“Alexia de Argentina”: una ONG quiere que en el país gobiernen reyes

“Yo veo desde un punto de vista práctico esto. No me interesa el cotillón de la nobleza, sino el tema organizativo”, dice Mario Santiago Carosini, líder del Movimiento Monárquico Argentino, una ONG de carácter institucional que busca “resucitar los ideales de San Martín, Belgrano y Alberti”, quienes nos liberaron de la colonia española y según este contador público oriundo de Quilmes, habían barajado la posibilidad de que haya reyes a cargo del primer gobierno argento.

“La república es un sistema caro, corrupto y disfuncional. Al no haber controles, porque tienen un alto costo, eso genera corrupción. El presidente junta las cualidades de gobierno y Estado en la misma persona, y las características para ejercer el Estado no son las mismas que se necesitan para ejercer el gobierno. Necesitamos algo que tenga mirada a largo plazo, y el político piensa a corto plazo, no puede dirigir un ente como el Estado porque nadie se controla a sí mismo. Ahí nacen todos los problemas del alto costo social, económico, moral e institucional. Los únicos que se enriquecen son los políticos. Esto vale para todo el mundo”, explica Carosini.

“Argentina ha sido durante tres siglos monarquía y durante dos república”

En las redes sociales el Movimiento tienen miles de seguidores y Mario asegura que “somos 650 personas activas en el país. También tenemos colaboradores. Hicimos una proyección de que somos 1 millón de monárquicos aproximadamente, pero la mayoría está convencida de que en Argentina nunca va a haber una monarquía porque el sistema republicano está muy afianzado”.

Para los adeptos a este movimiento, la monarquía constitucional parlamentaria “es lo que mejor funciona en el mundo. Es la que tienen los mejores países. Eso es exitoso: paz social, un sistema institucional sin golpes de Estado, no se avasallan los derechos sociales ni humanos”.

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“El 90 por ciento de las repúblicas son dictaduras, porque si yo junto Gobierno y Estado en una sola persona, esa es la característica de los dictadores”, resalta Carosini, que pone a Dinamarca, Japón, Noruega, Suecia o Reino Unido como ejemplos de monarquías que proveen de “buen nivel de vida” a sus ciudadanos.

Y si bien reconoce que la monarquía también puede llegar a tener una “corrupción individual”, asevera que “no todas las instituciones están corruptas, que es la característica de la república”.

Para Mario, Alexia, una de las hijas de Máxima de Holanda, podría ser una de las candidatas para reinar Argentina

“Tenemos que ver como funcionan las monarquías parlamentarias en el mundo. Tienen dinero porque viven de las rentas de sus propiedades y producen cosas en sus campos. Los reyes no son quienes roban, sino los gobiernos. El rey no tendría que ser parte de un partido político, estaría controlado por el Parlamento, cuyos miembros, que sí serían elegidos en las urnas, escogerían a su vez al jefe de Gobierno. Y entre las tareas del monarca estaría dirigir un sistema de protección del contribuyente”, cuenta Carosini y explaya sus argumentos: “moderar significa evitar excesos, y si un político que promete bajar los impuestos, cuando llega los pone al 100 por ciento, no solamente está utilizando su demagogia, mentira y psicopatía, sino que hace cosas que perjudican a todos”, subraya.

“Argentina ha sido durante tres siglos monarquía y durante dos república. Entonces la tradición nuestra es mayormente monárquica. Nuestros grandes próceres fueron monárquicos”, añade el contador e insiste en que esa forma de estado sería más barata: “en la monarquía tenemos un jefe de Estado cada 40 años, más o menos. En cambio en la república tenemos que mantener la jubilación privilegiada, muy superior a la de cualquier rey, de un jefe de estado cada 4 años, más los guardaespaldas”, agrega el líder del movimiento.

“El rey no tendría que ser parte de un partido político y estaría controlado por el Parlamento”

¿Y el rey?

Sin antecedentes de reinados en Argentina, es difícil imaginar quién podría ejercer ese rol que se heredaría por línea sanguínea, como en el resto de las monarquías. “Alexia -la segunda hija de Máxima y Alejandro, los reyes de Holanda- es una de las alternativas. La segunda hija del actual rey de España -Sofía- es otra alternativa. Somos un movimiento monárquico huérfano, no tenemos una dinastía. Necesitamos fundar una dinastía que quiera ejercer la jefatura de Estado en Argentina a largo plazo”, sostiene Mario, que además es vicepresidente del foro Internacional Monárquico compuesto por representantes de España, Brasil y Argentina.

El origen del Movimiento Monárquico Argentino se remonta a 1987, cuando Luis José, padre de Mario y fallecido en 2014, protagonizó un debate cara a cara con un republicano en un colegio bonaerense.

El grupo se dedica a divulgar sus ideas y tiene, según su líder, “integrantes” de todos los partidos: “hay peronistas, hay radicales, hay liberales e inclusive de izquierda, los menos pero los hay”, señala.

Si bien la finalidad de la ONG es difundir sus ideales, quieren ir un poco más allá: “creemos que los momentos de crisis dan una oportunidad y vamos a presentar nuestro proyecto al Congreso durante el segundo trimestre de 2022. Sería un proyecto superador donde la novedad se basa en el sistema de protección del contribuyente para que no haya impuestos excesivos. Ese momento simbólico de presentar nuestro proyecto es el inicio de la gran modificación institucional que no me cabe la menor duda va a suceder. Tenemos que cambiar esto porque si no nunca vamos a avanzar, la monarquía es el sistema más eficiente y el más barato también”, finaliza.