“Otro Sol”: el cambio de piel de Franco Masciarelli
Edición Impresa | 28 de Agosto de 2022 | 04:41

Con melodías que apuntan al Río de La Plata pero con guiños al rock nacional, y una prosa profunda que se mimetiza con su dulce y sincera forma de interpretar, el joven músico, cantante y compositor Franco Masciarelli presenta “Otro Sol”, su primer disco y el resultado de un riesgo personal que lo llevó a dejar la firmeza de lo establecido para abrazarse a la hermosa fragilidad del arte, en este caso, musical.
“Hace 3 años tomé la decisión de cambiar. Me di cuenta que la vida que yo tenía, la que yo vivía, no me alcanzaba. No me definía más. Y cuando cambié, todo cambió”. Así, Franco, cuenta sobre el proceso que experimentó para llegar a alumbrar su “Otro Sol”.
-¿Cómo era tu vida antes de abrazar esas dudas y lanzarte por completo a la música?
-Alguien me dijo el otro día: “Evitar la vida siempre es un error”. Antes de empezar a pensar en el disco, lo que hacía gran parte del día no tenía mucho que ver con la música, creo que obedecía mucho mas a un mandato social que buscaba traer cierto tipos de “seguridad” a la vida. Por suerte tuve la oportunidad de dar este paso al costado para avanzar en esta búsqueda. La música, que existió desde siempre para mí, es la que siempre me obligó a dudar, íntimamente. Yo estaba evitando la vida, la que pide y necesita ser vivida con intensidad. En mi lugar esa apuesta fue por la música, pero para cualquier persona puede ser cualquier otro proyecto, encarado con compromiso y amor, por ejemplo: una familia, un emprendimiento, un libro. Cuando entendí que todo esto es un instante, decidí aprovecharla donde más disfruto, rodeado de todo esto.
Nacido en el seno de una familia en la que no hubo músicos pero sí amantes de la música, conectó de chico con ella gracias a su padre, “un gran audiófilo, súper amplio en sus gustos”, quien lo introdujo en el universo beatle, con lo que “explotó toda mi curiosidad por escuchar más y más”. Inquieto en cuanto a gustos, su motor siempre fue “el disfrute de nuevos sonidos”: antes para escuchar y, ahora, para componer.
Franco es de los que creen que “uno no elige de qué ni de quién se enamora” y, por eso mismo, está “muy agradecido” de su suerte, “de que me haya tocado enamorarme de la música”.
Aunque tuvo formación musical en su adolescencia, en ese momento no se lo tomó tan en serio: “no era para nada un estudiante aplicado, para mí era un juego y una diversión”. Sin embargo, esas herramientas le dieron el impulso para explorar por primera vez la composición “pero nunca con el compromiso de hacer algo propio y ponerle mi nombre”, algo por lo que recién sintió la necesidad hace tres años cuando “empecé a escribir para decir algo, para contar”.
Desde entonces, su carrera lo ha llevado a pasar por emblemáticos escenarios como el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires -ciclo nómade-, Mercado de San Telmo -show propio producido por el mercado-, Campo Argentino de Polo -Open Folk, Bocha Polo-, Galería Aldo de Sousa -presentación de “Sostener”- y, entre otros escenarios, el Festival Jacarandá en el Teatro el Cubo. Recientemente, tuvo el privilegio de abrir el show que Jorge Drexler ofreció en el porteño Gran Rex, una gran oportunidad.
-¿A qué dirías que suena Franco Masciarelli?
-Diría que suena a muchas cosas, sobre todo, a Franco Masciarelli. Me gusta decir que este disco suena a una vida, que se vive y se cuenta, que se canta. Es el sonido y las palabras de una vida que duele, que cambia y que sana, como un ciclo, un proceso. ¿A qué suena el disco? A una conversación que -quien lo escucha- está teniendo con esas palabras. También creo que como la música suena tiene mucho que ver con la forma en que se escucha. Creo que este disco tiene la capacidad de ser escuchado de forma muy íntima y personal si se le da el espacio. Me hago cargo de hacer musica para ese lugar íntimo de quien está escuchando atentamente.
Disponible en todas las plataformas digitales, “Otro sol” es el resultado de una mutación, algo que se tradujo en su concepto y en un sonido que amaga con ir para acá pero que se escabulle por allá, “desde una canción íntima, a una zamba y un indie rock, pasando por canciones con ritmos más latinos hasta guiños al country y folk”, cuenta.
Amplia y libre fue la búsqueda desprejuiciada en la que el compositor se embarcó para crear un álbum en nueve piezas que, sin embargo, partieron de un puerto claro: “Tanto en la composición, como cuando después trabajamos la producción con los De Carli, existió la premisa de respetar la canción como concepto. Cada canción nos marcaba su propio camino. Fue un proceso muy natural en el que las propias canciones iban encontrando su propia identidad”.
-Si tuvieras que elegir una canción, por cómo nació, por su letra o por cómo suena, ¿cuál sería y por qué?
- “Almar” es una de las canciones que más quiero del álbum. Esta canción nació musicalmente como una zamba, que pasó por un tango y terminó arreglada con aires de bolero. Es importantísima para el disco tanto su sonido como su mensaje. Habla expresamente de ese proceso de cambio, esa búsqueda.
Para nombrarla, pedí prestada una palabra inventada por una amiga, ALMAR: “darle alma a algo o alguien”. Es una palabra tan potente, y aún así sutil. Hoy mi amiga no está más con nosotros y siento que es un mensaje de esperanza que nos dejó a través de la canción: “nunca es tarde, mañana siempre es un nuevo lugar.”
Honesto, el material se presenta como una escucha perfecta para un momento de relax o, para los amantes del movimiento, como recomienda su autor, para “una vuelta en bici, una caminata de atardecer o un viaje en el auto en la ruta compartiendo unos mates”.
Más allá de la arbitrariedad del contexto de escucha que uno elija, hay algo que es excluyente y eso es, según aclara entre risas, “que la escucha sea íntima”, algo en lo que se apreciarán mejor los “muchísimos detalles instrumentales” con los que Franco y su equipo pintaron a su “Otro sol”.
Franco, que próximamente lanzará un videoclip del full álbum filmado por Pablo de Sousa y Agustín Belussi en la Isla Bruma en Tigre para que “la experiencia de escucharlo sea también algo visual”, hará la presentación oficial de su disco el domingo 16 de octubre en el porteño bar Camping. Será un show -con banda completa e invitados- “muy especial” y para el que ya se está preparando. Antes y después, de todos modos, habrá otras presentaciones más íntimas, colaboraciones, tal vez una gira por Uruguay y la posibilidad latente de una presentación en La Plata, una ciudad que lo atrae por su “energía”.
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