Inés Mauri: “La idea de ‘Pendeja’ es algo irreverente, algo que molesta”

“Quería probar qué pasaba si hacía las cosas a mi manera”, dice Inés Mauri, que en 2020, en plena pandemia, decidió soltar sus proyectos en grupo y formar equipo pero para “poder hacer las cosas por una vez a mi manera y ver cómo resulta eso”.

Es que, cuenta la joven artista y productora platense, lo urgente no dejaba lugar para lo importante: atada a mil y un pequeños proyectos e ideas, nunca había tiempo para explorar sus ideas musicales y sus preocupaciones. Y “entonces frené en la pandemia. Hago mucha terapia, y empecé a pensar qué resultados quiero tener y qué estoy haciendo para lograrlo: fue simple la pregunta y rápida la respuesta, me di cuenta que tenía un equipo alrededor de personas interesadas en trabajar conmigo. Y decidí poner mi impronta en un proyecto al 100%, poder hablar desde mis distintos lugares identitarios, poder hacer las cosas por una vez a mi manera y ver cómo resulta eso”.

Así colocó la primera semilla de lo que será “Pendeja”, su disco debut de próxima salida, un trabajo que se mueve entre el baile techno, el indie, el pop y el lo-fi, con letras recorren vivencias que relatan su identidad lésbica/queer como las que narra en “Paki”, primero de los tres adelantos que ha mostrado Mauri en las plataformas: le siguieron “Manos”, junto a Paula Maffia, y “Miedos”, en colaboración con Carmen Sánchez Viamonte, “una canción que nos invita a mover el cuerpo mientras la letra nos propone perder los miedos”.

Y de eso va un poco el disco de la artista que gestiona el sello transfeminista GEMA Discos y es fundadora del festival de arte interdisciplinario M.A.R.T.A., según adelanta, en diálogo con EL DIA: “Venía de estar en bandas, espacios de toma de decisiones colectivas, donde incluso tenía una guitarra adelante, el cuerpo atrás… ahora tengo que moverme. Puse el cuerpo en jaque”, lanza Mauri.

También hay algo de jaquear (o hackear) en el título del disco, “Pendeja”: “La sonoridad directa de la palabra no pasa desapercibida”, dice de “una palabra que tiene muchísimas más cargas, y eso buscaba: juega con mi edad, que puedo seguir pasando como pendeja pero ya no tanto; además, tiene una carga de erotismo; incluso aparece el “Pendejo” de Babasónicos, aparecen universos sonoros… y al mismo tiempo, la idea de pendeja como algo irreverente, algo que molesta, que irrumpe”.

También ahí hay un cambio para Mauri, que venía de “un rock más solemne” y también “de nombres más largos y metafóricos”, y ahora propone, desde el sonido, desde la poética y desde arte simbólico de nombrar, “algo completamente distinto: más directo, liviano, pero que sea liviano no quiere decir que no tenga contenido”. Por eso, las canciones de “Pendeja” nacieron “con la idea de hacer todo lo más simple posible, acordes en primera posición, voz y guitarra, bien fogonero, también pensando en que quienes escuchen lo escuchen con otros”.

“Quería hacer algo distinto: más directo, liviano, pero que sea liviano no quiere decir que no tenga contenido”

Inés Mauri,
Artista platense

Esta unión entre ideas de forma y de contenido “tiene que ver con la forma de tomarme ciertas cuestiones”, dice. “Paki”, por ejemplo, es una historia de desamores atravesada por la heteronorma y “podía contar esa historia de una manera más dramática, un lamento, pero intenté contarlo de una manera liviana. Y no por eso deja de tener su peso”, al poner en escena, además, “discursos que se corren de la norma”.

La aparición del baile en su música es también, en ese sentido, una forma de rebelión frente a la solemnidad en torno a algunos temas. “Cuando uno piensa en contenido LGBT, siempre es medio un drama… Y encima, algo que pasa mucho en el universo audiovisual, es que plantean esos discursos personas que no viven esas realidades: la hegemonía dice qué es la otredad, eso nos pasa como latinoamericanes también, desde cualquier periferia. Entonces, aparece esta cuestión de poder nombrar, pero al mismo tiempo con el baile como una forma de desdramatizar”.