Cuenta regresiva a los Oscar: los horrores de la guerra contra la fuerza de la memoria
Edición Impresa | 8 de Marzo de 2024 | 05:40

El año pasado, “Navalny”, documental sobre el opositor ruso envenenado y encarcelado, ganó el Oscar a mejor largometraje documental. Un premio politizado, en el marco de una nueva Guerra Fría que ya ha tomado bastante temperatura. Navalny murió, finalmente, en febrero, preso. Días después, la gran favorita para ganar, este domingo, el Oscar a mejor documental es otra que se opone al régimen de Putin: “20 días en Mariupol”.
“20 días de Mariupol” es una denuncia realizada desde el corazón de la guerra
La película del ucraniano Mstyslav Chernov es estremecedora: Chernov, fotoperiodista y corresponsal de guerra, estuvo en el lugar de los hechos cuando Rusia inicia su invasión de Ucrania, y fue uno de los varios periodistas que se dirigieron a la sitiada ciudad de Mariupol, intentando documentar la acción militar ordenada por Putin y sus consecuencias. Durante 20 días recogió el horror de la zona y las escalofriantes experiencias de los ciudadanos.
El documental defiende el valor del cine periodístico y el valor del periodismo como herramienta política, avisando a los criminales de guerra: “Donde quieran que vayan, registraremos sus acciones”. Un documental de denuncia pura, pero que en este clima global ha convencido con su potencia a los votantes de los BAFTA y el Sindicato de Directores. Solo los productores premiaron otro documental, “American Symphony”, la conmovedora historia de Jon Batiste... que no está nominado.
LA CANDIDATA CHILENA
Así, “20 días en Mariupol” es la gran candidata en la categoría que contará con presencia latinoamericana: más suave y delicada, aunque igual de potente, “La memoria infinita”, de Maite Alberdi, buscará dar el batacazo en los Oscar tras ganar el premio a mejor filme iberoamericano en los Premios Goya.
Alberdi no es nueva en los reputados premios de la Academia de Hollywood, pues en 2021 también fue nominada por su documental “El Agente Topo”; dos años más tarde relató, en “La memoria infinita”, la historia de amor del periodista Augusto Góngora y la actriz Paulina Urrutia, la memoria emocional de una relación amorosa atravesada por la enfermedad del alzheimer y de la dictadura chilena, que pese a todo perdura en los recuerdos que progresivamente se esfuman de la cabeza de Góngora.
“La memoria infinita”, de Maite Alberdi
“La memoria para mí es emocional, lo que permanece en el cuerpo siempre tiene que ver con los sentimientos y no necesariamente con una memoria racional e informativa. Para mí tiene que ver con el amor y con el dolor, esas son las cosas que permanecen”, dice Alberdi.
Góngora no recuerda fechas ni datos, pero sí revive el dolor que le causó perder a su amigo durante la dictadura de Augusto Pinochet, y lo hace acompañado de su esposa, la ex ministra de Cultura chilena, quien con amor, paciencia y dignidad se las arregla para navegar y afrontar la enfermedad de su compañero.
Los dos personajes elegidos por Alberdi habían luchado para mantener viva la memoria de su propia vida con videos y fotografías, y la de su país con entrevistas, trabajos periodísticos y escritos.
Una película sobre la vulnerabilidad de la vejez, tema que ya había abordado en “El Agente Topo”, pero sobre todo sobre la memoria y la historia, en momentos donde, de repente, muchas cosas en el continente parecen haber sido convenientemente olvidadas.
VISIBILIDAD
Las dictaduras en América latina suelen conmocionar a las personalidades del cine del hemisferio norte, aunque la lucha de “La memoria infinita” será bien básica: lograr que los votantes vean la película. El detrás de escena de la ceremonia ha revelado que son mayoría los votantes que no ven todas las propuestas, y es por eso que los productores buscan organizar previo a la votación proyecciones de sus películas, en glamorosos cócteles con estrellas de cine, para lograr la presencia de los miembros de la Academia de Hollywood. “La memoria infinita” tiene al respecto, además, una ventaja sobre las otras tres nominadas, “Bobi Wine: El presidente del pueblo”, la tunecina “Las cuatro hijas” y el documental de india “To Kill a Tiger”: está en Netflix, la plataforma on demand más popular del planeta, donde también se puede ver “El Agente Topo”.
“La memoria infinita”, amoroso retrato sobre el pasado, busca dar la sorpresa
“Bobi Wine” es el retrato de la estrella pop que se convierte en presidente de Uganda para liberar a su pueblo; “Las cuatro hijas”, un documental experimental donde dos de las hijas de la protagonista desaparecen, y entonces el director llena el vacío con actrices para contar su historia; “To kill a tiger” sigue a Ranjit, un agricultor de la India, que emprende la lucha de su vida cuando exige justicia para su hija de 13 años, víctima de una brutal violación en grupo.
Todas historias fuertes, conmovedoras. Pero, claro, “20 días en Mariupol” llega con potencia, como gran favorita, la película de más cartel, la más vista de la categoría, a la gala del domingo. Fue elegida como uno de los documentales del año por el prestigioso National Board of Review, pasaron la película en la 78º sesión de las Naciones Unidas, ganó en Sundance, ganó el Premio de la Crítica. ¿Se cumplirá el vaticinio?
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