Guillermo Cides: “Nunca esperé tener repercusión con el stick, me dediqué a tocarlo”

“Es el mejor stickista que vi en mi vida”, dijo Trey Gunn, de King Crimson, sobre Guillermo Cides, argentino radicado en Europa y uno de los pocos concertistas de stick del mundo. Cides, que ha tocado con artistas como Rick Wakeman (Yes), Roger Hodgson (Supertramp), Emerson, Lake & Palmer, Fish (Marillion) y Jethro Tull, se presentará hoy desde las 20.30 en la sala de 34 entre 27 y 28, en el marco de la Gira Silenciosa.

Y para esta noche, el stickista promete, en diálogo con EL DIA, “una aventura sonora, una exploración musical con un instrumento poco habitual como es el stick”. Un instrumento que, define, es “una pequeña orquesta en sí misma”, “una guitarra con un bajo, pero se toca como un piano, con la técnica de piano a dos manos. Esa ejecución genera además un sonido percusivo”.

Cides conoció el stick en los 90 y, cuenta, “me enamoró el desconocimiento que tenía del instrumento, que no tenía idea cómo tocarlo”. El stick, explica, permitía explorar el toque de forma intuitiva, y eso fue “algo que coincidía con mi personalidad”. Atrapado por la novedad y por el sonido, comenzó a tocarlo y “me tocó ser obligadamente un pionero del stick: en aquel momento casi no había concertistas en el mundo, en Argentina no se había dado nunca un concierto de stick”.

El artista recuerda todavía el primer concierto de stick en el país y “las pocas canciones que había aprendido a tocar, de forma autodidacta”. Desde entonces, formó escuelas, armó ensambles, giró y los conciertos “fueron generando otros conciertos” hasta generar un pequeño fenómeno.

“Una vez, en Buenos Aires, publiqué que el concierto comenzaba a las 21 puntual: 20.50, caminaba rumbo al show y empiezo a ver gente, y me preguntaba ¿qué hará toda esta gente acá? Esa gente estaba esperando para entrar a mi concierto. Ese día me di cuenta que había gente que le gustaba lo que hacía”, se ríe Cides.

De todos modos, agrega, “nunca esperé tener repercusión con el stick, simplemente me dediqué a tocarlo. Tocando un instrumento desconocido no se puede tener muchas pretensiones: simplemente aprendí a tocarlo, compuse canciones, y naturalmente el stick y yo parecíamos hechos el uno para el otro”.

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Cides editó sus propios álbumes, aunque, relata, la crisis de la industria lo llevó con los años a volcarse más al vivo, formando dúos, tríos, cuartetos de diferentes géneros. Y los shows se transformaron en una experiencia comentada, aplaudida, esperada con ansiedad. “En mis conciertos priorizo la experiencia sonora de la audiencia”, dice.

Esta vez, brindará una treintena de conciertos en el país, como parte de la Gira Silenciosa que marca su regreso. En La Plata, se presentará con algunos invitados, como el stickista Gustavo Menéndez, Chivo Góngora en percusión y Pablo Ribas en vibráfono.

La propuesta promete ruido, por lo que lo de “Gira Silenciosa” es “una ironía, de silenciosa no tiene nada”, se ríe Cides. Y es silenciosa además, agrega, en tanto que “se arma silenciosamente y fuera de los canales habituales: cada vez que vengo a Argentina, pongo un aviso en Facebook y la gente me envía contactos de promotores, de lugares, o la misma gente me dice que puede organizar el evento: es la gente la que genera que el concierto se haga en una ciudad, y así se armaron 30 conciertos”.

Cides lleva recorridos 5 mil kilómetros cuando la gira anda por su promedio, y en ese recorrido, dice, quizás con algo de nostalgia, que “puedo ver el país, su inmensidad, la maravilla que es. Tenemos un país hermoso: nos merecemos un destino mejor”.