México: López Obrador seguiría como presidente
Edición Impresa | 11 de Abril de 2022 | 01:34

Los mexicanos votaron ayer para decidir si Andrés Manuel López Obrador (AMLO) deja anticipadamente la presidencia o termina su mandato en 2024, en el primer referendo revocatorio en la historia del país, que anticipaba al cierre de esta edición un gran espaldarazo al mandatario izquierdista.
El Instituto Nacional Electoral (INE) se abstuvo de adelantar porcentajes de participación, una de las cuestiones clave ya que para que el resultado fuera vinculante se requerían 37 millones de votos (40 por ciento de los electores, estimados en 93 millones). La consultora en temas electorales Integralia estimó una participación promedio de 14,8 por ciento.
De confirmarse, ese hecho por sí solo ratificaría en el cargo al primer presidente de izquierda del país, de 68 años y con una aprobación de 58 por ciento, según un consolidado de encuestas de la firma Oraculus. En México no hay voto obligatorio.
“Que nadie olvide que el pueblo es el que manda, el pueblo pone y el pueblo quita”, señaló por su parte López Obrador ante la prensa tras salir del puesto de votación.
AMLO, como es conocido por las iniciales de su nombre, anuló la boleta escribiendo “¡Viva Zapata!” para mostrarse imparcial en esta consulta, que él mismo impulsó luego de conseguir que se incluyera en la Constitución en 2019 como antídoto contra “malos gobiernos”.
El jefe de Estado ha dicho que se retirará de la política cuando termine su mandato al frente del país de 126 millones de habitantes.
Sin mayor riesgo de tener que abandonar el poder, el presidente podría aprovechar el plebiscito para airear algunos proyectos y “echar a andar la maquinaria” de su partido Morena rumbo a las presidenciales de 2024, estima la analista política Martha Anaya.
En los casi tres años que le restan de mandato, el proyecto de “transformación” de AMLO tiene varios desafíos, como la aplicación de una reforma al sector eléctrico avalada por la Suprema Corte de Justicia la semana pasada, ante el rechazo de EE UU, Canadá y España, y de los partidos opositores PRI, PAN y PRD.
El nuevo marco, que el mandatario espera reforzar con una reforma constitucional, da mayor peso al Estado en la generación de energía.
Algunas de las apuestas avanzan cuesta arriba, pues la coalición de gobierno -principal fuerza en el Congreso- no reúne sin embargo los votos suficientes para modificar la Constitución y se ve obligada a negociar.
López Obrador fundamenta su aceptación en programas sociales a los cuales destina este año 23.000 millones de dólares (6,4 por ciento del presupuesto) y políticas como la mejora del salario mínimo (265 dólares mensuales). (AFP)
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