Proyecto emprender: cómo llegar de la idea al éxito

¿Cuáles son los primeros pasos para iniciar un emprendimiento? ¿Se necesita sólo tener una idea, un talento, una vocación, ganas? ¿Todo eso junto? Desarrollar aquello que -a la corta o a la larga- intentaremos que sea un negocio, requiere mucho más que eso. Implica ensamblar una determinada estructura, generar una marca, utilizar herramientas digitales que se actualizan en forma constante y vertiginosa… La lista es larga, pero no imposible de cumplir. Además, cada rubro -y cada quien- tiene sus propios tiempos y el sello de su expertise personal. Por eso, reunimos a un grupo de consultores en la materia que ofrecen sus consejos para comenzar a emprender. Y algunos emprendedores nos cuentan cómo sacaron adelante sus ideas para convertirlas en su medio de vida.

Cada rubro -y cada quien- tiene sus propios tiempos y el sello de su expertise personal

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“Uno de los primeros pasos a la hora de comenzar con un emprendimiento es el de tener una visión clara de la necesidad a resolver o problema a solucionar, unida a un propósito personal. De nada sirve tener un buen negocio si no está alineado con nuestros intereses, o a la inversa, si está en sintonía con nuestro propósito, pero no resuelve un problema puntual y por lo tanto no atrae a los clientes”, revela Yésica Monti, mentora y coach de emprendedoras en Usina Contenidos.

“Es necesario tener un modelo de negocio a la propia medida. Inspiración antes que comparación. Observar lo que ya existe en el mercado y adaptarlo a nosotros mismos”, agrega la experta, a la vez que sostiene que son muy importantes “la estrategia y planificación; pensar a largo plazo y crear estrategias concretas que lleven a conseguir los objetivos planteados. Ir lento pero constante es el secreto”.

Brenda Wlasiuk (32) es diseñadora de indumentaria. Creó su propia marca, Namibia, en 2014. “Todo arrancó un año antes, cuando con Jime, mi compañera de facultad, estábamos estudiando, casi por recibirnos. Ahí empecé a darle forma a lo que siempre fue mi sueño: tener mi propia marca de ropa. Nos llevó meses y meses pensar un nombre. Fueron meses intensos de pensar en todo: a qué público queríamos dirigirnos, qué tipo de ropa queríamos hacer. No es fácil comenzar ningún proyecto”, confiesa.

“La pandemia me hizo consolidar, la marca creció un montón. Incluso me permitió dejar mi otro trabajo para dedicarme en forma exclusiva a Namibia”

Brenda Wlasiuk (32),
Diseñadora de indumentaria.

“En su momento invertimos 20 mil pesos cada una. A mí, mi abuela me regaló la máquina de coser, porque en aquel momento hacíamos todo nosotras. Con el dinero, remodelamos el local donde tenemos el showroom, invertimos en telas y en otras máquinas. Y fue arrancando de a poco… La pandemia me hizo consolidar, la marca creció un montón. Incluso me permitió dejar mi otro trabajo para dedicarme en forma exclusiva a Namibia. Fue moviendo mucho las redes que se dio; un emprendedor nunca tiene que bajar los brazos, siempre tiene que ir para adelante y ver qué puede hacer en la adversidad”, aconseja Brenda.

El emprendimiento no tuvo ninguna inversión inicial en dinero, y los servicios anexos los terceriza

El emprendimiento de la diseñadora de La Plata está pasando por un muy buen momento. “Hoy mi marca ya es conocida, gracias al boca en boca. Colección tras colección llego a mi objetivo. Por supuesto que siempre tengo otros sueños, pero hoy por hoy estoy muy feliz. Proyecto seguir creciendo, reinventándome, creando cosas nuevas. Ir hacia un público nuevo y seguir sosteniendo a quienes me acompañan desde el día 1… Lo que le aconsejo a alguien que quiera empezar es que siga su sueño: si realmente cree en lo que va a empezar a hacer y le pone pasión todos los días, no hay motivo por el cual le vaya a ir mal. Obviamente, no hay que bajar los brazos en la primera de cambio. Siempre hay que remar, pero con el objetivo claro, se llega a buen puerto”, asegura.

