VIDEO. Gimnasia y un clima tenso antes de una final indeseada a la que llegó por errores propios

Una. Dos. Tres. Esas son las chances que dejó pasar Gimnasia para asegurar la continuidad en primera división. Jugó cada partido pensando en el punto que le faltaba, arriesgó lo mínimo indispensable y en esa pérdida de ambición se fue lo mejor que tenía el equipo: la intensidad. Toda de Madelón, que fue el último invitado a la serie de errores que el Lobo tan caro está pagando y se equivocó en el momento más inoportuno, presa de los temores de un equipo que nunca en el año brindó garantías.

Al Tripero le faltó un punto y ahora va a un desempate contra Colón con sensaciones negativas, porque sumó apenas 1 de 12 y tiene la valla más vencida del año. Después de la derrota ante Banfield quedó con una chance más para la permanencia gracias a que Colón nunca estuvo a la altura de lo que se jugaba frente a Vélez en Liniers. Por eso, se dio la combinación menos esperada y triperos y sabaleros jugarán el desempate en la cancha de Newell’s Old Boys.

El reclamo para Madelón apuntado por los últimos tres partidos del equipo / Twitter

Esas sensaciones negativas de los hinchas en la previa de un partido indeseado se licuarán en la semana porque el triperío dirá presente en el Parque Independencia con la fe como bandera y con el respaldo más absoluto a un plantel que tampoco está exento de cuestionamientos, más allá de que las principales falencias estuvieron fuera de la cancha. “Mirá si entre 28 vamos a descender nosotros” es un pensamiento de principio de año al que el fútbol le da siempre un cachetazo. Un cóctel de sobrevaloración de lo propio, errores, tibieza y fallos arbitrales repetidos dejaron a Gimnasia al borde del milagro. Casi para hacer La Pasión II, si hay una salvación épica como aquel 12 de julio de 2009. Aunque hoy no hay un plantel tan jerarquizado como el de entonces que llegó a una situación límite tras una buena campaña. Hoy sucede todo lo contrario.

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La historia es conocida: la nueva conducción del club hizo una apuesta de riesgo al desarmar un plantel que no podía pagar (Rey, Cardozo, Alemán, Ramón Sosa, el entrenador Pipo Gorosito) y afrontar el año desde las espaldas de la idolatría por Chirola Romero y una reserva reforzada ante la imposibilidad de reforzarse. El hincha apoyó, porque había que terminar el campeonato, barajar, dar de nuevo y reforzar el plantel. Se hizo poco, tarde y mal, porque se fueron más jugadores (Miramón a Lille, Lescano, Melluso) y los refuerzos no alcanzaron el rango de futbolistas determinantes, además de sostener el ciclo Chirola más allá de sus posibilidades. En el fútbol, la desinversión termina costando muy caro. Demasiado.

En Estancia Chica aparecieron pintadas con leyendas en contra del presidente Mariano Cowen y también refiriendo a Leonardo Madelón, a quien le cuestionaron sus planteos. Por supuesto que los jugadores quedaron apuntados, entre ellos Franco Soldano. 

Con el agua a la altura del cuello se terminó la paciencia. Luego de la derrota en Banfield, un grupo de hinchas del Lobo se acercó por la noche a Estancia Chica para pedir explicaciones al plantel, en una situación tensa pero que no pasó de eso (y de algunas pintadas) que tuvo como protagonistas a algunos referentes como Leonardo Morales, Cristian Tarragona y Yonathan Cabral.

Cuando algunos referentes se retiraban del predio, bajaron de sus autos y hablaron con los hinchas para ponerle la cara a sus reclamos

Pintadas en la puerta de estancia chica en la madrugada. Al llegar el plantel un grupo de hinchas increpó al micro: bajaron tarragona y morales para calmar los ánimos / EL DIA

“¿Por qué Madelón no sale a ganar?” fue uno de los cuestionamientos de los hinchas. En un video se escucha al Yacaré Morales decir “somos los que más queremos salir de este momento” y a Cristian Tarragona manifestar “¿te pensás que no valoro todo el esfuerzo que hacen?”, en referencia al respaldo absoluto que recibió el equipo en la previa del partido, con una multitud acompañando la salida del ómnibus que traslado a la delegación al Florencio Sola.

En ese contexto, Gimnasia buscará tranquilidad con un viaje anticipado a Rosario, en donde se jugará a 90 minutos toda una historia cuando ya no hay chances de corregir las equivocaciones que llevaron a Gimnasia -en un año- de pelear el acceso a la Libertadores a rezar por no descender.