“Vgly”: sueños musicales en barrios postergados

¿Cómo llegó Bad Bunny, de Almirante Sur de Puerto Rico a la fama global? “Vgly”, la serie que HBO Max estrena hoy, “pretende contarte esa historia”, dice su protagonista, Benny Emamnuel, sobre la historia de un grupo de jóvenes que busca destacarse en la cultura urbana en medio de un ambiente hostil y dentro de una industria musical sin escrúpulos.

Creada por Santiago Espejo y dirigida por Sebastián Sariñana, la serie, que estrenará hoy sus primeros siete episodios (semanalmente llegarán dos más a la plataforma, hasta concluir los 13 capítulos de la primera entrega), “nace por un amor a la música del hip hop: hemos sido estudiantes de su música y sus aristas, y hemos visto en estos cinco años que llevó crear el proyecto cómo estaba explotando la escena latina urbana, y sobre todo la mexicana”, dice Espejo, en diálogo con EL DIA.

Y agrega: “Conocíamos una serie de historias que necesitaban contarse, para entender de dónde salieron Peso Pluma, Bad Bunny, Natanael Clan… Todos ellos nos inspiraron a que hiciéramos algo de este nivel, complejo en la música, en los vestuarios, en los lugares donde filmamos, porque decidimos no hacer sets”.

“Vgly” fue filmada en uno de los barrios más representativos de la Ciudad de México: “La Guerrero”, colonia donde se gestan los sueños de este grupo de amigos que luchan por conquistar un espacio en la escena musical latina, cuestionando y rebelándose contra lo establecido. La música es también protagonista clave, en la tradición de la ficción juvenil actualizada para el siglo XXI, y como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta la trama, y para realizar una tarea a la altura la producción apostó por incluir participaciones de artistas de la movida mexicana y componer su banda sonora con productores de la escena, relata Sariñana.

Estas firmas ilustres pusieron letra al camino en busca de su destino de Vgly y su crew, que primero rapea “de lo que creen que es importante, que les falta: el dinero, las morras, las cadenas”, como hace buena parte de la música urbana. “Pero a medida que se desarrolla la historia, Vgly y Flex van encontrando su propia voz y la música va morfando hacia algo más real, lo que viven”.

Los nombres que desfilan delante y detrás de cámara en “Vgly” hicieron que participar de la serie sea para Benny Emmanuel, actor de “Chicuarotes”, sea “un agasajo”. Pero más allá del placer de compartir escenas con figuras de la movida urbana mexicana, Benny destaca que la serie “presenta una historia que en México no se había indagado: las peripecias de un artista urbano, un rapero que junto con su crew hacen todo para llegar. Sé que suena a cliché, pero es algo nuevo”.

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“Es padre poder contarle a la gente un pedacito de México que no se suele ver”, agrega Alex Lago, otro de los protagonistas. “En general, tienen a México más relacionado con los mariachis. Y nos sentimos orgullosos de ese folclore, pero es padrísimo contar una parte nueva de México”.

Juan Daniel García Treviño, el actor de la premiada “Ya no estoy aquí” que coprotagoniza la serie como Flex, secuaz de Vgly, dice al respecto que el show “retrata el momento que se está viviendo ahora. Cuando empezamos a filmar, las nuevas generaciones empezaban a sobresalir en el ambiente musical, empezó a crecer el hip hop nacional”.

OTRA PERSPECTIVA

Pero, suma Jesica Vite, la originalidad del proyecto iba un poco más allá: “Me interesó mucho el mensaje que querían transmitir: no importa de dónde vengas, puedes lograr lo que quieras. Si amas algo, y le chingas, lo puedes lograr: entiendo que las dificultades a veces son grandes, que a veces circunstancias te hacen querer tomar caminos más fáciles, pero siempre se puede, y ese es el punto de la serie. Mejor tardar más que desviarte por atajos que pueden ser muy turbios”.

Es un punto de llegada diferente al de las series latinoamericanas rodadas en las barriadas populares, que suelen contar historias trágicas, manchadas de violencia, sangre y la imposibilidad de escapar a un destino oscuro. “Vgly” arranca, es cierto, con un cadáver, pero también con música. Y procura inspirar a los jóvenes, en lugar de convencerlos de que no hay salida.

“Queríamos mostrar lo que cuesta perseguir tus sueños, especialmente el arte, en un ambiente como la Colonia Guerrero que no siempre es acogedor. Es una ciudad muy compleja, en un país que sufre de violencia, esa es la realidad que se vive en las calles. Pero la idea nunca fue glorificar eso, era mostrar esa realidad, de la que emerge la violencia pero también la música, la comedia. Al final esta es una historia que busca inspirar”, explica Sariñana.

Y agrega Arturo Sampson, productor ejecutivo de la serie: “No podemos cerrar los ojos a la realidad. Pero esa realidad habilita otro camino, otro camino nace de esa olla hirviendo: es el camino de buscar otra cosa, distinta. De perseguir otros sueños. Esta música, de hecho, tiene que ver con carencias que hay en este continente, con dificultades: muchas veces el arte nace de situaciones problemáticas. Esa insatisfacción permite que haya estos grupos que buscan otras vías”.

En ese sentido, dice Espejo, esta no es una historia sobre narcos y violencia, sino “una historia de superación, de amistad, de pasión, y de romperse la madre para logar tus sueños”.

“Es alimento para el alma de los jóvenes”, dice Lago, “ver este proceso de Vgly, el protagonista, que viene desde abajo, con sus sueños, sus aspiraciones, y que tiene que ir tomando decisiones… y saber cuál es la correcta es difícil. Es interesante conectar con la juventud desde este punto: sigue tus sueños, va a costar, sí, te va a doler, claro, pero siempre hay una forma”.

“Vgly” no es solo una historia sobre músicas poco representadas en la pantalla. Es una historia sobre los sueños que habitan en cualquier barrio. Y “cuando se escucha la palabra ‘barrio’ se le da una connotación negativa”, dice Benny. “Por eso suele retratarse esa parte oscura en el cine, en las series. pero algo chido de ‘Vgly’ es dar la vuelta a eso: vas a ver la otra cara del barrio, lo que no aparece representado en todas las series: la poesía, los grafitis, la amistad”.