito. Sin embargo, no está claro hasta qué punto las intervenciones actuales son eficaces para los fumadores ocasionales”, concluyó Oliver.

EL DESARROLLO DE LA ADICCIÓN

Para los científicos, fue una paradoja por décadas el hecho de que cualquier persona que fume un cigarrillo por primera vez suele reaccionar con disgusto, el sabor es repugnante, la sensación del humo inhalado es desagradable y, en muchos casos, la pitada resulta en tos.

También por mucho tiempo, los científicos supieron que la nicotina tiene un efecto doble en el cerebro donde estimula simultáneamente el placer y la adicción, y la creencia general era que los efectos opuestos son resultado de la activación de receptores de nicotina en diferentes partes del cerebro. Pero ahora, otro estudio, en este caso de la Universidad de Toronto, acaba de identificar las células del cerebro que responden a la primera vez que se fuma un cigarrillo, un descubrimiento que podría contribuir a combatir la adicción al tabaco.

Allí, la investigadora de neurociencias Tayn Grieder y sus colaboradores encontraron que “tanto la sensación agradable como la aversión son percibidas por dos poblaciones diferentes de neuronas que residen en la misma zona, llamada área tegmental ventral (ATV), que es un grupo de neuronas cercano al medio del piso del mesencéfalo y, además de su papel clave en el sistema de recompensa del cerebro que actúa en numerosas adicciones, también desempeña un papel importante en la cognición, la motivación, el orgasmo, la dependencia a las drogas, las emociones intensas como el amor y varios trastornos psiquiátricos”.

Estos científicos explican que cuando una persona prueba un cigarrillo por primera vez, la nicotina envía todos sus receptores a la ATV para estimular tanto el placer como el asco, pero si esa persona sigue fumando, hay un cambio en su cerebro.

“La aversión debería estar allí todo el tiempo, pero cuando más fume la persona, habrá cambios en la cantidad de receptores y en los procesos de señales en el sistema de recompensas del cerebro”, explica Grieder.

Para probar estas situaciones, los investigadores infectaron ratones de laboratorio con virus modificados genéticamente para transportar y reintroducir los receptores de nicotina en uno de los dos tipos principales de neuronas en el ATV, las de dopamina o las neuronas conocidas como GABA por el químico neurotransmisor que liberan, y luego expusieron los ratones a dosis de nicotina comparables con un fumar intenso en una prueba estándar de comportamiento que mide los efectos placenteros o repugnantes de las drogas.

Y los datos obtenidos mostraron que las neuronas dopamina en el ATV son responsables por el rechazo, en tanto que las neuronas GABA señalan recompensas en el cerebro de los ratones.

Según Grieder, “la diferencia está en si los animales son o no son dependientes de la nicotina, porque si bien las neuronas dopamina son responsables por el asco en los animales no dependientes, también dan señales de recompensa y la aversión a dejar de fumar una vez que la dependencia queda establecida”.

En este marco, los científicos son optimistas acerca de la posibilidad de poder frenar la adicción al tabaco, un mal que cada año mata a 8 millones de personas como mínimo en todo el mundo, mientras varios millones de personas más padecen cáncer de pulmón, tuberculosis, asma o enfermedades pulmonares crónicas.

En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud señala que más del 40 por ciento de las muertes relacionadas con el tabaco se deben a enfermedades pulmonares como el cáncer, afecciones respiratorias crónicas y la tuberculosis, por lo que constantemente insta a que se intensifiquen las medidas para proteger a las personas de la exposición al cigarrillo.

“La sensación agradable como la aversión son percibidas por dos tipos de neuronas”

Cuando alguien fuma por primera vez, la nicotina estimula tanto el placer como el asco

“Casi dos tercios de los que fumaban entre uno y cuatro cigarrillos por día eran adictos, y alrededor de un cuarto de los que fumaban menos de una vez por semana también”

Jonathan Foulds, profesor de Ciencias de la Salud Pública y de Psiquiatría y Salud Conductual de la Universidad de Penn State

“Fumar poco se percibe correctamente como menos dañino que fumar mucho, pero aún así conlleva riesgos significativos para la salud”

Jason Oliver, profesor asistente de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Duke

 

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La cantidad de fumadores, en el mundo entero, no disminuye a pesar de las múltiples campañas que año tras año se realizan / fotos: freepik

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