Estudiantes vs Boca.- Susto, conmoción y tensión en UNO por la descompensación de Altamirano: el fútbol a un lado

Difícilmente estas líneas reflejen lo que vivieron las más de 30 mil personas que ayer dijeron presente en el Jorge Hirschi para lo que pretendía ser una fiesta. El jugador Javier Altamirano sufrió una convulsión, fue retirado en ambulancia y tras unos minutos de nerviosismo se decidió suspender el partido. El jugador quedó en terapia intensiva, estable y a la espera de saber qué le sucedió.

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— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) March 18, 2024

Estudiantes y Boca se veían las caras por la fecha 11 de la Zona B de la Copa de la Liga, en un choque atrapante por los equipos involucrados. Además, la posición en la tabla de cada uno también le agregaba un condimento especial a una noche que ya lo era de por sí. Por todo lo expresado y también por el cumpleaños número 80 de una gloria local como Juan Ramón Verón.

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Sin embargo, todo eso quedó de lado y la jornada se tiñó de susto, conmoción y mucha tensión en un abrir y cerrar de ojos. Corrían 27 minutos de un encuentro en el que el Xeneize se había mostrado algo mejor, pero sin demasiada profundidad. Y cuando el Pincha poco a poco estaba volviendo a ser el de los primeros instantes, la velada se paralizó por completo.

Sobre el costado derecho del ataque local, Javier Altamirano comenzó a temblar, llamando la atención de sus compañeros, quienes rápidamente se acercaron a auxiliarlo. Los primeros en llegar fueron Santiago Ascacibar y Enzo Pérez quienes se percataron de la situación e intentaron mantenerlo pie. Pero el esfuerzo se volvió insostenible y el trasandino se desplomó. La imagen es impactante.

Consternados todos los presentes, desde ese sector del campo comenzaron a llamar rápidamente a los cuerpos médicos de ambos equipos y también a la asistencia de la ambulancia. Los profesionales de los dos clubes llegaron con mucha celeridad, pero sólo para exigir de manera alarmante la presencia del automóvil preparado específicamente para cuestiones más complejos.

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Sin embargo, por un auto que se encontraba estacionado bloqueando su ingreso a la cancha, la ambulancia tardó varios minutos en acercarse a Altamirano, en una imagen que generó incluso más preocupación y generó, si acaso era posible, más tensión: los doctores corriendo de un lado al otro.

En ese momento, todo el estadio entró en pánico absoluto. La conmoción se apoderó de lo que minutos atrás era un clima de fiesta y el susto fue en aumento segundo a segundo.

Los protagonistas, los entrenadores y todo el público presente en UNO entraron en un estado de nerviosismo y desconcierto totales. Algunos de ellos incrédulos por lo que estaba sucediendo con el número 17 del Pincha y otros por el tiempo que se tardó en llegar hacia él en un espectáculo deportivo de elite del fútbol argentino, el cual uno entiende que está híper preparado para dichas cuestiones.

Corridas de un lado y del otro, y llanto por parte de varios jugadores de Estudiantes y de Boca, quienes se tomaban sus cabezas no comprendiendo lo que sucedía, fueron las postales de esos primeros minutos en los que se temió por algo de mayor gravedad de lo que por fortuna se terminó informando cerca de media hora después.

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La imagen de la ambulancia dejando el verde césped con ciertos problemas y la sensación de tensión, conmoción y susto, sólo quedaron atrás cuando los jugadores de Boca reingresaron a la cancha, algo que no cayó nada bien en la gente de Estudiantes.

Con Edinson Cavani como punta de lanza, los de Diego Martínez fueron ocupando el sector para el cual minutos atrás atacaban los de Domínguez, y los presentes reprocharon eso desde los cuatro costados.

Quienes pudieron salir del asombro y de la consternación, volcaron el rechazo al uruguayo, capitán y emblema del Xeneize, y uno de los primeros en dar el paso adelante como queriendo reanudar un partido que ya había quedado en segundo plano.

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Tras ello se sucedieron empujones, reclamos y varios cruces de palabras entre los jugadores de uno y de otro, bajo una silbatina general de todo el estadio. Los insultos apuntaron principalmente al mencionado Cavani, aunque algunos otros también lo extendieron a Claudio Tapia, presidente de la AFA.

Luego de ese tumulto, los equipo se fueron cada uno hacia su sector, para luego continuar a la zona de vestuarios. Fernando Echenique, árbitro del encuentro, llamó después a José Sosa y al propio uruguayo, los capitanes, para dialogar una y otra vez hasta decretar la suspensión de un partido. Imposible seguir de esa manera.

Varios minutos después de aquel alarmante episodio, la voz del estadio dejó en claro que Javier Altamirano se encontraba estable e internado, lo que generó aplausos y alivio en todos los presentes.

Tras ello, su mujer (que está embarazada), sus compañeros y toda la delegación de Estudiantes, se hizo presente en el Instituto Médico Platense, adonde había sido trasladado y adonde había llegado con otro evento como el sufrido en el campo de juego. Allí, sus familiares directos pasaron la noche con el protagonista en cuestión, quien recuperó la consciencia y quedó internado a la espera de estudios complementario.

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“LA TOMOGRAFÍA DIO BIEN”

Entre las varias voces que se pronunciaron para llevar tranquilidad ayer por la noche se destacó la de Hugo Montenegro, el médico de Estudiantes.

En la puerta del Instituto y tras haber dialogado con los profesionales, el doctor explicó: “Está bien. Y se determinó que lo que tuvo fue una convulsión. Se le hicieron todos los estudios que se hacen de entrada, laboratorios y tomografía. La tomografía dio bien”, aclaró. “De ahora en más quedó en observación, en Terapia. Está dormido. Mañana a la mañana (por hoy) se le hacen los estudios complementarios para ver si se puede determinar cuál fue la causa”, completó.

“Lo importante es que, más allá de ese episodio de convulsión, se le hicieron los primeros estudios y dieron buenas noticias. Quedó en observación, por una cuestión de control. Y a primera hora empezaremos a hacer los estudios que faltan”, concluyó Montenegro.

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