Todos en peligro: la inseguridad, un drama en La Plata por nuevos hechos al borde de la tragedia

“Villa Castells, tu lugar, nuestro lugar”. Eso dice un cartel que está en la rotonda de 13 y 502, pegada a las vías del tren Roca, en uno de los accesos principales a esta localidad de la Zona Norte platense. Sin embargo, la frase, que invita a disfrutar de un barrio apacible, tranquilo, alejado de los problemas mundados, choca con la dura realidad de cualquier otro sector de la Ciudad, que vive atravesado por una ola de inseguridad salvaje.

Por estas horas, se conocieron detalles de un caso despiadado de violencia delictiva, con varios disparos en una propiedad de la calle 2 entre 488 y 489, donde un desarrollador vinculado al mundo de la construcción, de 43 años, terminó herido de bala en una pierna al intentar evitar el ingreso de varios delincuentes armados.

Su familia, demás está decirlo, también vivió una verdadera pesadilla, que continúa hasta hoy con las secuelas de esa situación de extremísima tensión. De esas que provocan un trauma psicológico.

De acuerdo a lo que pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar la semana pasada, cerca de las 21.30, en una cuadra que linda con un arroyo y un descampado, que corren paralelo a la traza de la Autopista.

No se sabe bien por dónde accedieron los ladrones a la finca en cuestión, aunque sí que casi desatan una tragedia.

Fue la mujer de la víctima, de profesión arquitecta, de 48 años, la primera que tomó contacto con la Policía.

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Su marido esperaba ayuda sentado en un sillón con una toalla que le cubría gran parte de la pierna derecha.

Después se supo que el proyectil le ingresó por encima de la rodilla y salió por la parte de atrás.

La agresión armada, destacaron los informantes, se registró cuando el hombre quiso evitar que cuatro sujetos, con sus rostros tapados, ganaran el interior de la finca.

Previamente, agregaron las mismas fuentes, habían saltado el portón principal y atravesado unos 15 metros a través del patio delantero.

Los voceros destacaron que, atento las características del lugar, muy descampado, a los ladrones no les tembló el pulso y, apenas vieron que el dueño se resistía, sacaron un arma y empezaron a los tiros. Hablan de seis, uno de los cuales, como se explicó, le impactó al desarrollador inmobiliario en un miembro inferior.

Del interior del domicilio, se indicó, los delincuentes alcanzaron a sacar un iPhone 13; una iPhone 12, una cartera Prune, un sello profesional, 7.000 pesos en efectivo, una mochila y una paleta de pádel.

En esas circunstancias, llamó poderosamente la atención que la banda, antes de emprender la retirada, se tomó el tiempo también para llevarse dos kilos de helado.

El hecho generó mucha tensión entre los vecinos, que demostraron su enojo ante la presencia policial.

Un familiar del hombre baleado, un médico traumatólogo, también estuvo presente en la escena y decidió trasladarlo al hospital San Martín, donde trabaja, para realizarse algunos estudios.

Los agentes que tomaron parte del procedimiento secuestraron seis vainas servidas, que serían calibre nueve milímetros, aunque los peritos de la División Científica, que llegaron al inmueble pasada la medianoche, no pudieron realizar su trabajo por negativa de los damnificados, que ya habían vivido demasiado entre el salvaje episodio y todo lo que llegó después.

Ahora queda la labor de intentar identificar a los autores del atraco, aunque la tarea no asoma sencilla por las características de la geografía que rodea a la casa y la aparente ausencia de imágenes de cámaras de seguridad.

Según una versión, la familia, horrorizada, ya no vive más en esa construcción. “Levantaron todo y se fueron”, indicó un allegado.