Moda: los diseños Couture que no veremos en las red carpets

Como cada mes de febrero estamos entrando en la etapa de premiaciones y alfombras rojas pero a causa de la pandemia las entregas serán virtuales como lo fueron el año pasado. Con esta nueva modalidad son pocas las celebrities que se visten para la ocasión; porque no nos engañemos, la transmisión vía zoom en algún salón de la vivienda nunca será comparable a los metros de red carpet en Hollywood. Lamentablemente nos quedaremos sin apreciar las piezas más representativas de las colecciones couture 2021 vestidas por las estrellas; pero al menos podemos hacer un repaso de lo que se vio en las pasarelas de alta moda para le edición Primavera-Verano 2021. Como sabemos, en Europa los protocolos relacionados con la pandemia están siendo muy restrictivos y por ello las presentaciones de las colecciones se vieron alteradas. Nuevamente el formato fashion film fue el canal de comunicación, exhibición y promoción de las colecciones.

Si hay tristeza, que no se note; ese parece ser el slogan de los popes de la moda ya que se vieron propuestas fastuosas y animadas; mucho más que en las últimas presentaciones. Por ejemplo, Armani Privé nos ofreció una colección con la típica sastrería de la firma pero iluminada por géneros con texturas y brillos. Los hombros vuelven a ser protagonistas para mujeres empoderadas que visten chaquetas con hombreras tipo pagoda. Vestidos de fiesta en la gama del azul Klein con bordados y transparencias acompañan creaciones en rojo que nada tienen que envidiarle a los legendarios rosso de Valentino. Hablando de esta última casa, Pier Paolo Piccioli se decidió a brillar por todo lo alto con diseños con mucho dorado, colores shocking metalizados, texturas, volúmenes exagerados, prendas superpuestas y un calzado altísimo que recordó a las polémicas sandalias de Mc. Queen. Atrás quedaron sus propuestas monacales o de una languidez chic, esta vez la premisa fue el impacto. El toque distintivo fue que el desfile incluyó modelos masculinos; algo inusual en la alta costura.

Por su parte, la ex co-equiper de Piccioli, Maria Grazia Chiuri volvió una de las obsesiones de Christian Dior: el tarot. Con un fashion film dirigido por Matteo Garrone presentó piezas couture que transmiten una inspiración renacentista y algo barroca, también. La protagonista del corto es una joven que en busca de su autoconocimiento recorre los salones de un antiguo castillo y se encuentra con las figuras de las cartas del Tarot ataviadas con las creaciones más lujosas de Dior. Drapeados, bordados, sedas y brocados conviven en prendas únicas de exquisita confección. La colección se muestra en una especie de look book con fotografías iluminadas por una luz dorada que le brinda un marco de antigua opulencia.

Ya se vieron de los popes de la moda propuestas fastuosas y animadas

Chanel en cambio nos trajo luz, la luz de una boda en el campo recreada en su tradicional escenario del Grand Palais. La colección está marcada por un estilo bohemio pero sin perder la identidad de la firma: el tweed, los bordados y la pedrería; vestidos de tul con botitas informales, prendas al cuerpo conviviendo con otras más andróginas; boleros, pantalones y faldas a media pierna son los ítems destacados, y para finalizar, una novia ataviada con un vestido tipo kimono; cerrado y con amplio tajo que se pierde dentro de una carpa junto a un caballo y su jinete, cierra la fantasía de la boda. ¿El público? Solo un puñado de celebrities y amigas de la firma como Penélope Cruz, Marion Cotillard, Vanessa Paradis y su hija, y algunas pocas más sentadas con un estricto distanciamiento y como parte del film presentación.

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Una oportunidad para el alma

Si de apuestas lúdicas hablamos, nadie mejor que Daniel Roseberry para Schiaparelli. En esta ocasión decidió jugársela y volver al espíritu surrealista de la diseñadora que dio nombre a la etiqueta y ofreció piezas que van desde corazas en texturas símil madera que replican la anatomía humana, hasta lánguidos vestidos con escotes enormes en el frente y espalda; pasando por drapeados exagerados, moños XXL, miles de cristales Swarovski bordados en un tejido tipo malla y múltiples de accesorios que complementan y refuerzan los conceptos en cada traje. El diseño que recrea una imagen de la virgen en total black con el niño dorado se llevó todas las palmas.

Prestamos atención: lo que allá sucede luego se replica en nuestros escenarios

En la misma sintonía, Viktor & Rolf se lucieron con prendas voluminosas y llenas de detalles. El fashion film presentación fue filmado en una fábrica de municiones de la Guerra Fría, devenida en un espacio de arte contemporáneo. Allí, en contraste entre las prendas cargadas de tules, brillos y texturas se veía más acentuado dotando a la propuesta de la teatralidad necesaria. Conocidos por su enfoque conceptual, el dúo holandés puso foco en la juventud y el reciclaje como temas principales de esta colección. Aunque las siluetas eran repetitivas, la parte superior del sujetador y la falda formal o voluminosa, las piezas en sí eran diversas. Mediante una apuesta de “todo vale”, utilizaron elementos de su propio archivo, piezas de joyería, sudaderas y simples trozos de diversos géneros para crear nuevos looks. ¿El resultado? Una propuesta glamorosa, con aires ochentosos que aportó alegría al clima ensombrecido por la pandemia.

Como vemos, con ASPO, DISPO o en pleno aislamiento, la rueda de la moda sigue girando y al parecer, lo que comenzó siendo la adaptación a un contexto crítico, vino para quedarse. El diseño y la industria de la indumentaria han sido rápidos de reflejos encontrando la manera de subsistir y hasta de reconfigurarse frente a la adversidad. Desde aquí prestamos la debida atención porque mucho de lo que por allá sucede luego se replica en nuestros escenarios.