Quién es Lucas Akoskin: dejó la tele, viajó a Los Ángeles y se convirtó en productor de Kusturica

Lucas Akoskin comenzaba, lentamente, a ser un rostro conocido de la televisión argentina a fines del siglo XX. Apareció en “Gasoleros”, tuvo un rol más activo en “Campeones de la vida”, pero la cosa no progresaba como quería. Entonces, se tomó un avión hacia Nueva York para cumplir un sueño: estudiar en la escuela de Stella Adler. Y allí comenzó una vida que lo alejó, un poco, de la actuación, y lo llevó a ponerse la gorra de productor. Un camino que lo puso al lado de Emir Kusturica y Carlos Cuarón y lo llevó a codearse con estrellas como Kirsten Dunst y Kate Mara.

“Me fui porque venía tratando de generar proyectos, de trabajar, y no me salía tanto trabajo… Hacía un personaje acá, un personaje allá”, cuenta, en diálogo con EL DIA, el actor y productor, quien ahora está de regreso en Argentina, en esa doble faceta, para mostrar “Miénteme”, comedia romántica estrenada recientemente en Amazon Prime Video con Flor Peña, Benjamín Vicuña, la chilena Leonor Varela y Akoskin como protagonistas.

Akoskin produce también la película de la plataforma de la librera, un oficio que fue “aprendiendo en la cancha” sin dejar nunca del todo la actuación: “Siempre lo mantuve, seguí entrenando, hago teatro alternativo. Y también hice algunas películas en Estados Unidos: de hecho, me volví productor así, por necesidad de actuar allá, produje mi primera película porque nadie me iba a contratar”.

Así que, relata, “no es que desaparecí: continué mi vida allá”, volviendo en ocasiones puntuales, como cuando viajó a grabar “Perfidia”, miniserie dirigida por Juan Pablo Laplace. Amigo de Akoskin, le pidió que volviera para filmar juntos, y “de hecho, ahí conocí a mi esposa”, cuenta el actor. Su mujer es Leonor Varela, la reconocida actriz chilena que también es parte de “Miénteme”. Y el relato de cómo se encontraron también es casi de comedia romántica.

“Yo no buscaba a nadie”, comienza Akoskin como Fito Páez. “Filmaba acá, y un amigo colombiano que estaba haciendo posproducción vino a Buenos Aires. Estuvo dos noches, y me dijo que en una de esas dos noches fuéramos a comer con una amiga chilena que filmaba una campaña también en Buenos Aires. Era Leonor. Pero yo tenía un estreno, no podía. Igual, me puso en contacto, y quedamos para comer al día siguiente, solos. Ahí nos conocimos”, recuerda, y larga: “No creo en las coincidencias, estaba escrito así…”

Conocer a Leonor le cambió la vida: neoyorkino acérrimo, cambió de costa y de cultura para mudarse a Los Ángeles, sitio que juró no habitar nunca.

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“Viajaba mucho a Los Ángeles, pero siempre me quedaba en la zona Hollywood, donde están las agencias, las compañías, y se respira otro Los Ángeles. Cuando vas hacia la playa, es otra energía completamente diferente”, se justifica el enamorado actor y productor. En la ciudad angelina comenzó a construir su carrera como productor, que lo puso junto a Kusturica y que ahora lo tiene produciendo la remake de “Los otros”, de Amenábar. Allí, también, es parte de un reconocido grupo de improvisación.

Con tantos compromisos, volver para hacer televisión en Argentina es imposible, pero una película, en cambio, era una propuesta mucho más factible. Y “era una deuda pendiente: quería venir a filmar una película, que es un tiempo más reducido, en familia, con amigos. Benja es un amigo de muchos años, con el cual venimos fantaseando en hacer una película para pasar tiempo juntos, es la mejor excusa. Así que se armó de esa forma: con Leonor y con Benja”.

“Me volví productor por necesidad de actuar: produje mi primera peli porque nadie me contrataba”

Incluso el perro de la pareja actúa: la familia es acompañado por Florencia Peña, Flor Vigna y Luciano Castro, aunque la química entre los dos chilenos y Akoskin es lo que sobresale: “Teníamos una gran ventaja, la confianza es tanta que nos permite romper una barrera que con otros colegas cuesta romper, tarda más tiempo, hay que calentar motores”, comenta al respecto el actor. Aunque “también por esa confianza puede ser desafiante, dinámicas de la vida real pueden venir a la ficción”, se ríe. “Pero lo pudimos sobrellevar, como pareja hemos sobrellevado cosas mucho más difíciles en nuestra vida, así que no tuvimos problemas, la pasamos bien, nos cagamos de risa”.

TODOS MIENTEN

“Miénteme” cuenta la historia de dos parejas que se enredan en sus mentiras, entre engaños y ficciones que construyen para quedar bien. Una pareja, aburrida, investiga a la otra, donde Vicuña encarna aparentemente a un estafador; mientras tanto, los aburridos se engañan y meten la pata. Todos mienten.

Y esa es la premisa de la película, de hecho. Pero, si todos mentimos, ¿cuál es el límite? “Lo que pasa es que yo nunca miento…”, dice entre risas Akoskin. “Mentimos para sobrevivir. Esa mentira existe en mi matrimonio y en todos, es una mentira que casi no cataloga como mentira. Uno miente muchas veces para que el día no se frene todo el tiempo en discusiones, incluso… ¿Hasta dónde se puede? Yo creo que mientras sea para proteger, está avalada”.

Sebastián Schindel dirige la propuesta, su primera comedia, que Akoskin define como “una película liviana, con humor: pasan tantas cosas en el mundo hoy que más películas de muerte y secuestros, a mi en lo personal me aburre un poco, quiero distenderme, relajarme, reírme”.

“La comedia romántica me parece necesaria: si trabaja temáticas ancladas en la realidad, que nos podemos relacionar, me aprece una forma muy gentil de entregar eso a la gente, que entre por ese lado. Te podés ir, pasarla bien, y reflexionar: eso me atrae”, opina Akoskin, declarado fan de la comedia, “en todos sus esplendores. Cuando está bien lograda, la comedia es el género más efectivo para llegar a la gente. Si uno quiere comunicar algo pesado, intenso, no se habla, hay tabú, cuando lo hacés con humor penetrás en las personas, la gente baja la guardia”.

Lucas Akoskin y Emir Kusturica