La Plata: desgarradores relatos de los padres de las víctimas de la Masacre de Monte

Tuvo lugar en sala A de audiencias, de los Tribunales de calle 8 y 57, la segunda jornada en el juicio por jurados a cargo la Dra. Carolina Crispiani del TOC N° 4, que tiene como fin  juzgar a los cuatro policías bonaerenses imputados por la llamada “Masacre de Monte”; -Rubén Alberto García, Manuel Monrreal, Mariano Alejandro Ibáñez y Leonardo Daniel Ecilape-  acusados de “homicidio agravado  por abuso de función como miembros de las fuerzas policiales calificado por el empleo de arma de fuego, consumado y en tentativa y violación de los deberes de funcionario público”.  

La denominada "Masacre de Monte" ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisaría local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes quienes perdieron la vida. 

El debate comenzó pasado las 10.30 de la mañana con el pedido de los abogados defensores de Manuel Monrreal, quienes solicitaron al Tribunal Oral y Criminal N°4 que su representado pudiera retirarse de la sala para no escuchar los relatos de los familiares de las víctimas. Y así lo hizo para dar lugar al primer testimonio de la jornada. 

Nilda Susana Ríos - la madre de Gonzalo Domínguez-; fue la primera en declarar frente a los 18 integrantes del jurado – 12 titulares y 6 suplementes- a quienes les pidió que: “por favor hagan justicia para mi hijo y sus amigos. Esto fue violencia institucional. Yo pido justicia porque lo asesinaron con alevosía” y recordó además que ese día vio a Gonzalo por última vez a las 20.30 hs en su habitación. Susana le había dado permiso a su hijo para salir un rato a la plaza, que queda a la vuelta de su casa, y antes de partir le aclaro que “no venga tarde porque teníamos a su padre internado, desde hace un año, en La Plata por un ACV isquémico y teníamos que viajar al otro día.”  Y prosiguió con su relato. Recordó que “eran alrededor de las cuatro de la mañana y creo que en ese momento me despertó un sexto sentido como madre. Escuche las ambulancias. Cuando me acerco al hospital estaba lleno de gente, pero no me anime a entrar. Vuelvo a casa y frena una moto con dos personas. Pensé que me venían a robar porque esa moto venia en contra mano hacia mí. En ese momento no lo reconocí, no entendía nada. Me preguntó si era la mamá de Gonzalo y le contesto que sí. Me dijeron que falleció y me abrazan fuerte. Yo les dije ¡está vivo!”

Al llegar al hospital la madre de Gonzalo contó que: “les preguntaba qué había pasado. Si hubo disparos y ellos me hacían gestos que sí. Un policía en el mostrador del hospital de muy mala manera me dijo:  - ¿señora trajo los documentos? Y le digo, vengo porque quiero saber si mi hijo esta acá. Sale una medica y dice que hay un cuerpo sin reconocer. Cuando entro en la sala había cuatro cuerpos tapados. Les destaparon sus pies y vi sus calzoncillitos -relata entre lágrimas la madre de Gonzalo- Y pedí ver su carita. Quería verlo. Le descubren la cara y lo veo con un golpe muy fuerte”

Los representantes del particular damnificado le preguntaron a Susana que significaba la muerte de Gonzalo. Secándose las lágrimas con un pañuelo blanco que sostenía con fuerza afirmo: “me quede sola. Desde hace 4 años estoy custodiada por policia federal las 24 horas del día. Mi vida cambió rotundamente. No había ningún motivo para disparar. Después de dispararle a mi hijo lo hicieron por al menos 3 km más porque me tomé el tiempo de recorrer ese camino. A mi me asesinaron el día que lo mataron a él. Pido justicia.”

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Luego llegó el tuno Hugo Suarez y de Orlando Hugo Suarez, el hermano y el tío respectivamente de Aníbal Suarez otro de los adolescentes fallecidos. Orlando le contó al jurado que su sobrino había venido de Misiones a buscar trabajo. Y que el día de la masacre lo había invitado a comer a su casa junto a su hermano Hugo porque eran muy unidos: “somos una familia que venimos de la provincia, que nos enseñaron a estar juntos”. Y continuó con su relato: “Aníbal se fue como a las siete y media de casa con el hermano y como se olvidó el teléfono volvió a buscarlo.” Respecto de lo sucedido dijo que se enteró porque: “me avisa Sergio que el auto de Aníbal había tenido un accidente. Cuando fuimos al hospital no nos quisieron dar información. Y nos mandaron con la policía. Fue como a las ocho de la mañana. En la comisaria me dijeron que fue un accidente y me querían entregar el auto. Yo les creí en ese momento. Pero al medio día me mandaron un video donde se ve un policía que va disparando al 147”

Orlando no pudo contener la emoción y destacó que su sobrino siempre llevaba a sus hijos al colegio, “De ahí conocía a todos los chicos.” Y que la perdida de Aníbal significó mucho: “para mi es un hijo más. Era mi hijo. Yo ya tengo tres nenes y eran hermanos de él.  Mi sobrino no tenia maldad para nada. Era un chico más… anda gordo me decía.  Anda nomas tío que yo me quedo con los chicos. Nunca tenía ningún problema para ayudar.”

