Adiós a Carlos Saura: la muerte del cineasta español enluta a los Goya

Imprescindible de la historia del cine de España, falleció ayer a los 91. Hoy iba a ser homenajeado en los Premios

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La muerte a los 91 años del director Carlos Saura, que hoy iba a recibir el Goya de Honor por toda su carrera, ha causado un profunda conmoción en el cine español y, también, en la cultura, en la política y la sociedad.

La noticia ha impactado especialmente en la ciudad de Sevilla (sur), donde hoy se entregarán los premios anuales del cine español, incluido el Goya de Saura, que recogerán dos de sus hijos.

Figura del cine español y europeo que firmó películas como “Cría cuervos” y “Ay Carmela”, Saura murió ayer en su casa, rodeado de sus seres queridos.

Nacido el 4 de enero de 1932 en Huesca, Aragón, en el seno de una familia de artistas, Saura mostró una “incansable actividad” y “amor por el oficio hasta el último momento”, ya que su última película, “Las paredes hablan”, se había estrenado el viernes pasado en España.

Las reacciones de pesar por la muerte de este realizador frecuentemente citado entre los grandes del cine español, junto a Luis Buñuel y Pedro Almodóvar, no se hicieron esperar.

“Con Carlos Saura muere una parte importantísima de la historia del cine español. Deja tras él una obra indispensable para la reflexión profunda sobre los comportamientos del ser humano. Descansa en paz, amigo”, tuiteó el actor español Antonio Banderas.

El presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, lo describió en Twitter como una “figura fundamental de la cultura española”, cuyo “talento es y será siempre patrimonio cultural de nuestra historia gracias a películas inolvidables como ‘Ay, Carmela’ o ‘La prima Angélica’.

“Premio Nacional de Cinematografía en 1980, su carrera recibió todos los premios imaginables, y sobre todo, el cariño, el aprecio y el reconocimiento de todas y todos”, escribió de su lado en la red social el ministro de Cultura, Miquel Iceta.

Una de sus hijas, Anna, colgó en Instagram una foto junto a su padre y escribió: “Descansa en Paz, gracias por tantísimo”.

Director de “Cría Cuervos” en 1975, una alegoría de la dictadura que asfixió a su país hasta ese año que recibió el premio del jurado en Cannes, Saura se movió en el realismo social en las primeras décadas de su carrera para luego privilegiar sobre todo largometrajes musicales.

Saura, que firmó en total medio centenar de filmes, obtuvo su primer gran reconocimiento internacional en 1966, al ganar el Oso de Plata a la mejor dirección en Berlín por “La caza”.

De estética sofisticada y un estilo que iba de lo lírico a lo documental, Saura puso el foco en los males de la sociedad y sus perdedores, pero luego de terminada la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), volvió su cámara hacia su otra pasión, la música y la danza.

Así, en los años 80 produce su trilogía flamenca: “Bodas de sangre” (1981), “Carmen” (1983, con una nominación al Óscar a mejor película extranjera), y “El amor brujo” (1986), junto al bailaor Antonio Gades.

También rodó odas de amor al tango (”Tango”, 1998, protagonizada por Miguel Ángel Solá) o al fado, al folclore -“Zonda, folclore argentino” (2015)- o a la jota, pero sobre todo a su amado flamenco, convirtiéndose, un poco a su pesar, en un embajador de la cultura española.

Casado en varias ocasiones y padre de varios hijos, mantuvo una relación con Geraldine Chaplin, su musa con la que tuvo un hijo.

 

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