De rulemanes a parabrisas: faltan repuestos en la Ciudad

Los repuestos de automotores siguen en una escalada de precios y en muchos casos se registran faltantes, de acuerdo a lo que afirman en el sector. Hay problemas para conseguir escobillas, empieza advertirse una escasez de las autopartes fabricadas con vidrio y, según la marca, si se encuentra en el mercado un espejo retrovisor puede llegar a costar, para un coche de gama media, de 25 mil pesos en adelante. Ocurre que el 85 por ciento de las piezas que componen un vehículo son importadas y existen fuertes restricciones al ingreso de mercancía al país.

Matías Vechiatti, vicepresidente de la Cámara de Repuestos Automotores de La Plata -Craya-, aseguró que en estos días se registran “faltantes en general” y que la situación parece “agravarse”. Explicó el dirigente repuestero que la mayoría de las autopartes son producidas en el exterior y que debido a que no hay dólares al valor oficial los importadores tienen que recurrir a la divisa paralela (“blue”), muy elevada, y por consiguiente poner precios que se disparan, o directamente optan por no importar.

“Faltan dólares y ahora, por una reciente resolución del Banco Central, que limita todavía más esas operaciones, por lo menos hasta el 31 de octubre, tememos que la situación empeore”, señaló Vechiatti.

Los limpiaparabrisas

Una de las faltantes que más se advierte (y lleva meses de escasez) es la de las escobillas limpia parabrisas y lunetas, las cuales, según resaltó Vechiatti, “entran al país y en tres días se agotan”; otros repuestos que cuesta conseguir son las correas y los tensores de distribución. El dueño de un lubricentro añadió como novedad el hecho de que “la mercadería que nos llega parece vieja, como si hubiera estado mucho tiempo en la Aduana”.

Entre las marcas con mayores dificultades a la hora de la provisión se encuentran Ford y Chevrolet, según precisaron en el sector. “Para que se tenga una idea, de una lista de 15 artículos que encargamos, ocho no hay”, indicó Vechiatti.

Entre los de mayor dificultad aparecen los autos importados y algunos “viejos”

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Como viene sucediendo desde hace un tiempo, el mayor problema parece estar en los reemplazos de piezas de coches importados y en los modelos viejos. Por un lado, los precios de esos repuestos siguen el vaivén del dólar y, por otra parte, al no ingresar determinada mercadería libremente al país, las faltantes producen, además de carencias en el mercado, una revalorización en pesos de la poca oferta que existe.

Dentro del rubro de cristales y accesorios, por caso, los aumentos se dieron en abril, julio y octubre, a un promedio, en cada suba, del 12 por ciento. “Este fue un año atípico en ese sentido -dijo el propietario de una casa situada en 7 entre 62 y 63, Esteban Basterretche-, los precios de lista aumentaron en tres oportunidades y ahora, el 1° el octubre, llegó el último reajuste”.

También cuando se requieren parabrisas, lunetas o vidrios de las ventanillas empieza a haber problemas para conseguirlos. “Siempre termina solucionándose, nadie se queda sin el repuesto, pero como son importadas, algunas piezas cuesta adquirirlas”, apuntó Basterretche, quien brindó como ejemplo el caso del dueño de un Peugeot 307 que necesitaba en estos días reponer un parabrisas sin sensor de lluvia. “No los proveen”, subrayó el repuestero.

Dueño desde hace casi treinta años de una casa de repuestos de suspensión, tren delantero, frenos y embragues, Walter Franceschini pintó un panorama de la actividad difícil de sostener. En síntesis, las piezas que se requieren no ingresan al país, los proveedores no pueden garantizar las entregas, existe también la especulación, y al comercio le cuesta mantener la palabra frente a los clientes.

Para atender la demanda, los negocios tuvieron que ampliar la base de proveedores

“Es muy complicado porque es difícil cumplir para mañana la palabra que dimos hoy y con la expectativa de facturación. La economía está muy complicada; y no porque falte consumo, que lo habría si estuviera disponible la mercadería, si no porque falta, justamente, la mercadería”, puntualizó Franceschini.

Las “figuritas” difíciles dentro del rubro de que se encarga Franceschini son las crapodinas (los rulemanes), unas piezas que acompañan el kit de los embragues que son importadas. “Nos faltan a todos; porque no entran al país; y no se consiguen ni siquiera pagándolas”, remarcó el repuestero de la avenida 44 entre 21 y 22.

Lo más complicado se presenta, como se dijo, con determinadas marcas. De algunos modelos que ya no se fabrican se hace muy difícil la entrega de repuestos, como de la Eco, el Fiesta, el K y el Focus, todos de Ford. En esos casos, como en otros de Renault, si se llega a necesitar una pieza como una puerta la espera puede llegar a ser eterna.

Aunque no son muy prolongadas porque, según aseguran en el sector buscan achicar las demoras, puede llegar a haber alguna espera para determinados repuestos. “Hay espejos retrovisores que faltan o que se ofrecen a precios muy elevados, como los del Fiat Palio modelo 2016, que sale no menos de 25 mil pesos”, puntualizó Vechiatti.

Ocurre que algunas de piezas tienen sus reemplazantes en la fabricación de origen chino, pero según afirman en la cámara de los repuesteros “no es justamente la mejor calidad de los materiales”.

Para poder atender lo requerimientos de los clientes, las casas de repuestos tuvieron que ampliar la variedad de proveedores.