María Belén Amado (39), interiorista y martillera, hace mudanzas más que completas

Otro emprendimiento exitoso de nuestra ciudad que comenzó con una pequeña gran idea es el de una mudadora que se encarga del 100 por ciento de la tarea: hasta de embalar la ropa y colgar los cuadros en la nueva vivienda. ¡Todo! La creadora es María Belén Amado (39), interiorista y martillera. Living The Move, la pyme, nació hace 8 años en una cena familiar hablando de las necesidades de la gente. “¡Claramente era un eslabón faltante en el proceso de decidir mudarse!”, recuerda Belén.

“Lo que hacemos es brindar un servicio para la familia, en base a todo el proceso de la mudanza”

María Belén Amado (39),
Interiorista y martillera.

“Lo que nos motivó fue la necesidad de la gente. Este faltante para la mudanza en sí y también para la contención para la mudanza. Lo que hacemos es brindar un servicio para la familia, en base a todo el proceso de la mudanza. Uno se muda por diferentes razones: porque se agranda la familia, porque se achica, porque te mudás sola o solo. Hay una carga emotiva en cada decisión. Nos ha tocado mudar a diferentes familias y brindamos mucha contención en esto. Si estás feliz, para que lo vivas feliz. Y si estás triste, para que sea un proceso lo más liviano posible. Nosotros tenemos una reunión, y organizamos un servicio de mudanza acorde a lo que necesite cada uno: embalamos toda la casa, desarmamos los muebles, los juguetes... la carga, descarga y la reorganización de su nueva casa. Cuando llegás el nuevo hogar, encontrás la cama tendida, la ropa en el placard, la perfumina que te gusta… ¡todo!”, subraya Belén.

El emprendimiento no tuvo ninguna inversión inicial en dinero, y los servicios anexos los terceriza: camiones, electricista, gasista, colocador de aire acondicionado, pintores. “Todo lo que el cliente necesite está dentro del servicio. Una vez un cliente nos hizo llenarle la heladera, por ejemplo”, ríe Belén al recordar la anécdota.

Yésica Monti coach de emprendedoras

“Nuestra mayor inversión fue formar el grupo de personas. Hoy, el elenco está estable desde hace 5 y 6 años. Eso es lo que más nos costó: el hecho de que se involucren, se pongan la camiseta de la empresa y la familia a la que estamos mudando. Realmente, creo que todo lo que se haga con pasión, no puede salir mal. Ese es mi pilar; la base de cualquier cosa que nos proponemos con el equipo. Esta es una empresa de mujeres, todas tiramos para el mismo lado y la empresa creció gracias al equipo completo. Pasión y sacrificio, para cosechar lo que se siempre”, resume la emprendedora.

“Es necesario tener un modelo de negocio a la propia medida. Inspiración antes que comparación. Observar lo que ya existe en el mercado y adaptarlo a nosotros mismos”

Yésica Monti,
Mentora y coach de emprendedoras.

CLARIDAD Y COMPROMISO

“Definí objetivos aspiracionales, pero con los pies en el suelo”, dice el consultor comercial Julián González a la hora de enumerar algunos consejos para el emprendedor. “Estos objetivos de ‘llegar a la luna’ que pueden ser difíciles de abordar y lograr, sin embargo, podrían ayudar a descubrir rutas nuevas e innovadoras para impulsar su crecimiento. Tener los pies en el suelo supone ser realistas, definir objetivos que deban lograrse por completo, todo el tiempo”.

¿Se necesita sólo tener una idea, un talento, una vocación, ganas? Mucho más que eso

Otra cuestión interesante a tener en cuenta es la visión. “Tener en claro dónde quiero estar en 5 años me permite tomar mejores decisiones. Cada decisión debe ser un paso para llegar a donde querés, si no tenés una visión clara te vas a convertir en un caminante sin rumbo”, sostiene el consultor y finaliza: “hay que lograr sentirse orgulloso de lo que uno hace y con quiénes; emprender es tan hermoso como difícil. Vas a trabajar más de diez horas por día, por días; vas a implicar a tu familia y amigos. Por lo tanto, debés sentirte bien con vos mismo… y con todos los que te acompañan”.