En el segundo tiempo, cuando Paranaense estaba en plena búsqueda de la apertura, con Estudiantes apretado en terreno propio, de nuevo el VAR, como en el primer tiempo, salvó al conjunto albirrojo de quedar un gol abajo, en este caso por una posición adelantada.

El juego había ya dejado atrás la primera media hora, menos de 10 minutos le quedaba al local para romper la paridad, y tras un par de situaciones desaprovechadas por “mala puntería”, una en cada área, la pelota volvió a la derecha tras un tiro de esquina.

La recepción de Khelven, libre de marca, no llamó la atención de Tulio Moreno, el asistente 2 de Jesús Valenzuela, que no levantó su banderín, lo que permitió que se levantara un centro que Thiago Heleno conectó en el primer palo.

El cabezazo del marcador hizo explotar la red del arco de Mariano Andújar, quien ni siquiera pudo reaccionar, y cuando el Arena da Baixada gritaba el 1-0, un llamado al árbitro alimentó la esperanza del Pincha.

La lectura de la acción a través de las cámaras con las que dispone el VAR descubrió que el atacante encargado de levantar un centro desde la derecha, el mismo que había ejecutado el tiro de esquina anterior, volvió a entrar a escena en posición adelantada.

Otra vez el VAR entonces salvó a Estudiantes en Curitiba.

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