Envejecimiento digital: los riesgos de la luz azul y cómo evitar el daño en la piel
Edición Impresa | 27 de Octubre de 2024 | 08:37

Con los dispositivos electrónicos cumpliendo un rol sustancial en una parte integral de nuestras vidas, haciendo que el tiempo frente a las pantallas sea casi inevitable en actividades como estudiar, trabajar o entretenerse.
Con tanto tiempo invertido en un hábito es lógico suponer que existen efectos sobre la salud. Durante muchos años, el foco de las consecuencias negativas estuvieron puestas en la salud visual.
Pero hay algo de lo que poco se habla y las consecuencias ya se están notando. Un tipo de luz que emiten los smartphones, computadoras, tablets y algunos televisores que, de acuerdo a estudios y especialistas, “tiene la capacidad de penetrar profundamente en la piel causando varios efectos negativos”.
Algunos de los efectos incluyen el envejecimiento prematuro, la hiperpigmentación que se manifiesta a través de la aparición de manchas en la piel, sequedad y deshidratación cutánea así como inflamación y enrojecimiento especialmente en personas con piel sensible.
Un estudio científico realizado en los Estados Unidos señala un nuevo factor: exponerse a un alto nivel de luz azul emitida por dispositivos como el celular, el televisor, o la computadora, podría producir alteraciones en las funciones celulares.
La prueba de las alteraciones se encontró en un estudio en animales. Se trata de un trabajo en moscas de la fruta que sugiere que las funciones celulares básicas del organismo podrían verse afectadas por la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos. Los resultados se publicaron en la revista Frontiers in Aging. Aunque no se descarta que el impacto en humanos podría ser menor en comparación con las alteraciones que encontraron en los animales.
“La exposición excesiva a la luz azul de los dispositivos cotidianos, como televisores, ordenadores portátiles y teléfonos, puede tener efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro cuerpo, desde las células de la piel y de la grasa hasta las neuronas sensoriales”, explicó la doctora Jadwiga Giebultowicz, profesora del Departamento de Biología Integrativa de la Universidad Estatal de Oregón y autora principal de este estudio.
En el envejecimiento humano, incluyendo el de la piel, hay diferentes factores que han sido ya estudiados. Uno de ellos es la exposición al sol. Por eso, reducir las horas de exposición y salir con protectores solares son claves.
Sumado a su gran capacidad de penetración en la dermis, la luz azul puede destruir las fibras de colágeno y elastina, produciendo líneas de expresión más marcadas y envejecimiento prematuro.
De esta manera, la primera recomendación de la cosmetóloga es “hacer descansos regulares y limitar el uso de dispositivos electrónicos, lo cual minimizará todos los daños antes mencionados”.
Además, es importante activar el modo nocturno o filtro de luz azul, que es una opción que trae la gran mayoría de celulares, notebooks y tablets.
Reducir los tiempos de exposición a las pantallas en niños y adultos es primordial, como también lo es el uso de un protector solar diario que indique su protección contra la luz azul y, por supuesto, visitar a un profesional al menos una vez al año.
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