“Dos hombres buenos”: Lussich y Pallares, de la tevé al teatro

“Dos hombres buenos” es el nombre del espectáculo de anécdotas, secretos de la farándula y mucho humor con el que Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, los “Socios” de la televisión, llegarán este sábado a La Plata.

Desde las 21, los conductores, que tomaron la posta de Jorge Rial en “Intrusos” (América) y le imprimieron un sello propio al periodismo de espectáculos (información y diversión) con el que lograron tener un ciclo propio en las mañana del canal del solcito, trasladarán su contagiosa química al escenario de La Nonna, 3 y 47.

En diálogo con EL DIA, Lussich definió su propuesta como “una especie de stand up a dúo” en el que, charlando, y con el soporte de una gran pantalla en la que se van mostrando fotos y videos, “vamos hilvanando historias personales y también historias en la tele, de nuestro paso por los medios, de los trabajos que hemos tenido y también nuestra historia con famosos a lo largo de los años”. De la mano de un formato de mucha agilidad, el periodista uruguayo prometió hacer explotar algunas bombas, en tanto, “aparecerán un montón de historias que nunca contamos hasta ahora y que vamos a revelar durante la función”.

Además de “mucho humor”, “Dos hombres buenos” tendrá lugar para la interacción con el público y mucha música, entre canciones y coreografías, y, por supuesto, algo de chimento hacia el final, con un pantallazo de actualidad.

“En este caso tratamos de recrear una atmósfera, una energía que nos gusta mucho y que, salvando las distancias, en su momento supieron hacer como nadie, Borges y Álvarez, aquellos personajes de dos periodistas que hacían Olmedo y Portales y que nosotros no le llegamos a los talones pero tratamos de generar un poco esa energía de la charla con mucho humor”, anticipó Rodrigo, el experimentado a nivel actoral de la dupla, y el que arrastró a su coequiper, Adrián Pallares, que se lanzó por primera vez con este espectáculo a la aventura de la actuación.

“Es la primera vez que me subo a un escenario. Lo hago porque está Rodrigo al lado mío, lo hago porque él me impulsa, y lo hago porque me apoyo mucho en su experiencia como actor, como dramaturgo, y sé que si me llegara a pasar algo arriba del escenario, solo tengo que mirarlo y él va a seguir adelante”, confesó Pallares.

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El periodista advirtió que el público verá “algo diferente” a lo que muestran en la tele, un formato en el que lograron forjarse como una de las duplas más exitosas, en gran parte, gracias a la química natural que mantienen y que atraviesa la pantalla.

“La química existe o no existe, fluye o no fluye, pasa o no pasa, y a nosotros nos pasa: nos pasa en la vida, nos pasa haciendo tele, nos pasa tomando una cerveza, nos pasa compartiendo una comida en familia, nos pasa, es química. Y eso, obviamente, se va construyendo y se va profesionalizando pero también lo más natural es lo que la gente más disfruta de nosotros”, advirtió Pallares, quien destacó que con su amigo y colega son “parecidos en las cosas importantes de la vida” y que se complementan muy bien.

Lussich dijo que lo que buscan con esta propuesta es “poder devolverle esa fidelidad a la gente que nos ve desde hace tantos años en distintos programas” y, avisó, para que vayan preparados, que “somos cero fóbicos a la gente, nos gusta sacarnos fotos, abrazar a la gente, quedarnos en el hall charlando al final de la función. La gente nos va a encontrar y se va a poder encontrar con nosotros muy cercanamente, que es como nos gusta establecer el trato con el público”.

Lussich, que confesó que el gran éxito de “Socios” es ser un “mix entre lo periodístico y la diversión, un sello nuestro que la gente agradece y consume”, se refirió a cómo el chimento ha ido escalando tomando espacios en la tele antes impensados, como noticieros “serios” y hasta ciclos de política. El periodista mencionó “la fascinación del horror” como el principal factor del éxito del chimento, y lo que lleva a que un tema como el de la guerra del clan Rial se muestra en una especie de cadena nacional. “Cuanto más morboso o más escabroso es el caso, como pueden ser las miserias de una familia como la de Rial, más identificación genera (...), sobre todo cuando el famoso se muestra más terrenal y más parecido a cualquiera”, manifestó.

En este sentido, dijo que “a veces tenemos que jugar un delgado límite porque a veces es demasiado morboso pero, bueno, me parece también que se puede abordar como cualquier tema. Creo que cuando se nos pregunta por los límites de lo que mostramos, no se le pregunta lo mismo a los periodistas políticos que operan día y noche para tal o cual bando. Y si se nos piden explicaciones a los chimenteros, cuando lo que hacemos es un juego de niños comparado con la alta rosca de la política, porque no deja de ser un género lúdico, un género de corre ve y dile, un periodismo de ascensor. Me parece que hay que tomarlo con mucho más humor y mucho menos en serio”.