“Pinocho: un títere desobediente en “stop motion”

Guillermo Del Toro debuta en la animación con una nueva adaptación del clásico, más oscura, con el fascismo como trasfondo y donde quiere mostrar que “la animación no es para niños”. Llega a las salas locales el jueves, antes de aterrizar en Netflix en diciembre

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Cuando el cineasta mexicano Guillermo del Toro se propuso por primera vez hacer una versión animada de “Pinocho” hace 15 años, optó por ambientar su película en la Italia fascista de la década de 1930: los personajes del anciano tallador de madera Geppetto y su títere viviente Pinocho nacieron en una novela italiana de 1883 (del periodista y escritor italiano Carlo Collodi) y se popularizaron con la película de 1940 de Disney, pero en “Pinocho” de del Toro”, que llega el jueves a las salas antes de estrenarse, el 9 de diciembre, en Netflix, viven en el mundo de entreguerras de Benito Mussolini.

“Quería ubicar la película en un momento en el que comportarse como un títere fuera algo bueno”, dijo Del Toro. “Quería que Pinocho fuera desobediente”, agregó. “Quería que Pinocho, que era el único títere, no actuara como un títere. Pensé que temáticamente eso era perfecto”.

Si bien el tema del fascismo podría parecer oportuno a la luz de la política mundial reciente, el cineasta dijo que su film era igual de relevante cuando concibió el proyecto hace años. De hecho, Del Toro ha utilizado previamente sus distintivos cuentos de hadas góticos para abordar el espectro del fascismo con películas como “El laberinto del fauno” y “El espinazo del diablo”, ambas ambientadas en la dictadura de Francisco Franco en España (1939-1975).

“Es algo que me preocupa porque es algo a lo que la humanidad parece volver”, dijo. “Siempre lo he visto”. El fascismo está “siempre vivo en el fondo, o en primer plano”, aseveró.

El oscarizado director mexicano presentó su versión de “Pinocho” a los estudios y productores de Hollywood muchos años antes de que el gigante del streaming Netflix finalmente comprara los derechos en 2018.

ANIMACIÓN Y CHICOS

“Esta película que van a ver nos tardamos 14 o 15 años en hacerla, la mitad de mi carrera, porque se quiso hacer demostrando que la animación es arte, es cine y no es un género hecho para niños”, aseguró el mexicano, que comparte la dirección con el estadounidense Mark Gustafson sobre una historia escrita y reinventada por Del Toro en colaboración con Patrick McHale. “He estado luchando para lograr hacer esto durante la mitad de mi carrera”, dijo Del Toro. La película requirió más de mil días de rodaje. Utiliza el minucioso método de animación ‘stop-motion’, en el que los títeres se manipulan cuidadosamente cuadro por cuadro para crear la ilusión de movimiento.

Para Del Toro, el uso de imágenes generadas por computadora nunca fue una opción. “Fue muy pertinente para mí hacer una historia sobre un títere con títeres, y los títeres creen que no son títeres”, dijo. “Es una especie de cosa caleidoscópica y telescópica muy hermosa”.

Si bien Del Toro ha estado fascinado por la animación desde hace mucho tiempo, ganó sus premios Óscar a mejor director y mejor película con la cinta de actores de carne y hueso “La forma del agua” de 2017, y “Pinocho” es su primer largometraje animado.

“En América del Norte, la animación se ve un poco más como un género para niños”, dijo Del Toro. “Una de las cosas que creo que todos están tratando de cambiar, no solo nosotros, es decir: ‘La animación es cine, la animación es actuación, la animación es arte’”, afirmó.

 

“La animación es cine, la animación es actuación, la animación es arte”

 

“Es una película que busca animar a los muñecos de manera diferente, no es una película que se trate de hacer ligera o simpática, tiene humor, tiene tristeza, tiene momentos de lágrimas, de acción pero no está hecha condescendiendo de manera vertical hacia el publico”, ahondó Del Toro.

La animación ‘stop-motion’ puede “tocar cosas profundamente conmovedoras y profundamente espirituales”, pero es “una técnica que está constantemente al borde de la extinción”, dijo. “Solo lo mantienen vivo los fanáticos locos... ¡nosotros lo mantenemos vivo!”.

DEDICADA A MAMÁ

Si bien la historia de Pinocho explora los lazos entre padre e hijo, Del Toro quedó fascinado con el personaje cuando era niño, cuando su madre, con quien era muy cercano, le hizo conocer a la traviesa marioneta.

“Siempre coleccioné cosas de Pinocho... Mi madre y yo vimos (la película) juntos cuando yo era muy joven, y ella siguió dándome Pinochos durante toda mi vida”, recordó.

La madre de Del Toro falleció el mes pasado, solo un día antes del estreno mundial de la película en Londres. Del Toro dijo entonces a la audiencia que estaban a punto de ver una película “que me ha unido a mi mamá toda la vida”.

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