Tanto Hugo como Orlando mencionaron que eran días de mucha felicidad porque Aníbal había podido cambiar su moto por el auto y sobre todo porque iba a ser padre: “él estaba contento porque la novia estaba embarazada. Estaba muy contento de que iba a ser papá, me decía que tenia que trabajar más. Hacía poco que tenía el auto y estaba esperando el cambio de domicilio para terminar todos los papeles” sostuvo su hermano Hugo Suarez.

MÁS TESTIMONIOS 

Luego de un cuarto intermedio le tocó el turno a Juan Carlos Sansone – Padre de Danilo Sansone (13)- quien entró a la sala de audiencias intentando secar sus lágrimas: “no creo estar acá. Es un sueño para mí. Era un chico hermoso, era muy compañero” exclamo con la voz quebrada tocándose la frente en un signo de incredibilidad. 

Juan Carlos le habló directamente al jurado con un llanto casi incontrolable y le contó que: “A Danilo lo vi por ultima vez el domingo a las 21 cuando iba a la plaza. - Chau papá! te amo, me dijo.

Chau, mi amor le conteste.”  Y aprovechó para pedirles disculpas: “perdónenme jurado, hablo de mi hijo y no lo puedo evitar. Soy su padre. Esa noche siendo las 12.30 hs voy al hospital porque me dolía la muela. Mi hijo no volvía. El me había dicho que 12.15 estaba en casa. Era muy obediente. Voy al hospital y veo pasar cuatro camillas con cuerpos tapados. Viene el policía Ángel – que este detenido por encubrimiento- y me dice que mi hijo estaba robando y que tuvo un accidente.  Y ¿Cómo esta? Le pregunte, pero yo sabia que había cuatro muertos y me largue a llorar. Tuve el presentimiento de papá.” Recordó además que: “todos venían y me decían que accidente bárbaro y que los chicos estaban robando.  Algo raro pasa, pensé, porque era imposible que mi hijo robara algo y porque a Danilo lo llevaron muerto al hospital. No esperaron los peritos. Me mintieron diciendo que había un accidente”

Pero el momento quizás más emotivo de su relato fue cuando contó como era su vida familiar por estos días: “lo único que quiero es justicia para ellos. Quiero justicia para mi hijo. Ahora estoy dejando a mis hijos solitos en casa que extrañan a su hermano y estoy acá pidiendo justicia por mi hijo.  Sus hermanitos me preguntan que pasa con Danilo que no viene a casa. Si no hay justicia acá en la tierra va a ser en el cielo. Me quise matar dos veces, pero no me dejaron por mis hijos. Ahora sigo adelante por ellos. Me levanto todo los días porque tengo nueve hijos más, si hay justicia o no lo van a decidir ustedes señores del jurado”

Otros de los testimonios que se escucharon en la sala fue el de Gladys Ruiz Diaz – mamá de Danilo Sansone (13) – quien relató como fueron los últimos momentos de su hijo en su casa. En el inicio de su declaración testimonial contó que se enteró de los sucedido porque “a las 12.45 hs llega un policía a casa al golpearme la puerta diciéndome que mi hijo había robado y que había tenido un accidente. De forma prepotente me piden que agarre los documentos y me llevan al hospital en el patrullero. Me hicieron pasar a una sala y no me decían nada”.  Y destacó además que “era imposible que Danilo robara algo porque era un nene feliz. Recién empezaba a salir. Hacia un mes que le habíamos dado permiso. No conocía la calle, iba de casa a la escuela. Los fines de semana hacia deporte, futbol y rugby. No tenia tiempo para estar en la calle.” Y prosiguió con su relato “la misma policía que tenia que cuidarnos es la que mato a mi hijo. Es la misma policía la que me llevo al hospital sabiendo lo que había hecho. No me dejaron reconocer a mi hijo. Nunca me dejaron ver el cuerpo. Estuve una semana deambulando de morgue en morgue hasta que me lo entregaron en una caja. Nunca me pude despedir de mi hijo”

COMO SIGUE

El miércoles a partir de las 10 de la mañana tendrá lugar una nueva audiencia de debate en la que empezaran a declarar los testigos. Serán aproximadamente una siete personas a lo largo de todo el día.  

En los próximos encuentros se espera que las jornadas se desarrollen desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde para permitir una producción de prueba más eficiente, en un corto plazo, y así evitar la “contaminación” con datos erróneos del jurado.  Esto es para que los ciudadanos que tienen que deliberar por un veredicto de culpabilidad o no culpabilidad lo hagan en un marco de total imparcialidad. 

Serán los doce miembros titulares del jurado quienes deberán decidir si los policías bonaerenses son penalmente responsables del hecho que se les imputa. Así deberán contar con una totalidad de doce votos -unanimidad- por la culpabilidad para una pena en expectativa de prisión perpetua. 

Sin embargo, de no llegar a esta cantidad se considerará culpables con diez votos, por la afirmativa, para recibir una pena por delitos menores.  Por otra parte, si la cantidad de votos es de un total de ocho por la “no culpabilidad “de los imputados, estos quedaran en libertad no siendo apelable el fallo para el Ministerio Publico Fiscal y los representantes de los particulares damnificados.