Fue a trabajar y le robaron más de 2 millones de pesos: el drama de un vecino de La Plata

La situación de inseguridad en la Zona Norte de La Plata ha alcanzado niveles alarmantes, dejando a los habitantes de la ciudad en un estado de constante inquietud.

Esta situación se ve reflejada en las calles de localidades como City Bell, Gonnet, Villa Elisa y Arturo Seguí, que no han tenido otro remedio que incorporar a la inseguridad como parte de sus rutinas diarias.

Frases como “no salgas después de tal hora” o “dejá el auto afuera” evidencian como la inseguridad ha desplazado a la tranquilidad para enquistarse en la vida cotidiana de muchas familias.

Muchos vecinos han comenzado a observar con pesimismo el futuro de estos sectores que durante muchos años se caracterizaron por su serenidad.

De hecho, muchos de los vecinos que hoy observan su barrio con los hombros encogidos y un gesto de tristeza y resignación resaltan que están allí porque en su momento decidieron apostar a la tranquilidad.

Jamás se les cruzó por la cabeza en lo que se terminaría convirtiendo la zona.

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Por eso, cuando ven las calles tapizadas de rejas, las cámaras de seguridad instaladas en cada esquina y los reflectores led que alejan cada vez más el fulgor de las estrellas, más derrotados se sienten.

Entienden que son necesarias pero reniegan porque su sueño o lo que idealizaron en sus mentes, lejos está de verse reflejado en esta realidad de preocupación y desasosiego constantes.

Un episodio ocurrido en las últimas horas pone en perspectiva el drama que se vive en la zona.

Un vecino que debía cumplir con un turno de trabajo de apenas cuatro horas terminó quedándose sin nada luego de que una banda irrumpiera en su domicilio y se apoderara de sus objetos personales.

En un lapso de menos de 240 minutos se quedaron con lo logrado durante tantos meses con mucho esfuerzo y sacrificio.

Claro que, quienes ingresan a un domicilio ajeno no tienen en cuenta todas las peripecias que ha debido sortear la víctima para conseguir aquellos objetos.

El hecho, según pudo saber este diario, tuvo lugar en un hogar de 136 bis entre 473 y Arroyo Rodríguez.

El hombre que había salido de su casa minutos antes de las 17 horas, retornó promediando las 21.30 y se encontró con un panorama devastador.

Al llegar, descubrió que la puerta de atrás había sido forzada y que numerosos objetos personales estaban esparcidos por toda la casa.

La incursión delictiva dejó pérdidas significativas para este hombre. Una notebook, un parlante, una cámara de fotos digital y la suma de dinero en efectivo de 1800 dólares, aproximadamente, y 60 mil pesos formaron parte del botín.